FELICES 'SIN'

Si eres celiaco, busca aquí tu dosis de placer

7 restaurantes, pastelerías y heladerías donde podrás comer sin gluten y con gusto

Sergio del Amo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En el último lustro mucho han cambiado las cosas para aquellos que son celiacos. La proliferación de productos sin gluten es ya una realidad en las estanterías de los principales supermercados de la ciudad, pero la expansión también ha llegado a restaurantes y a tiendas especializadas que ofertan todo tipo de alimentos aptos para ellos. El sabor jamás debe estar reñido con la salud. Y es por ello que la apertura de este tipo de establecimientos ha sido toda una revolución e incluso, una salvación para miles de personas que pensaban que jamás podrían disfrutar de un pastel de chocolate o de un bocadillo con cara y ojos.

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/5\/5\/1510763192255.jpg","author":"\u00c0LVARO MONGE","footer":"Placeres.\u00a0La pasteler\u00eda Jansana es un referente de los dulces.\u00a0"}}

A NADIE LE AMARGA UN DULCE

Gracias a la valentía de varios empresarios y restauradores el ostracismo al que se veían condenados los celiacos ha pasado a mejor vida. Y lo mejor es que esto no ha hecho más que empezar ya que la sociedad, más que nunca, está muy concienciada con este problema que afecta aproximadamente a 450.000 personas en España, según datos de la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE).

Cuando a alguien le diagnostican celiaquía siempre le asaltan las mismas dudas. ¿Qué productos puedo comer? ¿Cómo va a influir en mí día a día? ¿A qué alimentos debo renunciar? Hasta que el problema no te toca de cerca no te planteas ninguno de estos interrogantes, pero si algo está claro es que el mayor damnificado siempre es el postre. Al menos, hasta ahora.

En pleno corazón del Eixample se puede encontrar la panadería-pastelería gluten free Jansana (calle de Balmes, 106), todo un referente de los dulces que abrió sus puertas en diciembre de 2015. «Ya teníamos un establecimiento en Santa Perpètua de Mogoda, pero después de que fuéramos a visitar una feria de productos celiacos nos animamos a probar suerte y a abrir nuestro espacio en Barcelona», comenta Conxi Riera, una de sus responsables.

Desde fuera, el mostrador tiene una pinta exquisita, pero es que además todos los productos que venden (hechos desde su propio obrador) lucen un sabor exquisito. «La gente, aunque solo sea por curiosear, entra en la tienda muy intrigada. No obstante, cuando se animan a probar nuestros dulces se sorprenden muchísimo porque ni a la vista ni al gusto parece que renuncien al gluten», dice Riera.

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/4\/9\/1510763252694.jpg","author":"\u00c0lVARO MONGE\u00a0","footer":null}}

Más allá del pan artesano, que nada tiene que ver con las versiones industriales que se venden en los supermercados, en Jansana cualquiera puede darse el gustazo de probar su amplia variedad de cruasanes, tartas de manzana y palmeras de chocolate, entre un extensísimo etcétera. Aunque puestos a escoger tres productos estrella Conxi lo tiene claro: «Nadie debería irse de aquí sin probar las tartas Sacher y Selva Negra, además de nuestro cheesecake».  

También con el objetivo de reivindicar la pastelería celiaca, en mayo del 2015, muy cerca de Jansana, desembarcó Pasticelia (calle de París, 165), otro indispensable punto de encuentro para aquellos que no quieren renunciar a un capricho. Cristina Casadejús, su creadora, trabajó durante años como economista, pero una vez la dichosa crisis provocó que la empresa en la que estaba empleada cerrara sus puertas, decidió arriesgarse dando un giro de ciento ochenta grados a su vida. «Mis hijos son celiacos y me di cuenta de que todo lo que les preparaba en casa era siempre mucho mejor que lo que encontraba allá fuera. Por ese motivo lie a una amiga para que me acompañara en esta aventura. Siempre me había gustado mucho la cocina, pero jamás imaginé que acabaría dedicándome en cuerpo y alma a esto», cuenta entre risas.

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/6\/9\/1510765000796.jpg","author":"CARLOS VALBUENA\u00a0","footer":"Satisfechas. As\u00ed posan Cristina Casadej\u00fas, la due\u00f1a de Pasticelia (derecha) y Mara Potoni, la dependienta.\u00a0"}}

Para Cristina, el objetivo de Pasticelia consiste en «dignificar los productos sin gluten y hacer pasteles que sean bonitos y buenos para toda la familia». También venden pan apto para celiacos que vuela en las primeras horas de la mañana, aunque lo mejor es ver in situ como sus obradores crean auténtica magia mediante productos naturales sin trazos de grasas saturadas, conservantes ni colorantes. «Hace poco vino una chica que se  puso a llorar cuando comprobó que existíamos», relata. Y se entiende una vez pruebas su Sacher, su pastel de zanahoria o sus galletas de avena y arándanos.

En Sants encontramos otro clásico, Celiadictos (calle de la Pobla de Lillet, 5). Isabel Trullenque, su propietaria, abrió las puertas de este establecimiento hace cuatro años, después de llevar mucho tiempo experimentando con todo tipo de harinas.

«Nuestras magdalenas y brownies funcionan muy bien, pero aquí viene muchísima gente por el pan que hacemos. El pan para celiacos es más denso de por sí y más caro porque las harinas ecológicas que utilizamos valen el doble o, incluso, el triple que las convencionales, pero para mí es el mejor que puedes encontrar con diferencia», afirma. Razón no le falta.

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/0\/5\/1510765121250.jpg","author":"ROGER PLA\u00a0","footer":"Helados a gog\u00f3.Gelaaati di Marco para los amantes de los helados sin gluten ni lactosa.\u00a0"}}

Asimismo, a escasos metros de la plaza de Sant Jaume los amantes de los helados tienen su santuario en Gelaaati di Marco (calle de la Llibreteria, 7).

{"zeta-legacy-image-left-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/2\/7\/1510765181572.jpg","author":"ROGER PLA","footer":null}}

Desde que abrió en el 2006 siempre ha contado con una amplísima oferta de helados gluten free y múltiples soluciones para aquellos que, además, también son intolerantes a la lactosa.

De hecho, cuentan cada día con más de una treintena de sabores aptos para la inmensa mayoría del público. «Salvo que seas diabético, cualquiera puede disfrutar de una buena tarrina de helado», asegura Marco Di Consiglio, el alma del establecimiento. 

Comer bien fuera de casa

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta un celiaco acontece cuando quiere comer fuera de casa, ya sea solo o con amigos que no tienen por qué ser intolerantes al gluten. Ante todo uno tiene que asegurarse de que en la cocina del bar o del restaurante que se escoja no haya ni un mínimo de contaminación cruzada (lo cual quiere decir que ningún producto sin gluten haya entrado en contacto con otro que sí contiene esta proteína). Eso sí, referente al sabor, cada vez es más fácil encontrar establecimientos que cuentan con una vasta al igual que sabrosa carta de platos totalmente adaptada para celiacos.

Sin ir más lejos, ahí está el Restaurante En Ville (calle del Dr. Dou, 14). En el 2013 se inauguró, pero no ha sido hasta hace apenas unos meses que, después de reformar completamente su cocina, ofrece una sorprendente carta 100% para celiacos. «Quien piense que la comida sin gluten es comida de enfermos está equivocado. Eso es mentira: se pueden usar muchísimos productos. En el menú del día que ofertamos nadie se da cuenta de que la pasta es sin gluten, al igual que nuestras croquetas», cuenta una de sus responsables, Thais Oliveira. 

Cocina de mercado (y de calidad)

«Lo nuestro es la cocina de mercado de calidad. Pero no puedes ni imaginarte lo contentos que salen nuestros comensales porque, a diferencia de años anteriores, pueden compartir mesa con amigos o familiares que no son celiacos sin temer que nada de lo que tienen sobre la mesa haya sido contaminado», añade. 

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/9\/1\/1510766959519.jpg","author":"RICARD FADRIQUE\u00a0","footer":"Sal\u00f3n del Copasetic.\u00a0"}}

Su decoración es un plus, pero sobre todo sus buñuelos de bacalao, sus langostinos rebozados con virutas de coco acompañados de menta y jengibre, sus croquetas de jamón y pollo y su variedad de arroces.

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/2\/8\/1510767019782.jpg","author":"RICARD FADRIQUE\u00a0","footer":null}}

Aquellos que quieran decantarse por algo más informal, desde una buena hamburguesa pasando por una crepe, siempre pueden dejarse caer por el Copasetic (calle de la Diputació, 55). Su dueña, Therry Kapsali, junto a su marido, decidieron abrirlo hace cuatro años y medio y, desde entonces, su clientela no ha cesado.

{"zeta-legacy-image-left-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/7\/0\/1510766959507.jpg","author":"RICARD FADRIQUE","footer":null}}

«Lo bueno de este lugar es que seas celíaco o no puedes disfrutar de la comida por igual.

Lógicamente, estamos muy concienciados con la contaminación cruzada y en la cocina absolutamente todo está controlado y dividido para que no suceda, desde las tostadoras hasta las tablas de cortar», explica. No se nos ocurre mejor lugar para disfrutar de un suculento brunch el fin de semana.

En Gràcia, por su parte, se encuentra  el restaurante Gut (calle del Perill, 13). Es uno de los más antiguos, ya que abrió hace ocho años cuando la concienciación por la celiaquía no era por entonces motivo de debate, y siempre han tenido muy presentes las alergias alimentarias. Poco a poco su carta se ha ido abriendo a lo gluten free, tal como explica Joan Vilalta, su encargado: «Siempre hemos ofrecido comida flexivegetariana cuando ni siquiera el público sabía de qué trataba eso». «Nos hemos convertido en un referente de las intolerancias pero ante todo buscamos que los platos sean atractivos y tengan muy buen sabor. El paladar siempre tiene que disfrutar. El público deposita toda su confianza en nosotros y, solo así, se anima a probar muchas cosas de la carta», añade.

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/2\/1\/1510766959512.jpg","author":"JULIO CARB\u00d3\u00a0","footer":"Un veterano. El restaurante Gut de Gr\u00e0cia abri\u00f3 hace ocho a\u00f1os y ofrece unas croquetas para subir al cielo.\u00a0"}}

Si te dejas caer por ahí sería un auténtico pecado que no pidieras su pad thai de fideos de arroz con kale y anacardos, sus albóndigas de soja y calabacín o sus espectaculares croquetas. ¿Quién dijo que los intolerantes al gluten estaban castigados en la mesa? 


Los celiacos también pueden tener una vida dulce

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/7\/9\/1510765000797.jpg","author":"CARLOS VALBUENA\u00a0","footer":null}}

Años atrás era impensable, pero las pastelerías especializadas en productos gluten free que han desembarcado en Barcelona apuestan firmemente por los pasteles clásicos más populares. Desde cheesecakes hasta carrot cakes, la oferta es amplísima a pesar de que la Sacher es la que más calado tiene entre los celiacos más chocolateros. La histórica tarta, que se popularizó en las confiterías y el hotel del mismo nombre en Viena durante el siglo XIX, puede encontrarse en su versión apta para intolerantes al gluten en Jansana y Pasticelia.