EL MUSEO IMAGINARIO

En este lugar, como en el sexo, el tamaño no importa

El sexólogo Jordi Gascón, creador del blog Erotonomía, nos invita a visitar el Museo Erótico de Barcelona

Jordi Gascón en el Museo Erótico de Barcelona

Jordi Gascón en el Museo Erótico de Barcelona / JOAN CORTADELLAS

Imma Muñoz

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Si paseando por La Rambla, en la acera opuesta al mercado de la Boqueria, ves que una sensual Marilyn te guiña un ojo desde un balcón, no lo dudes y sube las escaleras que llevan hasta ella de dos en dos: estás a punto de adentrarte en un lugar que estimulará todos tus sentidos.

Allí nos cita el biólogo y sexólogo Jordi Gascón, que ha elegido el Museo Erótico de Barcelona como elemento de la ciudad que preservaría en nuestro museo imaginario. Un museo dentro de otro museo. Caber, cabría, porque muy grande no es, aunque si en un lugar es pertinente recordar aquello de que el tamaño no importa, es aquí. Y no solo por el miedo que da el gigantesco pene que preside una de las salas, sino porque jamás a unos metros se les sacó tanto partido: una colección de falos y dildos de todas las culturas, vibradores de los 60 con pinta de secador, 3.500 postales eróticas de la primera guerra mundial, proyección de la colección de películas porno de Alfonso XIII, una muestra de olores excitantes, grabados de Picasso y otros artistas, máquinas sexuales que harán las delicias de los admiradores de Sade, y una curiosidad: una Sex Doll expuesta en una vitrina. "En la fiesta de aniversario que organizaremos para celebrar nuestros 20 años en la ciudad se podrá tocar", explica Alexandra Emanuela, encargada de la comunicación del museo. Y aún explica una cosa más: este año van camino de hacer realidad la meta que se fijaron los propietarios del museo (es de titularidad privada) al desembarcar en Barcelona: recibir 100.000 visitas anuales.  

¿Y por qué Gascón ha elegido este lugar? Porque el sexo es básico en su vida. «Estudié biología, y durante la carrera ya me interesaba el tema, pero conocer a Valery Tasso y a la sexóloga Georgina Burgos hizo que me decidiera a cursar un máster en el tema, en Incisex, en Madrid, el primer instituto de sexología de España, y a partir de ahí entré en contacto con iniciativas como Sex Academy». Después vino la creación del blog Erotonomía, hace ya una década, que recoge su visión del erotismo, cercana a la de la gastronomía. «Tú no vas a un restaurante a alimentarte, sino a vivir una experiencia. Pues con el sexo, igual», resume. Y a partir de ahí, colaboraciones en medios (como el programa de Catalunya Ràdio 'Les mil i una nits') y una agenda repleta de talleres. El último antes de nuestra charla con él, uno de 'squirting' (eyaculación femenina) en el Aula de Sexe del Saló Eròtic del pasado octubre. La cola fue de aúpa.