CONCIERTO

Un ángel salvó a Clarence Bekker

El músico tocaba en el Portal de l'Àngel cuando lo ficharon para Playing for change. El sábado actúa en el Jamboree

Núria Martorell

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Acarició el éxito con la música dance a principios de los 90, con títulos tan bailables como 'It's a loving thing' y 'Send me an angel'. Entonces era CB Milton. Y era demasiado joven.

"A penas tenía 20 años y no supe digerir lo que ocurría. Entré en una crisis profunda, me urgía un cambio, y me vine a Barcelona", relata <strong>Clarence Bekker</strong>, el nombre que adoptó para su nueva vida este artista nacido en Suriman y nacionalizado holandés.

Y fue aquí, en Barcelona, donde comprobó el poder transformador de la música. Primero con la formación 08001, abierta a todos los artistas de diversas partes del mundo que día a día llegaban a El Raval (el nombre del conjunto corresponde a su código postal).

Y, sobre todo, con Playing for change, formando parte de este también interracial proyecto cuando estaba en fase embrionaria. Fue luego cuando se incorporaron artistas de renombre como Keith RichardsBonoManu ChaoLila DownsCarlos VivesAndrés Calamaro...

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Clarence Bekker ya no participó en el tercer disco de 08001. Era un músico callejero -"la de veces que tuve que huir de la policía", recuerda– y estaba tocando en el Portal de l’Àngel cuando se le acercó el productor norteamericano Mark Johnson y le habló por primera vez de Playing for change.

"No entendí lo que me decía», admite. De pronto, se vio interpretando en un local ocupado y con un equipo de grabación móvil el clásico 'Stand by me'. "Firmé una especie de contrato, pero no pensé que aquello tuviera mucho futuro. Dos años después, cuando lo había olvidado, recibí en el buzón un DVD con la canción. ‘¡Es fantástica!’, pensé’". El vídeo supera los 99 millones de reproducciones.

Johnson lo llamó después para hacer una gira con los otros intérpretes (del Nepal, África, Irlanda...) que se fueron uniendo a la grabación (con cascos, escuchaban a los anteriores e iban incorporando su parte). Y, con ellos, sigue embarcándose en giras por todos los continentes.

"BARCELONA ME REGALA PLAYA ¡Y FELICIDAD!"

Clarence, por cierto, vive en Barcelona (en el Born). «Esta ciudad me regala playa, ¡y felicidad!», exclama. Y, con su propio combo, es un habitual de los grandes festivales de soul y jazz europeos.

Este sábado, en la intimidad del Jamboree, cantará con un grupo cargado del mejor groove formado por músicos que conoció en 08001 como el guitarrista Francisco Guisado, Rubio, y el batería Paco López. "Clarence es la mejor voz. El mejor cantante con el que he tocado –insiste el percusionista–. Es superenergético y, encima, tiene toda la esencia del soul añejo".

VOCACIÓN TRANSFORMADORA

Para Clarence Bekker, su incorporación a Playing for change ha sido clave, más allá del trampolín que ha supuesto para su carrera. Porque Playing for change es también una fundación que construye escuelas de música en todo el planeta.

La primera, Ntonga Music School, se inauguró en el 2008 en el barrio de Gugulethu, en las afueras de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.

Música que derriba fronteras y acerca pueblos, sin importar la condición social, política... Músicos conectados por el cambio.