Las 12 mejores nuevas terrazas del verano

Hoteles y restaurantes engrosan la oferta a la fresca, pese al recorte de veladores en la vía pública

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PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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La postal urbana más hedonista del verano en Barcelona la brinda una copa a la fresca. En especial al caer el sol, cuando el relax se contagia y las terrazas ejercen de punto de encuentro. El verano del 2016 estará marcado en Barcelona por un ajuste de mesas y sillas en muchas de sus casi 4.400 terrazas callejeras, en cumplimiento de la controvertida ordenanza municipal -que esta semana ha dejado sin apenas mesas a la Boqueria-, pero también por unas cuantas sorpresas. Al aire libre, los veladores que se estrenan se concentran en la Diagonal, que por fin cuenta con licencias pero con tantas restricciones que poco pueden lucir. Las novedades más atractivas llegan de la mano de nuevos hoteles que coronan así sus azoteas o jardines y de restaurantes que optan por las terrazas interiores, evitando las limitaciones de la vía pública.

Como punto de encuentro afterwork, para un cóctel de primera hora, una cena informal o una copa que ponga el remate a una velada, o incluso que abra la noche para los más noctámbulos, las terrazas de hoteles cubren diversas franjas horarias y variados tipos de público. Por contra, los restaurantes las suelen vincular a comidas y cenas, aunque cada vez más incorporan copas de primera hora para prolongar la noche.

De entre la creciente oferta del 2016, destacamos una selección de novedades del verano, así como algún establecimiento estrenado previamente pero que hasta ahora no había tenido a punto su espacio al aire libre y abierto al público. Muchas quieren romper el miedo de algunos barceloneses a terracear en los hoteles con precios más competitivos que en algunas calles y mejor servicio y escenografía, al ser espacios privados que se pueden decorar con libertad.

OHLA EIXAMPLE

Tras el éxito del Ohla de Via Laietana, el nuevo hermano de saga en el corazón del Eixample propone una doble propuesta de ocio a la fresca. Es un edificio de los 70, rehabilitado en formato vanguardista, pero que ha sabido dar color a sus espacios comunes. En la planta baja, desde el fondo se accede a una terracita interior muy agradable para tomar algo o sorprender en una reunión de trabajo. La joya la alberga su última planta en forma de segunda terraza panorámica, con piscina infinita donde los huéspedes se solazan por la mañana, pero que al caer la tarde enmarca un espacio de mesas iluminadas con alma para una  copa o una cena tanto romántica como informal, según el número de comensales.  

Lo mejor:  La escenografía a la hora de la puesta de sol y de noche del Sky Bar, con iluminación tenue y un excelente servicio. Y la posibilidad de picar algo o cenar a la fresca lo que sale de los fogones del gastronómico Xerta Restaurant.

Comer y beber:  Para muchos el plan perfecto  puede ser empezar la noche en el restaurante con un menú degustación (desde 70 euros sin maridaje) o la carta del estrellado chef Fran López y rematar la noche mirando las estrellas. Pero quien quiera un completo a la fresca dispone de una carta más informal, también con sabor de las 'Terres de l’Ebre', donde no faltan platos frescos de verano como el tartar de atún y un atractivo menú específico que incluye degustación de gazpacho, ostras del Delta, croquetas artesanas con puré de berenjena, miniensalada de mejillones, tostada de escalibada con sardina ahumada, ensalada de tomates ecológicos, cordero cocido a baja temperatura y postre de chocolate más café y agua por 35 euros.

Para tomar algo bajo las estrellas hay una amplia carta de cócteles, también de autor elaborados con soltura por la mixóloga Karina, desde 14 euros. Pero la opción más informal, como una cerveza, cuesta a partir de 4.

Ohla Eixample  (Còrsega, 289)

 www.ohlaeixample.com 

De 19.00 a 2.00 horas

MIDMOST

El antiguo Hotel Inglaterra ha resurgido este verano transmutado en el Hotel Midmost, en plena calle de Pelai. Emerge como un establecimiento nuevo, que fusiona modernidad y estilo vintage, tratando de favorecer un trato de proximidad a los huéspedes de sus cuatro estrellas y 56 habitaciones. La misma filosofía toma su terraza, que parece recrear un espacio de una vivienda particular, lleno de vegetación, área de solárium y zona de relax, con bancos de madera y mesas y sillas que recrean la estética de hace un siglo.

Lo mejor: Sus vistas alcanzan el castillo de Montjuïc a un lado, y una panorámica del bullicio de la plaza de Catalunya y el inicio de la Rambla al otro. En medio del ajetreo, es un espacio zen super agradable para tomar algo al atardecer. Pertenece  a Majestic Hotel Group, lo que es una garantía de servicio.

Comer y beber:  Su carta de copas incluye la coctelería clásica y también alguna versión propia, pero en general mojitos, caipirinhas, daiquiris y Cosmopolitan cotizan a 9,5 euros. Pese al look chic del hotel, se puede tomar una mediana por 3,3 euros y una copa de vino desde 3,9 o una botella desde 12. Pero entre la oferta sin alcohol destaca su batería de zumos naturales coldpress en distintas versiones (energizante, depurativos…). Se puede picar desenfadadamente desde quesos de agricultura ecológica a hummus con olivada, gazpacho de cerezas, ensaladas, paninis (como el de verduras a la brasa con queso de cabra y pesto) con tapeo a partir de unos 5 euros y ensaladas y carpaccios desde 9,5 euros, con el plus de proceder de pequeños productores locales. No en vano su asesora gastronómica es Martina Wast, defensora de la alimentación consciente, donde prima lo saludable y ecológico, con mucho sabor.

Midmost. Pelai, 14.  

www.hotelmidmost.com

Terraza de 12.00 a 23.00 horas.

RESTAURANTE DOP

Hace año y medio abrió sus puertas con éxito este restaurante de la zona alta que alude con sus siglas a la denominación de origen protegida y cuya terraza interior sin duda merece protección y veneración para una velada tranquila a la fresca en un ambiente íntimo. La renovación impulsada por el empresario Guillermo Ferré respira aire sereno, atemporal y también valiente, en un espacio donde otros se estrellaron. Sus 300 metros cuadrados de comedor se oxigenan con 260 de terraza , con equipo más que solvente: Juan Rodríguez Thomas comandando la cocina y José Ramón Devesa la sala, para un máximo de 122 comensales que hacen que el cliente se entregue a los platos sin agobios.

Lo mejor: Este es el primer verano que la terraza luce en su esplendor, pero sus características le permiten funcionar el resto del año con el apoyo de estufas. En ella se come o se cena, pero también es la prolongación ideal para tomar la última copa del ágape a la fresca. Delimitado con vegetación y sin saturación de mesas para no perturbar a los vecinos, es un espacio muy agradable tanto para comer en pequeños grupos como en pareja.

Comer y beber: En el plato hay espíritu mediterráneo pero también guiños al recetario vasco y al japonés. Buenas carnes (txuleton de vaca gallega) y pescados muy frescos donde se impone la materia prima, como en el rape a la Donostiarra, algunos platos personales a base de pasta, muchas delicatessen clásicas (ahumados, jamón ibérico, pulpo a feira) para quien opte por el picoteo, hits como las sardinas marinadas con nube de parmesano, croquetas de gallina al dente… Y a mediodía el peso de los arroces (seco del día y caldoso de bogavante), con precios contenidos que dejan la factura en unos 40 euros a la carta, en 22 con el menú de mediodía y 25 el de tapas nocturno. Cuentan con una generosa bodega (de 2,5 a 4 euros por copas) y buenos gin tonics desde 7,5 hasta 11 euros.

DOP (Via Augusta, 201)

doprestaurant.com

De 13.00 a 16.00 y de 20.00 a 24.00 horas. Cerrado domingos noche y lunes.

HOTEL BRUMMELL

Presumen de que está creado por amigos y de hacer sentir al cliente como en casa. Su ventaja es que está bien comunicado, pero con la sensación de quedar fuera de la saturada ruta turística, en pleno Poble Sec y a pasos de Montjuïc. Con solo 20 habitaciones y dos apartamentos, en su terraza nunca hay un gran trajín de huéspedes, y en cambio sí es un espacio amigable para el público local. Añade el mérito de haber conservado la fachada exterior de 1870 pero con un interior funcional e imaginativo donde conviven antigüedades, mobiliario a medida y piezas de Sri Lanka, importadas por Blankslate, los interioristas australianos (padres de los Federal Cafés), para darle un aire único.

Lo mejor:  La terraza  (El Patio) es íntima, interior y sin panorámicas, pero con mucho encanto. Pero la gracia es el mix de gente del barrio, modernos, algún turista…

Comer y beber: Acorde al barrio donde se enclava, la carta de su Kitchen (en colaboración con Palo Cortao) pueden presumir de una carta muy veraniega y anticrisis, que mezcla sabores patrios e internacionales. Bravas a 4,8 euros, buñuelos de bacalao a 6,5, tabla de embutidos a 12, ensaladas (Cesar o de alga wakame) por 8 euros, pulpo braseado por 14, tataki de picaña por 11,80… Una caña cuesta 1,80, un vino 3,5, un cóctel desde 8 euros.

Brummell (Nou de la Rambla, 174) 

www.hotelbrummell.com 

El Patio abre de 7.00 de la mañana a 1.00 de la madrugada, y El Bar de 19.00 a 2.00 horas.

HOTEL MURMURI

El Murmuri no es nuevo (inaugurado en el 2008 tras rehabilitar un edificio centenario), pero sí lo es la nueva terraza panorámica que acaba de estrenar, My Private Terrace. El estiloso hotel de la Rambla de Catalunya contaba con un agradable velador en el tronco central de la calle, pero ahora ha optado por abrir al público la azotea. La interiorista Kelly Hoppen ha dibujado un espacio muy íntimo, casi un refugio, con capacidad para unas 25 personas, que se eleva sobre el corazón del Eixample. No hay grandes panorámicas pero sí un cara a cara con las azoteas más próximas del entorno.

Lo mejor: su tamaño y características, como un pequeño rectángulo, la hacen ideal para eventos privados, familiares, de amigos o empresas. Pero también es muy agradable para cenar informalmente en pareja o vermutear, con la ventaja de que se reserva mesa. También aquí ofrece su pack Vermutmuri  ideal para mediodía.  Con la ventaja de sofás y butacas comodísimos, que frecuentan gente que trabaja en la zona.

Comer y beber:  El vermuteo incluye anchoa del Cantábrico, patatas chips con limón y pimienta, cóctel de olivas, una croqueta de jamón y un mejillón al vapor. Para tomar algo, vinos desde 3,9 la copa, cervezas desde 3,50, gin tonics desde 12… y a destacar su sabrosa oferta sana de zumos prensados en frío, con distintas combinaciones de frutas y hortalizas, a 5,95, impecablemente servidos. La opción gastronómica es más amplia de lo previsible, ya que suma la posibilidad de la carta de room service del hotel, más la carta del restaurante El Passatge del Murmuri. En este sentido y por la distancia que recorren los platos, es casi preferible optar por tapas y platos para compartir fríos, donde destacan el tataki de atún y el ceviche de corvina. Pero también hay opción de carnes, pescados, arroces y huevos estrellados.

Murmuri 

www.hotelmurmuri.com 

(Rambla Catalunya, 104)  De 12.00 a 24.00 horas.

HOTEL CASA BONAY

La intuición, dicen sus artífices, fue el detonante del singular Hotel Casa Bonay del Eixample derecho. Sobre un edificio (del mismo nombre) datado en 1869 con fachada neoclasicista, obra de Francisco Batlle, abrieron la puerta a un nuevo alojamiento contemporáneo hace solo unos meses (2016). Participaron en el parto creativo diseñadores de muebles, gráficos, paisajistas, y editores locales, e interioristas de Nueva York capaces de dotar del eclecticismo necesario al proyecto. El resultado es un hotel donde hay mucha vida más allá de las habitaciones, “un lugar libre de etiquetas”, dice Inés Miró-Sans, al mando junto con Lluís Rollán. Una completa oferta de restauración a cargo de Estanislao Carenzo, donde fluyen los zumos Mother, los cafés de Satan’s Coffee Corner, la moda, los libros… y desde hace pocos días una terraza donde pasar las horas.

Lo mejor: Está concebida como un chiringuito, una estructura en medio de su azotea que evoca verano y risas. Mesas de madera y mimbre, un toldo para frenar el sol, cojines mullidos y vistas al horizonte del distrito de Cerdà junto con la mirada curiosa a las balconadas del entorno invitan a disfrutar de los atardeceres.

Comer y beber: Ese espíritu chiringuitero hace que no falte el picoteo asequible (olivas marinadas, tomates con queso marinado, boquerones con hinojo, bravas con panceta… en frío; y entraña con chimichurri, codorniz con mayonesa picante en una carta que se mueve según mercado)… rondando entre los 4 y los 7 euros. Para beber, los mojitos, margaritas y daiquiris conviven con creaciones propias como el vodka con melón y romero, siempre a 10 euros. Copas de vino desde 4,5.

Hotel Casa Bonay 

casabonay.com 

(Gran Via, 700)   De 20.00 a 23.30 horas.

IKIBANA SARRIÀ

La nueva sede de Sarrià es el tercer hermano del proyecto Ikibana, con un pequeño restaurante en el Born (también con deliciosa terraza) y otro mucho más ambicioso en el Paral·lel. Comparten sabor nipo-brasileño, el surgido hace más de cien años en ultramar cuando llegaron los primeros inmigrantes japoneses al país carioca. La fusión de texturas, olores y recetas tiene como resultado una larga carta adictiva para el paladar, pero en un entorno cinco estrellas firmado por Equipo Creativo y lleno de alusiones a la naturaleza. En Sarrià han roto el gafe de los que le precedieron en ese enclave (el restaurante Dime) con llenos diarios, y la terraza como objeto de deseo de verano. Se ubica en el interior, enclavada entre edificios, pero es tan frondosa que funciona como un pequeño oasis a un paso de la Diagonal.

Lo mejor:  La puesta en escena. Han añadido árboles y plantas aquí y allá, bañadas por una iluminación suave al caer la noche y con el mismo nivel de servicio que en el interior. Hay un doble nivel de terraza. En el que queda a ras del restaurante el techo se descapota para disfrutar del buen tiempo cuando conviene, mientras que la cubierta permite mantener la temperatura al gusto. La ‘selva’ se encuentra bajando unas escaleras, como un espacio reservado donde fluyen desde grupos a veladas románticas.

Comer y beber: Para comer o cenar se suele empezar con Edamame picante, ensaladas o ceviches (blanco , de atún o salmón…, sobre los 13 euros) o gyozas, pero la apoteosis llega con sus poderosos uramakis (y hits como el Hookai, el Ikibana -Tempura de langostino, aguacate y mayonesa picante, envuelto en huevas de pez volador-, el Birimbau -Langostinos en tempura, mayonesa picante, tobikko, envuelto en salmón soasado y cebolla caramelizada-, el Bubaloo o el Hot Geisha (de 11.00 a 17.00 según piezas y receta), con sus gunkan (bolitas de arroz rellenas), sashimis y propuestas carnívoras de Wagyu.

Hay amplia carta de vinos, pero la casa se desmarca con su coctelería de alto voltaje y pelotazos como el Ikibana Fusion (12€) a base de lámina de jengibre, azúcar líquido, zumo de limón, sake o ron (o los dos...) y puré de maracuyá natural.

Ikibana Sarrià. (Doctor Fleming, 11)

ikibana.com/sarria

HOTEL NEGRESCO PRINCESS

El nuevo hotel de Princess en pleno centro es un cuatro estrellas superior abierto en diciembre del 2015 tras la remodelación total de un edificio setentero de oficinas. Tiene 129 habitaciones y amplios espacios comunes, que corona una terraza panorámica de impacto. En la azotea conviven una piscina tipo Infinity y una zona de mesas donde tomar algo a cualquier hora o comer de forma desenfadada.

Lo mejor: Es el gran desconocido de la temporada porque apenas se ha publicitado. Su mobiliario es funcional, cómodo para picar algo a cualquier hora, pero su plus es la altura, que le permite ejercer de mirador aquí y allá: Montjuïc, el Tibidabo, la Sagrada Família o la torre Agbar emergen ante la vista, aunque también se puede espiar el ajetreo del entorno, a un paso de la plaza de Urquinaona. De jueves a sábado cuenta con discjockey para animar las veladas, de 20.00 a 23.00 horas.

Comer y beber: Tiene una carta más reducida que el restaurante de abajo, pero hay muchas opciones de platos fríos, tapas calientes, sándwiches y hamburguesas. Como reclamo presentan el cóctel del día, siempre a 8 euros (otras opciones hasta 18 euros), mientras que las copas de vino o las cañas cotizan a 5 euros.

Hotel Negresco Princess (Roger de Llúria, 16-18)

www.hotelnegrescoprincess.com 

De 10.00 a 23.00 horas.

HOTEL AVENIDA PALACE

64 años de historia respaldan al Hotel Avenida Palace que, en la madurez, ha optado por abrir por primera vez su azotea a los barceloneses.  La iniciativa culmina una reforma de sus 151 habitaciones para modernizar un establecimiento de corte tradicional y familiar y con muchas historias en la recámara, como la estancia de los Beatles el 3 de julio de 1965. Desde entonces una suite temática le rinde tributo.

Lo mejor: La propuesta de este verano se llama El Altillo, y viene limitada de momento a la tarde noche de los miércoles, cuando propone los Sunset Music para ver ponerse el sol con música de fondo hasta el 14 de septiembre. La barcelonesa Ricamae ofrece versiones del pop rock internacional, pero también hay sesiones con disc jockeys o de baladas, según agenda. Las vistas sobre la Gran Via y el horizonte barcelonés también son de impresión. Atención, el aperitivo es gratis.

Comer y beber:  No hay carta ni opción de cena, pero la casa se marca el detalle de invitar al aperitivo al consumir una bebida. Hay aceitunas rellenas de queso pecorino, tomates secos, chips de verduras, guisantes de wasabi, palitos al pesto… y precios muy populares: copa de vino blanco; 2,5 euros; copa de tinto, 3,5; de cava, 2,5; San francisco, 4,5; mojito, 5,5; cerveza Moritz, 4; y combinados, 10 euros.

Hotel Avenida Palace. (Gran via, 605)

www.avenidapalace.com 

De 20.00 a 22.00 horas

HOTEL CUBIK

No es fácil elegir la mejor terraza de la cadena H10 Hotels en Barcelona. Tienen 11 hoteles, muchas de las cuales con miradores  de alto impacto. Pero en el capítulo de novedades es imprescindible la del H10 Cubik, de cuatro estrellas superior, en el casco antiguo barcelonés y con vistas privilegiadas de la Catedral y el Gòtic, sobre todo, y de Montjuïc, el Telefèric y el Mar. Tras el restaurante que ocupa la parte central, hay otra pequeña balconada ya sin mesas, para ver la otra mitad de Barcelona y la emergente Sagrada Família. También son panorámicas las de los hoteles H10, Port Vell, Marina Barcelona, Casanova y Montcada Boutique. La versión tranquila y más íntima la aportan la interiores de manzana en el Metropolitan y Art Gallery.

Lo mejor:  Abre casi todo el día para tomar una bebida o un snack, mientras que el restaurante funciona solo por la tarde-noche.  La zona de piscina es solo para huéspedes pero se puede disfrutar del resto.  Se agradecen precios asequibles en las consumiciones, con las que quieren atraer a más público local. Sus cómodas hamacas y butacas lo hacen idóneo para el afterwork, ya que además hay actuaciones musicales los jueves y viernes.

Comer y beber: Además de los platos informales de bar que se sirven todo el día, la carta de tapas tradicionales del restaurante Atik es común para la terraza de las 16.00 a las 23.00 horas. Las más vendidas (para compartir) son sus patatas bravas Cubik, un celebrado rabo de toro (10 euros) o los tacos de pulpo (13 euros). Las cervezas y refrescos cuestan 3 euros, y también hay vinos por copas a ese precio, mientras que un café con vistas vale 2,2, y un combinado, desde 8,5 euros.

H10 Cubik (Via Laietana, 69)

www.hotelh10cubik.com 

De 12.00 a 00.00 horas

HOTEL ALEXANDRA

Este hotel de diseño de Double Tree by Hilton es un desconocido para muchos barceloneses, aunque disfruta de una ubicación estratégica, a un paso de la Casa Batlló y otros iconos, pero en la calle de Mallorca, con relativa tranquilidad en un entorno de gran trajín turístico y de shopping. Por primera vez han ampliado su espacio interior de manzana y lo han abierto al público como Patio. No es muy grande pero es una de las mejores sorpresas del 2016, con paisajismo de José Farriol y abierto a todo el público desde la hora del desayuno.

Lo mejor:  Es uno de los más agradables jardines interiores de los hoteles barceloneses, una delicia al atardecer, decorado a base de vegetación y mobiliario de madera e incluso con una cubierta para proteger del sol o la lluvia. Luz tenue y calma total lo convierten en una apuesta segura para tomar algo con calma o para eventos privados. Hay mesas para parejas y también una larga para hasta 10 personas, así como zonas de sofá más informales para picar algo. Algunos días programan música en vivo.

Comer y beber: Decididos a romper las barreras que coartan a muchos ciudadanos a atreverse a adentrar en un hotel local, los precios económicos y la calidad son una de sus mejores bazas. En este oasis urbano se puede disfrutar de una caña por 1,5 euros, una copa por 2,25, un buen vino por 4 y un café a 1,5 euros. No obstante, la gran baza del Patio es gastronómica. Su carta, supervisada por el restaurador y chef Enrique Valentí, no es larga pero la calidad de sus platos sorprende en una terraza hedonista que no forma parte del restaurante principal. Así se pueden disfrutar hamburguesas gurmet (100% ternera con brie y cebolla caramelizada, acompañadas de bol de ensalada y otro de patatas por 16 euros), ensaladas copiosas y con chispa, como la de ahumados; pescados del día e incluso fantásticos solomillos –como en el restaurante Solomillo del hotel, también con horno Mibrasa- con gratin de patatas (20 euros). La hora de la copa abarca desde coctelería tradicional a bebidas saludables (Detox o energéticas) y combinados sin alcohol, como un Mojito Virgin.

Hotel Alexandra (Mallorca, 251)

www.diagonalhotels.com/es/hotel-hotel-alexandra-barcelona-a-doubletree-by-hilton/ 

De 10.30 a 00.00 y cocina de 13.00 a 23.00 horas.

RESTAURANTE SANTA CLARA

Al estar alejada del centro, en pleno Pedralbes, pasó casi desapercibida la llegada de esta estupenda terraza. De hecho, el restaurante forma parte del proyecto del nuevo hotel AC Victoria Suites, pero para abrirlo más al barcelonés han optado por darle independencia. Ocupa el espacio que dejó el afamado restaurante Neichel y firma el espacio el interiorista Jaime Beristain, que ha creado un techo y paredes de pino tintado, con amplios sofás de lino blanco. Un interior cálido y envolvente que se remata con un frondoso jardín de 300 metros cuadrados con capacidad para 60 personas, que integra mobiliario de mimbre y tonos marineros que huelen a vacaciones. Y la opción de un porche cubierto también al aire libre.

Lo mejor: Descubrirlo ahora que solo lo conocen en el barrio. La intimidad y la calma que ofrece el espacio interior, a nivel de calle. Un mobiliario comodísimo para dejar pasar el tiempo de tertulia y solaz. La opción de consumir (o comprar para llevar) en el punto de venta de la aclamada panadería Baluard, integrado en el espacio.

Comer y beber:  Su oferta gastronómica la lideran Ana López de Lamadrid y Gonzalo Galbete, del restaurante Igueldo. Cocina de mercado, de las ensaladas (desde 10 euros) a los arroces (desde 17,5) y con pescados y carnes (desde 16) potenciados con horno Josper como apuestas estrella.  Pero sus mesas también funcionan para desayunos, meriendas y aperitivos, con sabrosas opciones de tapeo.  Tragos en un entorno de postal casi a precios de barrio: caña 1,8 euros; café, 1,4; copa de vino, 3; refrescos, 2,5; vermut, 3,2; cócteles, 7,5 …

Santa Clara en AC Victoria Suites (C/ Jiménez e Iglesias, 11-13)

santaclararestaurante.com 

De lunes a viernes abre a las 7.00 y los fines de semana a las 8.00.  Los lunes cierra a las 20.00, de martes a jueves a las 23.00, los viernes y sábados a la 1.00 y los domingos a las 20.00 horas.