CONCIERTO

La feliz condena de Dorian

La banda celebra el doble lanzamiento de 'Diez años y un día' con dos conciertos en la sala Apolo

Núria Martorell

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El actual fin de gira de Dorian se vive como una auténtica y merecida celebración. La banda barcelonesa está cumpliendo una feliz condena: 'Diez años y un día'. ¿Delitos? Varios. Han superado una década de trayectoria ascendente, a ritmo de new wave, pop-rock y electrónica, y ahora revisten parte de su cancionero con unos arreglos de cuerda que les sientan muy bien.

La prueba es un doble lanzamiento con el que repasan su carrera: un disco y DVD grabados en directo en el festival Arenal Sound y un 'unplugged' con dos piezas inéditas, 'Arrecife' y –¡su debut en catalán!– 'Ara'. «Un doloroso inventario de lo que estamos padeciendo: la invasión turística, la especulación inmobiliaria, la corrupción política...», describe el timonel del conjunto, Marc Gili. El compacto incluye acertadas colaboraciones de Santi Balmes (Love of Lesbian) en el pegadizo 'hit' 'Los amigos que perdí' (parece escrita para él) y de la mexicana Marion Sosa en 'El temblorMarion SosaEl temblor'.

Más méritos de Dorian: abrir el mercado latinoamericano a los indies. «Había poca información sobre todo lo que pasaba a nivel de música independiente. Solo les llegaba nuestro mainstream, tipo Alejandro Sanz. Y se me ocurrió ir de avanzadilla a México. Empecé a conocer la escena local y volví con las ideas clarísimas: ‘¡Hemos de ir allí! ¡Está explotando algo muy interesante!’. Así lo hicimos –recuerda Gili–. Y de pronto nos vimos tocando con Café Tacvba. A partir de entonces, se sucedieron muchas visitas también a Colombia, Argentina, Perú y Chile, sobre todo».

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Los integrantes de Dorian se conocieron en la órbita de la sala Apolo, precisamente donde cerrarán su gira en Barcelona. Y supieron fagocitar todo lo que entonces ocurría. «Fue el lugar donde nos encontramos con gente que determinó nuestras vidas y nuestra música –explica Belly Hernández (piano, teclados y programaciones)–. Fue nuestra puerta de entrada a la música de club, la electrónica, entonces emergente». «Fue donde descubrimos la vida y un sentido muy especial de la amistad, donde experimentamos con el sexo y algunas sustancias», añade Gili.

¿A QUIÉN METERÍAN ENTRE REJAS?

Les preguntamos, a raíz del título carcelario del disco y del tour, a quién les gustaría ver en la cárcel.

Belly: «A todos los corruptos del país, pero sería imposible, saturaríamos las prisiones». Marc: «A los de 'Sálvame'. ¡Y a Donald Trump y toda la extrema derecha europea! Nos enfrentamos a unos años en los que el mundo se va a dividir entre los que creen que hay que dejar a la gente a su suerte, que quien es pobre es porque se lo merece, y los que aspiran a mejorar la humanidad. No podemos permitir que los mezquinos ganen la batalla. Que no cunda el desánimo. Hay que movilizarse. Salir a la calle. Presionar a los gobiernos. No pueden arrebatarnos lo alcanzado en estos 150 años. Si esperamos que organismos paquidérmicos como Bruselas o el Banco Central Europeo van a pensar objetivamente en mejorar la vida de la gente, estamos perdidos. Están al servicio de lo que están».

«El miedo es un cuchillo afilado», canta Dorian en el himno 'Los amigos que perdí'.