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Abre la primera tienda de humor

En La Llama te puedes encontrar desde un T-Rex hasta un espray bucal para hablar con tu gato

Ana Sánchez

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En pocos sitios te sientes mejor cuando se te pone el culo gordo. Abi te lo garantiza mientras te vas convirtiendo en dinosaurio. En el T-Rex inflable de la foto, un habitual de los GIFs que hay por internet. Tiene razón: en cuanto el culo de aire se expande, sientes la misma ligereza que con el trasero millonario de la Kardashian. Poca broma: en EEUU se enfundan este T-Rex para ir al <strong>gimnasio</strong>. Sonríes por inercia en cuanto empiezas a caminar como un luchador de sumo. Seguirás riéndote sin disfraz al menos tres veces por minuto. Esta es una tienda con efecto gag.

«La primera tienda del mundo especializada en humor», se anuncia en <strong>Twitter</strong>. Al menos es la primera que se declara así, dice Kike. Es Kike García, la mitad de <strong>El Mundo Today</strong>, ese diario satírico online que confunde a Julian Assange. Escondida tras el mostrador está Abigail L. Enrech. Lleva 13 años en el sector del arte, pero en cuanto te descuides irá a disfrazarse de T-Rex. A ella se le ocurrió la idea en la ducha. Bombilla, plim: ¡Una tienda de humor! Le puso el nombre de un 'sketch' aflamencado de los Monty Python<strong>La Llama</strong>. «Es bonito, es en español, es muy tonto», justifican. Lo confirma una foto en la pared de la llama con John Cleese. El <strong>logo </strong>de la tienda añade chispa: la llama (animal) ante una llama (de fuego).

Cuando les preguntan por qué han montado la tienda, enseñan uno de los jabones que venden: 'Pretty good at bad decisions', se lee en la etiqueta (bastante bueno en malas decisiones). «Lo veremos en un año», se ríen. La tienda lleva abierta apenas dos semanas. Este sábado, día 25, hacen la <strong>inauguración oficial</strong> con vermut. En breve empezarán a organizar exposiciones y 'stand-up comedy'. Hay una galería al fondo.

ESPRAY PARA HACER SIESTAS INSTANTÁNEAS

¿Qué se puede encontrar aquí? Un espray bucal con el que echarse siestas instantáneas, asegura la etiqueta. Un jabón nihilista que no tiene aroma a nada, claro. Hay quien les ha preguntado si funciona bien la botellita para «hablar instantáneamente con tu gato».

«Libros, arte y objetos que pretenden ser graciosos», resumen ellos. Tienen cojines de pedos y chistes que han estado en el MoMA. Ahí está el paño de cocina de las <strong>Guerrilla Girls</strong> -esas superheroínas con careta de gorila- con «las ventajas de ser una mujer artista». O el ambientador para eliminar el olor a patriarcado.

Hay productos dignos de <strong>El Mundo Today</strong>. Como los Papalmint, chicles con la cara del Papa sonriente que tendrás que pagar religiosamente. El diario satírico anunció hace tiempo que el Vaticano había aprobado una droga que permitía ver a Jesucristo y recuperar la fe.

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Hay muchos, muchos libros y cómics que dejan la mandíbula dolorida. Revistas antiguas de <strong>Hermano Lobo</strong>. Ilustraciones de <strong>Paco Alcázar</strong><strong>Morbix</strong><strong>Joan Cornellà</strong><strong>Miguel Noguera</strong>. Tazas, juegos, incluso petacas de <strong>David Shrigley</strong>. Tienen a <strong>Mortadelo</strong>, pero también a <strong>Kafka</strong>. Humor negro, blanco, neurótico, satírico.

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Humor que te hace pensar. «Cuando algo te sorprende, te tienes que preguntar por qué -apunta Kike-. Todos los chistes del mundo hacen pensar, unos más, otros menos. Hay un cortocircuito. Y todo lo que tenemos en la tienda responde a ese cortocircuito». Desde un lápiz gigante hasta unas manos diminutas que se ajustan a los dedos. Es el 'hit' de la tienda. Ideal para «aplaudir sarcásticamente» -indican sus sugerencias de uso- y «dar palmaditas en la espalda cuando alguien merezca ser felicitado solo un poco».