OLVIDA EL 'INGLISH PITINGLISH'

10 maneras de aprender inglés sin arruinarte

Si no puedes pagarte una estancia en un país anglófono, te enseñamos cómo dominar el idioma sin gastar mucho

IMMA MUÑOZ

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Aprender inglés era uno de tus propósitos de Año Nuevo y estamos casi a mitad de año y aún no has empezado. Como si lo viéramos. Si es por falta de motivación, poco podemos añadir a a los argumentos de ventas de tanta academia y tanto curso como hay en el mercado: que si con él vas a todas partes, que si es dominarlo y dar un triple salto profesional... Ahora bien, si el problema es una cartera más seca que la mojama, sí que podemos echarte un cable: te proponemos 10 opciones para aprender inglés sin arruinarte. En 10 escenarios.


EN LA ACADEMIA

MÉTODOS PARA TRADICIONALES

Si eres de los que creen que, para aprender de verdad, nada como un sistema reglado de los de siempre, con su programa, sus libros y/o fotocopias, su profesor corrigiéndote los deberes, su pizarra (aunque sea electrónica) y sus mesas y sus sillas (aunque sean dispuestas en círculo), busca una academia.

¿Dónde está el ahorro?, te preguntarás si ya has hecho un primer sondeo de precios, en el que habrás descubierto que, de media, un curso de 3 horas semanales no baja de los 60 euros al mes (y eso pagándolo entero por anticipado y con los libros aparte, y con promociones que te eximan de pagar matrícula). El ahorro está en encontrar un centro que, además de formar a alumnos, forme también a futuros profesores de inglés, y ande buscando conejillos de indias para rodarlos.

Una propuesta muy atractiva es la que hace International House: cursos intensivos de 50 horas mensuales con profesores en prácticas a euro la hora, o extensivos de 25, 50 o 100 euros a euro la hora también. Oxford House es otra academia convencional que ofrece cursos de Inglés Económico: cuatro semanas, seis horas semanales, por 60 euros. Y sin necesidad de comprar libro. Eso sí: el mínimo de alumnos por clase, 10; el máximo, 20.

Lo malo: Si te toca el aspirante a profe avezado, genial, pero como te toque el torpe... La demanda es alta, así que hay que estar pendiente de cuándo abren grupos.


EN LA BIBLIOTECA 

MÉTODO PARA MOTIVADOS

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El 'do it yourself' (el 'yo me lo guiso, yo me lo como' de toda la vida) es una excelente opción para que aprendas inglés sin rascarte el bolsillo, sobre todo si aprovechas los recursos de las bibliotecas de la ciudad. En el catálogo, además de novelas y publicaciones en inglés de varios niveles, encontrarás diccionarios y gramáticas, métodos de autoaprendizaje que te permitirán incluso preparar exámenes oficiales, películas en versión original y colecciones como 'Speak up'.

También disponen de un servicio de descarga de audiolibros, y en las bibliotecas con salas de estudio nocturnas (Vila de Gràcia, Vapor Vell, Sagrada Família, Can Fabra, Joan Maragall...), y otras como la Jaume Fuster, se organizan grupos de conversación y de intercambio de idiomas.

Para los que tengan un nivel alto de inglés y quieran perfeccionarlo (o simplemente mantenerlo reluciente), las bibliotecas Clarà, Vapor Vell, Caterina Albert, Marina Clotet y Vallcarca ofrecen clubs de lectura en esta lengua. El libro elegido se leerá en inglés, claro, y esta será también la lengua vehicular de las sesiones.

Lo malo: Las actividades son gratuitas, lo que conlleva que puede haber lista de espera. Hay que echarle voluntad: prohibido malgastar recursos públicos.


EN LA RADIO

MÉTODO PARA OCUPADOS (Y ROMÁNTICOS)

Es indudable: cuando se tiene una vida ajetreada cuesta encontrar momentos para estudiar inglés. A una jornada laboral de diez horas (que las hay, y muchas) seguida de elaboración de cenas para el día y 'tuppers' para el día siguiente, puesta-y-tendido-y-recogida de lavadoras, montón de platos por fregar... ¿cómo le añades media horita diaria de inglés, el tiempo necesario para fijar el idioma? Pues o robándole horas al descanso o aderezando esas actividades domésticas con 'listenings and repeats'.

Internet nos permite acceder a radios en todos los idiomas que se nos ocurran, de acuerdo, pero, tratándose del inglés, tenemos la posibilidad de sintonizar una emisora incluso en el minitransistor de la abuela: Vaughan Radio, 24 horas de programación amena y muy didáctica en inglés. Aunque la emisora ha desaparecido en algunas ocasiones del espectro radiofónico barcelonés por razones que nadie se explica, en la actualidad se puede seguir en el 95.8 de la FM. Que sí, que te puedes bajar los podcasts, pero no es lo mismo.   

Lo malo: Lo de Vaughan es un imperio; comercializa cursos de todo tipo, campamentos de inmersión, libros, vídeos... En las pausas publicitarias te vas a hinchar de oír sus cuñas. Y te vas a sentir un perdedor sin futuro por no ser capaz de expresarte en inglés con la soltura con que Richard Vaughan, el creador del método, se expresa en castellano. 


EN EL ORDENADOR Y/O EL MÓVIL 

MÉTODO PARA ‘GEEKS’

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Los recursos de internet son inagotables. También a la hora de aprender inglés. Portales como Lingualia están pensados para que los cursos se adapten a las necesidades del usuario. El programa le pregunta por sus expectativas y tiempo disponible, y observa su evolución para ofrecerle los recursos (ejercicios, juegos, retos) que le permitan avanzar. Como es multiplataforma, el alumno puede estudiar desde casa, sentado frente a su ordenador, o en cualquier rato muerto, con el móvil.

Organismos como el British Council ponen a disposición de los aspirantes a anglófonos un montón de 'apps' para profundizar en el idioma, la cultura y la forma de vida de Gran Bretaña. Lo bueno de su oferta es que no le mueve el interés económico: lo que le interesa captar no es dinero, sino simpatía. 

    Y después están las redes sociales. Ahí se abre un mundo: desde redes creadas exclusivamente para el aprendizaje de lenguas (como Busuu, Babbel, Lingualia o Poliglota), hasta páginas de Facebook (teclea "aprender inglés" y verás) y cuentas de Twitter (@inglesaldia, por ejemplo, tiene 224.000 seguidores y @superbritanico, que también está en Facebook, 163.000) con el mismo fin.    

Lo malo: Muchas de estas plataformas tiene una parte gratuita y una 'premium'... y no hay color. 


EN LOS LIBROS 

MÉTODO PARA ANALÓGICOS

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Que sí, que sí: que las 'apps' están muy bien, y con el móvil te pones a estudiar inglés en cualquier sitio, y que todos esos contenidos ahí dentro no ocupan espacio... pero que tiene que haber gente para todo y tú eres de los que prefieren pasar las páginas, y subrayar y hacer los ejercicios a lápiz y borrar con goma si te has equivocado.

Pues libros hay para aburrir: los académicos, con su 'Student’s book' y su 'Workbook' con solucionario (esos son básicamente los de aburrir), y una nueva generación pensada para que, si no aprendes inglés (que si te pones, lo harás, seguro), por lo menos te eches unas risas. Tras los germinales 'Speaking in silver' y 'From lost to the river', hoy casi incunables, han llegado títulos como 'This book is the milk. El inglés que no sabías que sabías', de Vaughan, o el más reciente 'All you need is English', de Superbritánico, editado por Planeta, el último libro de estos maestros de la traducción literal, tras 'A Truth as a temple' y 'The Lemony Pear!'.

En este tercer volumen, la propuesta es aprender a partir de canciones: "Los pronombres con Adele, el presente con Queen, el pasado con The Beatles, el futuro con Muse, el comparativo con Amy Winehouse y las preposiciones con Iron Maiden", anuncian. Suena bien.  

Lo malo: No depende de coberturas ni de wifis, pero hay que completarlo con otros métodos, porque de pronunciación y 'listening', más bien poco. 


EN LA PISTA DE BAILE 

MÉTODO PARA MELÓMANOS

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Con música, como con azúcar, todo entra mejor. También esos horribles listenings con sus ejercicios de 'fill in the gaps' (completa los espacios en blanco). En esa convicción (la de que con música todo entra mejor, no la de que los ejercicios de 'fill in the gaps' son horribles). se basa <strong>Lyrics Training</strong>. Se trata de un juego: eliges una canción de entre una larga lista de títulos agrupados en una treintena de estilos (de la ópera al rock duro), le das al 'play' y, bajo las imágenes y mientras suena la música, aparece la letra del tema elegido.

Dependiendo de si has optado por el nivel Principiante, Intermedio, Avanzado o Experto, deberás rellenar los espacios en blanco que irás encontrando para sumar puntos: el 10% de las palabras, el 25%, el 50% o ¡todas! según los niveles. A partir de ahí, échale imaginación y ritmo: puedes competir contra ti mismo, montar un equipo y competir contra otro, organizar una liguilla 'one to one'... También hay karaoke y versión 'premium'. Grandes tardes... aprendiendo inglés. 

Lo malo: Ojito con que se os peguen los vicios de los artistas. Los vicios lingüísticos, queremos decir: estructuras que se retuercen, sílabas que desaparecen, giros 'gangsta'... 'Too much'.


EN LA OFICINA

MÉTODO PARA RESPONSABLES

 Tienes ganas de aprender inglés en serio. Te falta tiempo. No andas sobrado de voluntad y quieres que te controlen un poco. Además, no estás para mucho conocimiento genérico: necesitas que las clases se ajusten muy bien a tu perfil profesional. Y que no te cuesten un duro. Aunque tengas que ganártelas de otra manera: convenciendo a tu jefe para que convenza al suyo de lo beneficioso que sería para tu empresa organizar unos cursos de inglés para los trabajadores.

Tu argumento es muy potente: aprovecharéis horas improductivas para mejorar el nivel de inglés, importante para atender mejor a los clientes, relacionarse más fluidamente con los proveedores, explorar nuevos mercados. Además, sentiréis que la empresa cuida vuestra formación, y eso os hará trabajar más motivados. Pero llegará la pregunta clave:

"Y eso ¿cuánto me va a costar?". ¡Ajá! Remítelo al BOE del 10 de septiembre del 2015, que establece qué porcentaje de la formación profesional tiene que cubrir la empresa (si tiene menos de 5 trabajadores, nada; si tiene más de 250, el 40%), quién tiene derecho a una línea de crédito por formación, qué ayudas existen (las hay estatales, autonómicas y del Fondo Social Europeo)... Si lo convences, se os ha acabado comer comentando 'Narcos'. A menos que lo hagáis en inglés.  

Lo malo: Despídete del mediodía como momento de paz: ahora también va a ser un tiempo productivo.


EN EL BAR

MÉTODO PARA SOCIABLES

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Te sabes la gramática al dedillo. No hay preposición que se te resista ni 'phrasal verb' que a ti te confunda. Pero es intentar hablar y pensar 'kill me, truck'. Que no hay manera de que ganes fluidez hablando. Pues solo tienes un camino: hablar. Hablar todo lo que puedas. A ser posible, con nativos, porque así entrenarás también la oreja, que el inglés del que lo adquirió en la cuna es más duro a nuestro oído que el de quien lo aprendió como segunda lengua. Quítate esa vergüenza y ese complejo, y lánzate a hablar.

El bar, ese lugar en el que a todo quisque se le suelta la lengua, puede ser el lugar propicio para hacerlo. Sobre todo si está llenito de gente que se ha reunido allí con el mismo objetivo que tú: mejorar la fluidez oral, algunos en inglés y otros, en castellano. La oferta es amplia: busca lo que te ofrecen English Speaking ClubInglés Activa o Language & Friends. Pero quienes lo han probado recomiendan especialmente dos encuentros: The Friday Language Exchange (los viernes, a las 20.00, en el bar de la Estación de Francia) y The Thursday Language Exchange (los jueves, a las 20.30, en El Jardinet d’Aribau). El precio: la consumición.  

Lo malo: Que te olvides de tu objetivo, te sientas cómodo con alguien que hable la misma lengua que tú... y acabes mejorando la que ya dominas. 


EN EL MUSEO, EL CINE, LA MONTAÑA... 

MÉTODO PARA MUY SOCIABLES

Tal vez no seas mucho de bares, pero sí de cine, de museos, de montaña... No te preocupes: no eres el único y vas a encontrar a alguien que necesite lo mismo que tú. Qué digo a alguien: ¡a muchísima gente! Puedes ir a la biblioteca o al centro cívico y poner un papelito en el tablón de anuncios pidiendo compañeros para hacer la actividad que más te guste en inglés, pero será mucho más rápido y efectivo que entres en la página de Meetup y cliques directamente en la opción 'Practicar un idioma'. ¡Prepárate para el mundo que se va a desplegar ante ti!

Hay grupos como Enjoy Barcelona & Catalonia, para salir a descubrir paisajes y pueblos de Catalunya, con más de 10.500 miembros; Discover Barcelona in English, con 485; Barcelona International Nightlife, para vivir la noche de la ciudad, con más de 1.800 seguidores, o BCN Clandestine Networks, con más de 4.300 'clandestinos' que se reúnen los jueves en la Galería Clandestino para dar rienda suelta a su pasión por la gastronomia, la coctelería y las artes (de la fotografía a la moda). Casi nada. 

Y si ninguno de los grupos ya existentes en Meetup es exactamente lo que tú querías, puedes crear un grupo a tu medida: con lo amplia que es la comunidad angloparlante en Barcelona, solo será cuestión de tiempo que reúnas gente suficiente para que tu actividad favorita se convierta en una vía para practicar tu inglés.    

Lo malo: Que te acabes centrando más en la actividad que en el idioma. O que lo tuyo sea la natación o el submarinismo, en cuyo caso... mejor con la boca cerrada.


EN LA CAMA

MÉTODO PARA MUY, MUY SOCIABLES

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Confiesa: tú también te arrancaste a hablar en inglés por primera vez en una discoteca de Calella para probar nuevos horizontes... culturales. O peor: en La Rambla, con los marineros de la Sexta Flota que desembarcaban en Barcelona a finales de los 80 vestidos como aquellas muñecas de la mili. Claro que lo mismo tenías 14 o 15 años y construir mal una interrogativa no iba a ser un obstáculo entre tú y tu curiosidad. 

Hoy seguro que te cuesta más soltarte, pero, si lo logras, lo tienes bastante más fácil para practicar tu inglés por la vía del ligoteo. Una opción es estar ojo avizor por las calles de Barcelona y atacar a todo aquel individuo solitario que deambule mapa (o palo-selfi) en mano.

Aunque será un tiro más seguro recurrir a aplicaciones como Tinder, que, convenientemente utilizada, te permitirá conocer a angloparlantes de tu ciudad con ganas de compartir otras cosas, además del idioma. Si al final hay cita, libros como 'Inglés para pervertidos' (Grijalbo), escrito por Venus O’Hara, te proporcionarán el léxico y las expresiones que necesitarás si el intercambio lingüístico acaba en horizontal.    

Lo malo: Ojito con las expresiones que interiorices. Recuerda que en inglés es muy importante ser 'polite'.