VACACIONES DE LIBRO

De viaje con Heidi, Hamlet y los Grimm

Los periodistas Marc Ripol y May Borraz publican '¿Cuánto falta?', una guía con 20 rutas de todo tipo para hacer en coche con la familia. Os recomendamos las más literarias

Imma Muñoz

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El título del libro no puede ser más certero: '¿Cuánto falta?', la frase más repetida en un vehículo en el que haya al menos un churumbel y uno se disponga a hacer lo que enuncia el subtítulo: 'Viajar en coche con niños por Europa'. ¿Cómo evitarla? Marc Ripol y May Borraz, los autores de esta obra, que es una guía para disfrutar de unas vacaciones diferentes en familia (en lugares lejanos, como Suecia, pero también descubriendo Catalunya), dan un par de buenos consejos: «Que no haya demasiadas horas de coche, ya que no va con el carácter de los niños estar en un sitio sentados mucho tiempo, y decirles la hora de llegada prevista y que ellos mismos se vayan fijando en el reloj».

Ahí se nota la experiencia de esta pareja de periodistas, que, en el terreno profesional se han especializado en narrar viajes, y, en el personal, los han hecho con sus tres hijos, hoy ya adolescentes, siempre que han podido.

De las dos facetas, la de plumillas viajeros y la de padres, han tirado para diseñar las 20 rutas que componen este libro, en las que conjugan entretenimiento puro y formación (playas y parques de atracciones, sí, pero también museos, monumentos y actividades culturales). Vale la pena estudiarlas con detenimiento y elegir la que mejor encaja en vuestros intereses familiares. Nosotros, ya que estamos en la sección Leer, vamos a apostar por las más literarias.


1. Siguiendo a los Grimm: Alemania de sur a norte

La ruta arranca donde empezó a gestarse la historia de Blancanieves, de Aurora, de Rapunzel: Hanau, la ciudad donde nacieron los hermanos Grimm, y continúa por los lugares en los que crecieron y forjaron el mito literario que son hoy, como Steinau an der Strasse (donde pasaron la infancia), Marburgo (donde fueron a la universidad), Bad Wildungen (donde conocieron la historia de una princesa que murió envenenada siendo muy joven), Trendelburg (donde hay un torreón con una minúscula ventana de la que cuelga una trenza dorada) o Hamelín y Bremen (lugares de los que no necesitáis demasiadas pistas).

2. Dinamarca de cuento: Vikingos, Hamlet y la Sirenita

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/2\/3\/1500061665732.jpg","author":null,"footer":"Parque Legoland, en Billund."}}Dinamarca es la patria del otro gigante de los cuentos clásicos infantiles, Hans Christian Andersen, que está presente en Copenhague gracias a la mundialmente famosa escultura de la Sirenita y a su Casa Museo, situada frente a los jardines del Tívoli. Pero no solo eso: a 45 kilómetros de la capital está Elsinor, la ciudad donde sufrió Hamlet. Entrar en el castillo de Kronborg y exclamar «¡ser o no ser!» seguro que va junto. En Dinamarca Ripol y Borraz proponen, además, otras visitas muy literarias: Odense, donde nació Andersen, y la península de Jutlandia, tierra de vikingos. Y como no solo los libros ayudan a estructurar el cerebro, ¿qué tal un paseíto entre bloques de construcción? El parque Legoland, de Billund, es el paraíso de los amantes de las maquetas formadas por miles de piezas.

3. La suiza de Heidi: la magia de los Alpes

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Al pensar en Heidi, a todos nos viene lo mismo a la mente (chistes aparte): los dibujos animados que anegaron en lágrimas nuestra infancia. Pero antes que el anime estuvo el libro, publicado en 1880 por Johanna Spyri, que se inspiró en lugares como EngelbergEinsiedlnChurBergun (desde donde ir al impresionante parque Ela), Latsch Stuls, de donde parte el sendero de Heidi, un recorrido ideal para una excursión de día completo, pícnic incluido, disfrutando de la cara más familiar de los Alpes.


De cada una de estas rutas, la guía incluye lugares de interés, información histórica y de servicio, curiosidades y dos cuestiones muy prácticas: longitud del itinerario y distancia entre los puntos de la ruta, básicas para poder responder a aquello de «¿Cuánto falta?».