tú y yo somos tres

La voz de los estafados

FERRAN MONEGAL

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Que Miguel Ángel Revilla, con su sanísimo humor agropecuario, sus mensajes nítidos y su indiscutible claridad argumental, está conectando con la gente de una manera formidable no es ninguna novedad. Pero desde que ya no es presidente de Cantabria imprime en sus apariciones televisivas un plus fantástico: pasión e indignación, combinadas, en clave de denuncia, sobre las tropelías que están sucediendo en España. La madrugada de ayer, en La Sexta noche, tuvo una intervención colosal. Aplaudíamos todos a rabiar. Se refirió a esos miles de personas atrapadas en las llamadas participaciones preferentes que han sido engañadas por bancos y cajas. Contó que recibe cientos de cartas de afectados, la mayoría ancianos jubilados, a los que han esquilmado sus ahorros de forma intolerable. Trajo una carta como ejemplo y resumen de esta canallada: la de un humilde matrimonio octogenario que, después de 60 años trabajando de sirvientes en una buena casa, habían logrado ahorrar 100.000 euros. Los ahorros de su vida, arrebatados. Y ahora tienen que malvivir con los 400 euros de la pensión y no tienen ni para comprarles a sus nietos un detalle. Se indignó Revilla. Con voz tronante y airada, señaló a los responsables de este latrocinio. Y de la indignación pasó a la emoción más profunda. Una acuosa pátina inundó sus ojos. Y exclamó: «A partir de ahora, cada vez que tengáis a bien invitarme, vendré a la tele a ser la voz de los estafados». ¡Ahh! Revilla habla claro. Llama a las cosas por su nombre. No utiliza subterfugios oratorios para maquillar lo que pasa. No hace trampas. Miguel Ángel Revilla se ha transformado en nuestro Stéphane Hessel cántabro.

XAVIER VINADER.- Ha habido otro momento, en esta notable sesión de La Sexta noche, que a mí también me ha emocionado. Fue cuando estaba Jordi Évole en el plató, recibiendo la calurosa y merecida felicitación por sus primeros cinco años de Salvados. Le tenían preparada una sorpresa: Xavier Vinader, al teléfono, felicitándole. ¡Ahh! No sé si las jóvenes generaciones saben quién es Xavier Vinader. Les recomiendo que visiten el archivo de Interviú, los ejemplares de 1979 en particular, o su legado donado al Centro de Estudios Históricos Internacionales, para que sepan lo que es la fusión de reportaje y compromiso. Periodismo incómodo, en estado puro. Le costó exilio y cárcel. Querido Xavier, ¡un abrazo!