Cafè de l'Acadèmia

Acogedora decoración del restaurante Cafè de l'Acadèmia.

Acogedora decoración del restaurante Cafè de l'Acadèmia.

Pau Arenós

Pau Arenós

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Cocina popular

Llovió el viernes, por lo que la opción razonable fue comer dentro, bajo los arcos que caracterizan al restaurante. Un comensal, periodista y cómico famoso, al que encontré por casualidad explicó que iba asiduamente porque era un sitio «agradable» y se comía «muy bien». Nada que comentar a lo primero y alguna consideración a lo segundo.

En la parte alta (14,45 euros; una rebaja importante si se elige la barra) del experimento pro lujo x menos de 15 euros, el menú, que cocina Blanca García, tuvo altibajos.

Mantel y servilleta de algodón. Dos tipos de pan. Aceitunas arbequinas. Copa de vino tinto. No hay elección posible en el primer plato: salteado de judías tiernas con guisantes y bacon. Un poco desecha la verdura. Sabor bien contrastado. También poblemas con la textura en el segundo: demasiado dura la llonza de cerdo. Bien definido el gusto de la salsa (de puerro), aunque poco consistente. Postre, pastel de maracuyá.

Cocina popular expresada de una  forma poco dogmática, sincrética, desde canelones a hamburguesas.