TEATRO

Con Hitchcock sí se juega

El Aquitània reabre sus puertas con un homenaje al genio del suspense en clave de comedia: 'McGuffin'. Un cóctel de cine y teatro servido por Mònica Pérez y Jordi Ríos

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José Carlos Sorribes

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De Alfred Hitchcock es más que conocida su condición de maestro del suspense y del thriller psicológico. Campos que no dan, a priori, para hacer mucha comedia. Y es que humor, humor, no acostumbra a haber en las películas del genio londinense. No lo pensó así Mònica Pérez a la hora de escribir la obra, McGuffin, que ha reabierto el Aquitània Teatre en el espacio de la avenida de Sarrià que fue sede de la Filmoteca de Catalunya. La actriz, de contrastada carrera televisiva, le ha dado una vuelta de tuerca (o unas cuantas) al universo de un nombre capital del cine. Con un título tan hitchcockiano como McGuffin, propone un juego desacomplejado y un divertimento nada pretencioso.

Pérez no solo ha escrito la pieza, la interpreta junto a Jordi Ríos, otro actor con huella destacada en el planeta televisivo por su presencia en Crackòvia o Polònia, de TV-3, por ejemplo. Y para que el puzle televisivo sea completo se han puesto en manos de otra cara famosa de la tele: Carlos Latre. En su primera dirección escénica tiene, ahora bien, como ayudante en la dirección a un actor con muchos kilómetros de teatro como Pep Planas.

FESTIVAL DE CORTOS

Pérez y Ríos muestran siempre una complicidad que se convierte en una de las principales virtudes de una comedia fresca, de aroma ingenuo, y que va calando poco a poco en el espectador. Él es Isidre, un empleado cascarrabias de un cine que, mientras pasa la escoba recogiendo palomitas, fabula con la idea de hacer un cortometraje bajo la inspiración de su director favorito.

Este, de repente, se le aparece en la pantalla del cine en una visión que solo él percibirá. Le da unos consejos para ponerse manos a la obra y para que se presente al concurso McGuffin, XIII festival de cortos de intriga.

El coach Alfred le insiste en la importancia de ensayar, rodar en estudio y contar con el apoyo del efecto croma, secuencias grabadas de fondo, para los exteriores. Isidre reclutará a su novia, Lili, para el rodaje. Con Hitchcock por medio, es inevitable que la trama tenga intriga: un detective que investiga un caso de proximidad. Es el del asesino de mujeres a menos de dos calles de aquí.

Alrededor del sabueso MacConner y de su asustada esposa, se reúne una galería de tipos algo absurdos, delirantes, que destilan un humor de iguales etiquetas.

Todos están en manos de Pérez y Ríos, que cambian de personaje con ingeniosas y rápidas soluciones en su continuo entrar y salir de escena.

LA COMICIDAD DE PÉREZ

La actriz se suelta el pelo con su desbordante comicidad y su compañero siempre da el tono a su lado. La misma imaginación para cambiar de roles se manifiesta en una puesta en escena austera en elementos –una puerta que da mucho juego– como visual y audiovisual (por algo estamos en un cine).

La sorpresa final llega con los cameos para rodar esos exteriores que aconseja Hitchcock. Andreu Buenafuente, el periodista Jordi Basté, Lolita Flores, Àngel Llàcer, la vedete Merche Mar y el futbolista Sergi Roberto se suman en unos divertidos vídeos a McGuffin, un homenaje entre el teatro y el cine a Hitchcock para fans del director (con frecuentes referencias de fácil adivinanza).

También para quienes estén dispuestos a dejarse llevar por un buen maridaje de intriga y comedia.