CONCENTRACIÓN CON GUSTO

Pasaje de Pellicer, la callejuela más gurmet

El pasaje de Pellicer tiene 12 restaurantes o negocios gastronómicos en apenas 100 metros. Es decir, hay uno cada 8,3 metros. Una densidad propia de un plato de polenta.

Pasaje de Pellicer, la callejuela más gourmet de Barcelona

Pasaje de Pellicer, la callejuela más gourmet de Barcelona / periodico

Ferran Imedio

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Barcelona presume de una densidad gastronómica altísima. No se puede dar un paso sin tener un restaurante a la vista. A bote pronto, el gurmet cita la calles de Enrique Granados, Aribau y Blai, y la zona alta del Paral·lel, además del Born en conjunto, el pasaje de la Concepció y los paseos de Joan de Borbó (un clásico) o de Sant Joan (lleva meses floreciendo tras la remodelación completa).

Pero resulta difícil que en 100 metros haya tantos locales gastronómicos como sucede en el pasaje de Pellicer, que debe su nombre a Lluís Pellicer Fenyé (1842-1901), un personaje histórico de la ciudad que nunca tuvo que ver con la gastronomía: fue un dibujante y pintor que llegó a ser regidor de la ciudad.

RESTAURANTES, CAFÉ, PASTELERÍA Y ESCUELA DE COCINA

Ni más ni menos que 12 establecimientos; es decir, uno cada 8,3 metros. A saber: la pastelería Barcelona Cakes, la escuela de cocina Espai Boisà, la cafetería Mama's Corner y los restaurantes La Jacaranda (platillos de mercado para compartir), Le p'ty mon (crepería), L'Escale BistrotBlau (establecimiento de cocina mediterránea creativa que tiene la entrada oficial por la calle de Londres), Kappō (platos de Tailandia, Vietnam, India, Japón y Corea), y Hanabi Bun sichi (japoneses).

Habría que contar también con dos locales de referencia en la zona alta del Eixample como son Velódromo (tapas) y La Brochette (bistró dedicado al pollo), que tienen entrada por Muntaner pero parte de sus fachadas dan a la callejuela gurmet.

FIESTAS EN JUNIO

Tal es la cantidad de restaurantes en el pasaje que durante sus fiestas mayores, que se celebran a principios de junio, montan el llamado Tast, donde la mayoría de estos establecimientos paparticipan vendiendo sus creaciones a precios populares.

Ahora solo falta que se incorpore Xavier Pellicer para rematar el sello gastro del pasaje. Y no solo porque comparte apellido con el dibujante decimonónico (sería una graciosa coincidencia), sino porque elevaría aún más el nivel con su restaurante Céleri, con una estrella Michelin, que el 15 de septiembre abandonó el local que ocupaba en el cercano pasaje de Marimon, otro epicentro gurmet (Coure, Hisop, Casa Jordi, Chiku Yo Tei...), en busca una nueva casa.