LA CANTANTE ACTÚA HOY EN LA NOVA JAZZ CAVA

Voz de ron y caramelo

Carme Canela abre el 33º Festival Jazz Terrassa con 'Granito de sal', un disco titulado con la canción que le dedicó Gato Pérez

Voz de ron y caramelo_MEDIA_1

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ROGER ROCA
BARCELONA

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Gato Pérez la grabó en 1982. En su primera estrofa, la letra recuerda con nostalgia a una cantante, la primera rumbera, la que trajo la canción cubana al Paral·lel de Barcelona. Y en la segunda, esa rumbera vuelve, reencarnada en una niña de ron y caramelo que baja del barrio donde las calles trepan. La voz juvenil que devuelve la rumba a la ciudad y que inspiró a Gato Pérez para componer Granito de sal es la de Carme Canela. «Antes me daba mucha vergüenza decirlo. Pero ya soy mayor y me lo han contado sus amigos: Sisa, la Voz del Trópico, Carles Flavià... Así que ahora ya lo puedo decir. Sí, Gato Pérez me dedicó una canción. Nos conocíamos personalmente y puse voces en algunos discos suyos pero nunca hablamos del tema. Éramos tímidos, ya ves». Sonríe al recordarlo.

Carme Canela recupera la canción que le dedicó Gato Pérez para titular el disco que presenta hoy (a las 22.00 horas) en un concierto en la Nova Jazz Cava que grabará TV-3. Granito de sal es un álbum hecho de canciones con nombre de mujer, aunque no un disco conceptual. Canela admite que solo buscaba un pretexto para volver a trabajar con el pianista Joan Monné.

Más allá de los géneros

No es un disco temático sobre mujeres, pero sí tiene un hilo argumental: la idea que cultiva Canela a lo largo de toda su carrera de que para una cantante de jazz, no debería haber géneros vedados. «Me considero músico de jazz porque juego con la melodía, por la interacción con demás músicos. Pero siempre he buscado canciones bonitas, vengan de donde vengan». En Granito de sal conviven, entre otras, El testament d'Amèlia, un éxito de los Beatles, Marta de Joan Manuel Serrat, una canción de Frank Zappa y varias piezas brasileñas. Y entre esa colección de favoritas, una única partitura de origen jazzístico, Pannonica, de Thelonious Monk. «Hace años, cuando fui a estudiar a EEUU, me di cuenta de que ser de aquí es una ventaja: ellos hacen muy bien su repertorio, pero nosotros sabemos lo que es un bolero, conocemos el son, la música brasileña, el flamenco». 

Recuerda que en Catalunya los músicos de jazz de su generación construyeron esa identidad artística mestiza sin referentes cercanos y está orgullosa de haber ayudado a las generaciones que vinieron después con su ejemplo. «He tenido el privilegio de verlas empezar a todas: Celesta Alías, Carola Ortiz… Sílvia Pérez-Cruz me dijo que a la primera cantante de jazz que vio jamás en directo fue a mí. Yo no tuve nadie en quien fijarme. Como profesora siempre les digo lo mismo: busca tu verdad».

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