El Rei de la Màgia, 135 años de ilusionismo

Vicente Garrido hace magia. Tú dale una baraja de cartas y verás cómo se convierte en Vincent Vegas. Y dale 15 segundos para que suelte la lengua y verás cómo te arranca una carcajada. Porque Vicente/Vincent Garrido/Vegas no es solo mago: es 'magologuista', o sea, mago y monologuista. Vamos, que no se callaría ni en un número de escapismo bajo el agua, si fuera esa su modalidad preferida de magia, que no lo es: lo suyo son los trucos a un palmo de la nariz.

Lo de hablar por los codos le venía de serie. Lo del gusto por dejar a la gente boquiabierta con un simple pase a mano desnuda empezó a nacerle aquí, en la tienda que ha elegido para incluir en nuestro Museo Imaginario: <strong>El Rei de la Màgia</strong>, en la Ribera. «Yo nací en este barrio. Mi padre es aficionado a la magia, y mi madre trabajaba justo delante. Así que, cuando la íbamos a buscar, siempre nos parábamos en este lugar centenario», explica. De 1881 data esta tienda, la primera del ramo.

«Aquí me compré, además, mi primer juego de magia», añade Garrido. De aquella incipiente ilusión nació una pasión que le llevó a formarse con el maestro Amílkar, y, una década más tarde, a subirse por primera vez a un escenario, con un espectáculo benéfico. Fue la sala <strong>Cincómonos </strong>quien le dio, en el 2012, esa primera oportunidad, y a ella volvió en febrero del 2016, rodado ya como cartomago, con 'Al baúl', un 'show' de magia y humor que estuvo tres meses en este teatro y que no ha parado de girar desde entonces, hasta superar la cincuentena de bolos.

«Estamos que flotamos», dice Garrido. El plural es porque no aparece solo ante el público: comparte cartel con Albert Arribas, que hace una magia muy distinta de la suya: no hay mandíbula que se le resista. A ver cuántas dislocan a dúo en la versión renovada de su show, '<strong>Al baúl 2.0</strong>', que estrenaron el pasado 13 de enero, en Cincómonos (Consell de Cent, 283). Estarán todos los viernes a las 23.00 horas... ¿hasta cuándo? «Hasta que se cansen de nosotros».