el museo imaginario

Luis Sans, embajador del paseo de Gràcia

El dueño de la tienda de moda Santa Eulalia es un enamorado del bulevar barcelonés porque es "único en el mundo"

Luis Sans y el paseo de Gràcia

Luis Sans y el paseo de Gràcia / periodico

Ferran Imedio

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Luis Sans conoce al dedillo cada rincón del paseo de Gràcia. Porque lo ama, porque lo ha vivido casi cada día de su vida y porque es el presidente de la Associació d'Amics del Passeig de Gràcia desde hace ocho años. "Mide 1,6 kilómetros de longitud, así que es largo pero no larguísimo; y tiene 50 de amplitud, así que es ancho pero no anchísimo. Son medidas humanas", valora el dueño de la tienda de moda Santa Eulalia.

Es más, sabe hasta los metros cuadrados que tiene: "97.000, de los cuales hay unos 91.000 útiles". Si en un metro cuadrado se apretujan cuatro personas, que hagan números los que organizan manifestaciones de uno y otro bando. Pero ahí ya no se mete el empresario, que también guardaría en nuestro museo imaginario la "tolerancia" de la ciudad.

Sans regenta la tienda más antigua del elegante paseo. "Son ya 174 años de existencia, primero en la calle de la Boqueria y desde hace más de 70, aquí". De su historia personal con el paseo recuerda las visitas a casa de sus abuelos paternos, que vivían en la esquina con la calle de València; a su padre, que también era vecino del bulevar; las sesiones de cine en el Savoy; y, ya veinteañero, los trayectos en el 34 para ir a las oficinas de la tienda.

GLOBALIZACIÓN IMPARABLE

Se entristece al repasar los cierres de negocios locales que pasan a manos de grandes firmas internacionales (le apenan el adiós de Vinçon y el que ha anunciado Boulevard Rosa, adonde iba a merendar con sus abuelos cuando se llamaba Salón Rosa). "La globalización es imparable", se resigna Sansorgulloso embajador del paseo de Gràcia, calle "única en el mundo por su mestizaje: edificios patrimonio de la Humanidad y galerías de arte, restaurantes de tapas y con estrella Michelin, tiendas donde comprar una camiseta de 10 euros y un bolso de 2.000... ¿A que no hay una calle parecida".