EL MUSEO IMAGINARIO

Una joyería donde lo más precioso no son las piedras (que también)

Elena Almirall Arnal, creadora del blog 'El Periódico de las Buenas Noticias', nos descubre la cueva del tesoro

LA CUEVA DEL TESORO Elena Almirall, acariciada por la cálida luz de la tienda de Pia (a la derecha, atendiendo a un cliente), en la calle de Verdi, 3.

LA CUEVA DEL TESORO Elena Almirall, acariciada por la cálida luz de la tienda de Pia (a la derecha, atendiendo a un cliente), en la calle de Verdi, 3.

IMMA MUÑOZ

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Fuera diluvia, pero es entrar en la joyería de Pia Amat y sentir una oleada de calidez. La de la luz de los trabajados metales y las piedras preciosas que pueblan sus vitrinas, sí, pero también la de la sonrisa con que Pia se mueve entre ellas, explicando cómo las ha tallado, de dónde han salido esta y aquella pieza, qué es lo que singulariza su tienda.

Esa misma calidez envolvió a Elena Almirall la primera vez que pisó la tienda, y como ella -profesora de historia y arte, creadora del blog 'El periódico de las Buenas Noticias', y autora del maravilloso libro de microrrelatos 'Historias que acaban aquí' (Arola) y del viaje interior 'Lo que había tras los velos' (Olañeta)- es muy de valorar esas cosas, se quedó prendada de las joyas y de las sonrisas y escribió a Pia para decírselo. De ahí nació una amistad y quién sabe si también la curiosidad que ha llevado a Elena a estudiar talla de gemas primero y ahora Gemología, con tesis doctoral en curso y todo.

«Descubrí la joyería hará cinco años, un día que paseaba por la calle Verdi matando el tiempo para ir al cine. Fue un flechazo: me enamoré del trabajo de Pia y del ambiente mágico que ha creado en la tienda», explica. Así que habló de ella en 'El Periódico de las Buenas Noticias', la moleskine virtual que le sirve para compartir cada día con más gente -son ya nueve años, con una media de 20.000 visitas mensuales- pensamientos, descubrimientos, detalles que la ayudan a ser feliz.

«Ya hay bastante amargura. Yo intento aportar destellos de buen rollo», dice. Como los que ella encuentra en esta cueva del tesoro, con sus joyas únicas («el 70% de las piezas son diseños míos, así que no las encontrarás en otro sitio», explica la joyera) en las que lo más precioso no son las piedras.