Macondo: bocados a García Márquez

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Como otros millones, le\u00ed con devoci\u00f3n a Gabriel Garc\u00eda M\u00e1rquez, del que me fui desvinculando a medida que las costuras de las novelas saltaban, dejando a la vista trucos y tripas."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Pese a las decepciones existe un enganche antiguo e \u00edntimo producto de las lecturas adolescentes y la formaci\u00f3n de la primera memoria literaria, as\u00ed que cuando me hablaron del restaurante Macondo prest\u00e9 una atenci\u00f3n m\u00e1s all\u00e1 de lo gastro."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"No recuerdo si en las novelas de Garc\u00eda M\u00e1rquez (no hay confianza para llamarlo Gabo) se com\u00eda poco o mucho. He buscado libros que le\u00ed y platos que olvid\u00e9: mazamorra de ma\u00edz, arroz de camarones y costilla de buey al carb\u00f3n."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Lo primero que le digo a Stefano Beruschi \u2013el \u00fanico socio no colombiano\u2013 es que jam\u00e1s he estado en el pa\u00eds de su mujer, Carolina Casas, y de sus socios, Francisco Cardona y Karen Vinasco. Ning\u00fan problema. El subt\u00edtulo de Macondo es de amplios horizontes: '<i>comida del Caribe'<\/i>, que asesora Patricia Guti\u00e9rrez de Pi\u00f1eres, chef con c\u00e1tering en Cartagena de Indias."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Me preocupa que al frente de la cocina est\u00e9 el quinto profesional en lo que va de a\u00f1o, en este caso una mujer, Catarina de Souza. Sin poder juzgar el trabajo de los predecesores, la cocinera portuguesa cumple con desahogo: buenos platos y resueltos a la perfecci\u00f3n. La regularidad de una casa se logra, entre otras cosas, con la estabilidad de los trabajadores."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"La relaci\u00f3n de los cuatro socios con la hosteler\u00eda es escasa: por no decir inexistente. El sue\u00f1o \u2013el sue\u00f1o, lo escucho a menudo\u2013 de cuatro emprendedores. Stefano recomienda comenzar con una limonada de coco: hay servicio de c\u00f3cteles. Qu\u00e9 ser\u00eda hoy un restaurante sin cocteleros."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Patac\u00f3n (pl\u00e1tano macho frito) con carne deshilada: comienzo contundente, y bueno."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Tr\u00edo de cebiches: corvina con mango y aguacate (bien), at\u00fan con tamarindo (bien-bien) y gambas marinadas con zumo de lima, tabasco y tomate de \u00e1rbol (bien-bien-bien)."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Lo que sigue es discutible, no porque no se ajuste a la tradici\u00f3n (cosa que ignoro), sino porque no se ajusta al sentido com\u00fan: gambas sumergidas en coco y con queso gratinado. Ay, pobre gamba. Ay, pobrecita gamba. El preparado requiere de prote\u00edna contundente."}}

Continúo con la sobrebarriga (entraña) al horno y a la parrilla con una salsa con cerveza, tomate, cebolla y tomillo: García Márquez, ¿explicaste esto en 'El otoño del patriarca'? El postre es de aúpa: tiramisú de maracuyá. Por fin un tiramisú que vale la pena en la ciudad de los mil tiramisús tristes.    

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Macondo \u2013no se ha dicho a\u00fan\u2013 es el pueblo de '<i>Cien a\u00f1os de soledad'<\/i>."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Termino con un caf\u00e9: el colombiano se refiri\u00f3 muchas veces la oscura bebida. Aunque sus personajes lo tomaban de olla. Lo prefiero contundente, corto, espeso.\u00a0"}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"<strong>Atenci\u00f3n:\u00a0<\/strong>a la colorista decoraci\u00f3n."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"<span><strong>Recomendable para:<\/strong>\u00a0los de la ruta cebichera Totora-Ceviche 103-Macondo.\u00a0\u00a0<\/span>"}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"<span><strong>Que huyan:<\/strong>\u00a0los que \u201c\u00bfCaribe? No s\u00e9. No he salido del \u2018resort\u201d.<\/span>"}}