GURMETIZADOS

La astronauta Ruscalleda

La cocinera del Sant Pau pone en órbita el cuarto menú temático: el Universo

Carme Ruscalleda hace un menú inspirado en el universo

Carme Ruscalleda hace un menú inspirado en el universo

Pau Arenós

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace un año y medio, Carme Ruscalleda tomó una decisión contundente que ha entusiasmado a los comensales y ha hecho rabiar a los habituales linchadores, que no se acercan al Sant Pau -ni a tantos otros sitios- pero sentencian.

Ha convertido los menús degustación en temáticos, obligándose a pensar de qué manera se relacionan los platos. De la individualidad, del uno-a-uno, al conjunto.

Los tres primeros han sido la Paleta de Colores, las Músicas Bailables y los Estilos Pictóricos: del último he colgado en el museo de mi memoria pequeñas obras maestras como las dedicadas a Frida Kahlo (bogavante y mole verde) y a Andy Warhol (lubina y chutney de plátano).

El cuarto descubre el Universo. Dos de sus cuerpos celestes ilustran esta página sin gravedad: El Planeta Azul (langostino y pulpa de limón) y El Planeta Rojo (terciopelo de tomate y fresa).

"BUSCAR NUEVOS LENGUAJES"

La astronauta Ruscalleda se atornilla el casco: "Nos provocamos el buscar nuevos lenguajes. Los menús con título y guion han aguijoneado al equipo. El cliente entra en un mundo más imaginativo, tal vez también abstracto o surrealista".

Porque no se trata de reproducir, sino de sugerir. Evocar, insinuar, inspirar. Lo otro es construir maquetas.

{"zeta-legacy-image-left-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/1\/3\/1490637512531.jpg","author":null,"footer":"El Planeta Rojo (terciopelo de tomate y fresa)."}}

La revolución tecno tiene, necesariamente, una consecuencia emocional. Las herramientas están al servicio de la historia que se cuenta. La capitana Ruscalleda ha decidido que cada pocos meses narrará una distinta. Y a quien le moleste, que meta la cabeza en un agujero negro.