DESTILADO

Sexo, tequila y rock'n'roll

Sexo, tequila y rock&roll

Sexo, tequila y rock&roll

Ferran Imedio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Sexo, tequila y rock'n'roll. El tequila que pone Alex González, batería de Maná, que ha lanzado Mala Vida, un destilado en tres versiones (blanco, blanco orgánico y reposado). Es suyo: no pone la cara, cobra y se va. Dos años ha trabajado para que salieran a su gusto, es decir, suaves, amables, nada agresivos. «No raspan», resume.

«El tequila y rock'n'roll forman un matrimonio perfecto. Todas las bandas han empezado a tocar en bares, y muchas veces cobraban en botellas. Maná empezó así», recuerda González, nacido en Guadalajara (Jalisco), cuna de los mejores tequilas, mientras da un trago de Mala Vida reposado, añejado en barricas de Jack Daniel's y de vino. Está relajado, así que le confesamos que aquí somos de coger sal, limón... y lingotazo. «¡Noo!», exclama. Y casi se atraganta.

¿Qué nos aconsejas entonces? «Beberlo tranquilo, paladearlo. Sin prisas, sin hielo. Antes de comer, para abrir el apetito, o después, como digestivo, o durante la comida, con carne asada. En un cóctel con tónica, naranja o limón. Va a gustos. Eso sí, nunca antes de un concierto. Luego, para bajar la adrenalina, sí».