TEATRO

Con Shakespeare y a lo loco

El Lliure abre en Gràcia con 'Nit de reis', una gran comedia que los actores de La Kompanyia llevan al límite

40090896 nit de reis tatre lliure ros ribas170918193833

40090896 nit de reis tatre lliure ros ribas170918193833 / periodico

José Carlos Sorribes

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es una de las grandes y más representadas comedias de Shakespeare. Baste el detalle de que 'Nit de reis' ha abierto la temporada del Lliure de Gràcia, con la compañía joven del teatre (La Kompanyia Lliure) y también inaugurará el próximo festival Temporada Alta de Girona y Salt, en la versión de Declan Donnellan y los actores rusos de su aclamada compañía, Cheek by Jowl. Seguro que con un foco distinto al festival del humor y desenfreno que ha impuesto el director Pau Carrió a su versión.

'Nit de reis' es una comedia pletórica del bardo, con su reconocible aliento poético y existencial, que trata del amor, el desamor, el travestismo, la ambigüedad sexual, las falsas identidades y con enredos a todo trapo a cargo de personajes extravagantes. Sucede en el imaginario reino de Illiria, donde desembarcan por separado dos hermanos gemelos tras un naufragio. Ella lo hace convencida de que él ha muerto, y sin tenerlo confirmado, se disfraza de hombre. Suplanta su personalidad desatando todo el embrollo junto a una legión de sirvientes y parientes.

Con un elenco de energía, juventud y capacidad sobresalientes, Pau Carrió ha optado por una versión indesmayable. Le pone música -excelente- con sustrato de blues y aroma de Tom Waits, a cargo en directo de Arnau Vallvé, batería de Manel y colega del director. Se desarrolla en un escenografía desnuda con un muro de tubos fluorescentes al fondo para crear un doble espacio. Y poco más, pero con toda la fuerza explosiva de los integrantes de La Kompanyia.

Al montaje, sin embargo, le cuesta arrancar. El espectador poco conocedor del texto puede andar confuso entre tanta entrada y salida del elenco. Cuando se desborda la comedia, 'Nit de reis' sí adquiere una velocidad imparable. Carrió la lleva siempre al límite, no se anda con sutilezas, y explota la comicidad de la obra. Si busca a un espectador joven, ese es el mejor camino.

Autoridad y matices

La intención precisa de óptimos acompañantes. Y el director los tiene en su amplio reparto de 10 intérpretes, entre los que Clàudia Benito saca adelante el reto de pasar de ser la joven Viola a convertirse en el criado Cesario. Dentro del excelente tono general, Joan Amargós se sale, literalmente, como el mayordomo Malvolio, víctima de la venganza de su subordinada Maria (Júlia Truyol). Luce una comicidad y una capacidad gestual y corporal aplastantes. Igual que Joan Solé y la propia Truyol, de una autoridad y matiz propias de una veterana. O el longilíneo Enric Auquer, con su aire a lo John Turturro. O Quim Àvila, el bufón Feste de presencia y voz propias de un frontman de una banda de rock.

Todos protagonizan un acercamiento a Nit de reis de inequívoco aire irreverente. El mismo que probablemente supondría para su época la pieza que Shakespeare escribió en los primeros años del siglo XVI.