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Es BCN, pero creerás que estás en México

El escritor Juan Pablo Villalobos, último premio Herralde, propone 5 sitios muy mexicanos

Es Barcelona, pero creerás que estás en México

Es Barcelona, pero creerás que estás en México

Lluís Muñoz

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La cita es en una cafetería de Torrent de l'Olla. De pronto, Villalobos interrumpe la conversación. "Con esa espuma que le pones, me voy a ver obligado a volver", le dice a la camarera al ver los dos espumosos cortados que llegan a la mesa.

Ya en la calle, el escritor se detiene ante una frutera. "Cuando llegué a Barcelona, en el 2003, venía expresamente aquí a comprar los aguacates", le cuenta.

Villalobos está totalmente integrado en el barrio de Gràcia, pero no renuncia a sus orígenes. Igual que su novela, 'No voy a pedirle a nadie que me crea', ganadora del último Premio Herralde, y que él presenta así: "No sé si es una novela mexicana sobre Barcelona o una novela barcelonesa sobre México".

Esta hibridación le convierte en el mejor guía para reivindicar los cinco lugares más mexicanos de Barcelona, aunque… no vamos a pedirle a nadie que nos crea.


UNA CALLE

LA DE ESCUDELLERS Y ALREDEDORES

La primera elección de Villalobos tiene un nombre con solera: Escudellers. Bueno, en realidad, dos. Sergio Pitol es escritor, mexicano, ganó el Premio Herralde y vivió en Barcelona. Una descripción que comparte con Villalobos. Así que nuestro protagonista ha escogido para iniciar el recorrido la popular calle del Raval en la que Pitol vivió entre junio y agosto de 1969 y donde, además, escribió su 'Diario de Escudillers', incluido en su libro 'El arte de la fuga'. "Sobre el entonces llamado barrio Chino, Pitol escribió en su diario: 'Es el colmo de la procacidad, una procacidad que ha ido formándose con los siglos' -explica Villalobos. Y desvela otra conexión con el clásico mexicano-. Este diario fue la inspiración para escribir los de Valentina [la novia del protagonista, un mexicano que viaja a Barcelona para estudiar literatura y acaba metido en líos a medio camino entre lo negro y lo surrealista] que aparecen en mi novela".


UNA PLAZA

LA DEL SOL, EN GRÀCIA

Se trata de uno de los lugares de referencia de la novela: en él Valentina conoce a Jimmy, un okupa italiano que pasa las horas en la plaza. "Pitol en su Diario hablaba de la fascinación que le causó conocer a los hippies. En mi caso, fue ver que en la plaza había personas que optaban por la indigencia como forma de vida, como los okupas". Pero la plaza del Sol es más que un lugar literario: «Es un destino obvio para los estudiantes que llegan a la ciudad", como Villalobos, que se plantó en Barcelona para hacer un doctorado en Teoría Literaria y Literatura Comparada y acabó por convertir la plaza del Sol en un lugar especial: "Es el lugar en el que mi mujer rompió aguas en el parto de nuestro segundo hijo".


UN COLMADO

LA REINA DE LAS TORTILLAS

En la novela, un mafioso mexicano apodado Chucky pide a una sirvienta que le cocine a Juan Pablo -el protagonista tiene el mismo nombre y misma profesión que el autor- unas quesadillas de huitlacoche o unos huevos con machaca. Villalobos nos lleva a un colmado. ¿Podríamos encontrar aquí estos productos? Ríe y pregunta a la dependienta sin éxito. "Son alimentos muy difíciles de conseguir fuera de México. De ahí la caricatura y el esperpento de mostrar cómo esos mafiosos pueden tener acceso hasta a lo imposible". Durante la visita a La Reina de las Tortillas (Torrent de l'Olla, 35), Villalobos aprovecha para hacer la compra. Es su colmado de referencia: "Los mexicanos que vivimos aquí, más que ir a restaurantes mexicanos lo que hacemos es comprar en colmados para cocinar en casa".


UN RESTAURANTE

SABES UNA COSA

Villalobos ganó un concurso de cuentos en catalán con los 'calçots' como temática, desde que sus hijos van a la escuela empieza a sentirse barcelonés y la integración ha llegado a tal punto que incluso ha adaptado la dieta mediterránea. "Cuando llegué a Barcelona me sorprendió que un bocadillo solo pudiera llevar jamón, tomate y aceite. La gastronomía mexicana es mucho más barroca". Una gastronomía que las raíces no le han permitido abandonar. Así que tiene un restaurante mexicano de cabecera: "Cuando aprieta la nostalgia de comer tacos, yo voy a Sabes una cosa (Tordera, 52). Por dos razones: me queda cerca de casa y sus tacos son buenos. Los de suadero son excelentes".


UNA ASOCIACIÓN

LA TAULA PER MÈXIC

En el 2016, 93 periodistas fueron asesinados en México según la Federación Internacional de Periodistas (FIP). El año pasado tuvo lugar el nacimiento en Barcelona de la <strong>Taula per Mèxic</strong>. "Es una asociación que trabaja con temas de derechos humanos y está creando un refugio para periodistas amenazados de México. Es muy importante, porque el hecho de que se haya organizado en el extranjero hace que tenga eco en el país. En México tendemos a idealizar Europa". Para terminar, explica que son los periodistas de los medios locales que descubren algún tema relacionado con el narcotráfico los que más peligro corren. Mucho más que los escritores. "Estoy seguro de que ni los políticos ni los narcos leen novelas. Estamos a salvo".