Iván Surinder y la Boqueria, punto de encuentro de chefs

A Ivan Surinder le puede su pasión por la gastronomía. Por eso va tantas mañanas al mercado de la Boqueria. A ver, a oler, a tocar. Y lo demás es secundario. ¿Hordas de turistas? "De acuerdo, da un poco de palo, pero intento ir temprano y así me encuentro con menos gente". ¿Pedidos por telefóno para ahorrarse el viaje? "Claro que los hago, pero me gusta ir a recogerlos en persona porque así aprovecho para ver si hay novedades en los puestos que me inspiren nuevos platos".

Queda claro, pues, que lo suyo es amor por el oficio de chef. Un amor que le transmitió su padre, también cocinero, con el que ya iba de pequeño a la Boqueria. Cuando él falleció, Surinder abrió el restaurante Tandoor (Aragó, 8) y volvió a frecuentar el mercado que tanto visita el equipo de Tickets, donde estuvo un año y medio.

DESAYUNOS EN EL QUIM DE LA BOQUERIA Y BAR PINOTXO

"Me gusta mucho ir allí por la nostalgia pero sobre todo es un lugar de encuentro de cocineros, donde discutimos sobre cómo hacer los platos y donde, si tenemos tiempo, nos sentamos en la barra de <strong>El Quim de la Boqueria</strong> o del Bar Pinotxo a desayunar". El chef catalán de origen indio valora mucho el trabajo como prescriptores de tenderos como Font, Petràs, Soley...

"Tienen una gran experiencia. Te aconsejan si un producto está en su máximo esplendor o si no vale la pena porque es demasiado caro. Es incluso divertido cuando les pides cosas raras. Recuerdo cuando pregunté en Petràs si tenían alguna seta que aguantara el curri. Nunca les habían planteado algo así, pero recogieron el guante y lograron darme lo que necesitaba. ¿En qué otro sitio puede pasar algo así?".