BIBLIOTERAPIA

Contra la anorgasmia... libros

También contra la calvicie, los celos y hasta el dolor de muelas. 'Manual de remedios literarios' ofrece recetas de papel y tinta para 400 males. Y uno lo cura seguro: el aburrimiento

RÍETE TÚ  DE LA BOTICA DE LA ABUELA_MEDIA_2

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IMMA MUÑOZ

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Se definen como «biblioterapeutas», pero lo suyo roza el milagro: Susan Elderkin y Ella Berthoud están convencidas de que la literatura cura, y llevan cerca de una década expendiendo recetas sanadoras en un centro de inteligencia emocional en Londres. Recetas de sabiduría ancestral y cocción lenta, nada de pildoritas de alivio tan inmediato como pasajero.

Por decirlo a las claras, nada de autoayuda: literatura de la duradera, de la macerada, de la que ha costado cocinar y puede tardarse en digerir, pero que alimenta de verdad, el cuerpo y el espíritu. Porque ahí está el milagro: desde la A de 'abandono' hasta la Z de 'zampabollos', Elderkin y Berthoud proponen soluciones eficaces a cerca de 400 dolencias, sin hacer distingos entre el dolor físico y el emocional. Siruela Círculo de Lectores editan el libro en el que las han condensado, 'Manual de remedios literarios', que deja en pañales a la botica de la abuela. Aquí van algunas cataplasmas de papel y tinta.


CONTRA LA CALVICIE

En la novela de Patricia Cornwell, 'La mosca de la muerte', aparece un personaje que sufre una dolencia que le cubre todo el cuerpo de pelo. Enterito. Hay pelos atascando el baño, pelos contaminando la escena del crimen, pelos enturbiando la paz de la protagonista, Kay Scarpetta. Por no hablar de lo que le amargan la vida al personaje en cuestión. Así que, lector que sufres por tu calvicie, la lectura de este libro no hará que te brote la cabellera de Joey Tempest, pero, como dicen las biblioterapeutas, «acariciarás tu suave calva con una tremenda sensación de alivio».


CONTRA LA DIARREA

Lamento decepcionaros: las autoras no han encontrado un libro-fortasec, pero sí 10 magníficas «obras hechas de fragmentos, apuntes o capítulos muy breves» ideales para leer «a ratos». Ejemplos: 'Las ciudades invisibles', de Italo Calvino; 'El sueño eterno', de Raymond Chandler; 'Diario de un mal año', de J.M. Coetzee, o 'Cuna de gato', de Kurt Vonnegut. La recomendación viene con coletilla: «Crea una balda especial para ellas al lado de tu trono».


CONTRA EL ESTREÑIMIENTO

Aunque Berthoud y Elderkin son muy aficionadas a las listas (el manual incluye los libros que hay que leer a los 20, los 30, los 40, los 50..., los que te harán parecer un buen lector y muchos otros listados), en esta ocasión sí tienen un título-solución: 'Shantaram', de Gregory David Roberts. La explicación: «Hay novelas que hacen que quieras guardártelo todo y novelas con las que te entran ganas de soltar todo lo que tienes dentro». Hasta la primera papilla.


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CONTRA LA GRIPE MASCULINA

Atención a la precisión de las autoras, porque muestra muy bien la retranca que multiplica el atractivo de este libro: «La gripe masculina, que es muchísimo peor que la gripe común (...), es una enfermedad horrible no solo para la víctima, sino para todo el mundo». Es tan, tan terrible que puede existir la tentación de consultar la entrada morir del manual, que también existe (y recomienda las 'Metamorfosis' de Ovidio), pero las autoras creen que bastará con leer los dos tomos de 'Los miserables', de Victor Hugo para que el enfermo encuentre «la paciencia y el estoicismo necesarios para soportar su inactividad forzosa». Esta novela, añaden, «es tan entretenida como los mejores culebrones y tan nutritiva como un caldo de pollo».


CONTRA LA EYACULACIÓN PRECOZ

Sugerencia a los diseñadores de campañas de fomento de la lectura: nuestra vida sexual puede mejorar mucho leyendo las páginas adecuadas. Berthoud y Elderkin atienden consultas sobre 'anorgasmia', 'falta de sexo', 'insatisfacción' o 'matrimonio', y recomiendan un buen número de libros que mejoran estos problemas. Ninguno es 'Cincuenta sombras de lo que sea': ya hemos dicho que aquí se receta buena literatura. Contra la eyaculación precoz, por ejemplo, una dosis de 'Pamela', de Samuel Richardson: acompañar al protagonista a lo largo de más de 700 páginas de calabazas en pos del ansiado final feliz puede ser un excelente entrenamiento de contención. Y, después, que viva la lectura.