EL FESTIVAL DE VERANO DE BARCELONA

De viaje con Serrat

El 'noi del Poble Sec' emocionó al público con las emblemáticas canciones de su repertorio en la primera de sus cinco actuaciones en el Teatre Grec, para las que ya no quedan entradas

Joan Manuel Serrat, durante el concierto de anoche en el Teatre Grec.

Joan Manuel Serrat, durante el concierto de anoche en el Teatre Grec.

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / BARCELONA

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Un viaje. Un emotivo recorrido por las canciones que mejor resumen la vida y la obra de Joan Manuel Serrat. Un trayecto hecho en compañía de un público entregado, inmerso en un ejercicio de memoria colectiva, con el imaginario poético, costumbrista y reivindicativo del cantautor. Eso es lo que fue el primero de los cinco conciertos (para los que ya no quedan entradas) que el noi del Poble Sec ofreció en la calurosísima noche de ayer, en lo climatológico y lo artístico, en el abarrotado Teatre Grec, tan cercano al barrio de su infancia.

«Les agradezco que me hayan decidido dedicar una de sus noches a este recital», dijo Serrat a una audiencia que le había recibido con una clamorosa ovación. Hubo mucha emoción en el reencuentro con un anfiteatro que ha sido tantas veces testigo de sus éxitos. Y también mucha nostalgia asociada, y no precisamente como un error, con un temario que recorrió paisajes y paisanajes, sabores y olores de mar, escenarios cotidianos e inmensas versiones poéticas de Antonio Machado o Salvat Papasseit interpretadas con la convicción de quien cree en lo que hay tras esas palabras..

Vestido con traje oscuro y camisa lila, Serrat, tan comunicativo como siempre, ironizó sobre sus 50 años de carrera. «Esos que dicen que no pesan se lo tendrían que hacer mirar». El Nano se enfrentó a un repertorio que transitó por sus temas más emblemáticos, corpus de un recital servido con sobriedad escénica pero musicalmente impecable en su concepción. El poeta de las pequeñas cosas y un quinteto formado por por Ricard Miralles (dirección y piano), José Mas Kitflus (teclados), David Palau (guitarra), Vicente Climent (batería y percusion) y Ray Ferrer (contrabajo y bajo eléctrico). ofrecieron una sesión de gran intensidad.

Grandes hitos de su carrera

Cançó de bresol abrió el fuego de la sudorosa velada, en la que se dieron cita hitos como Mi niñez, De cartón piedra, De vez en cuando la vida, Helena, la aclamada Temps era temps y Cançó de matinada. No faltaron Algo personal, Me'n vaig a peu y la sensible Pare, además de Barcelona i jo, Hoy puede ser un gran día, Seria fantàstic y el himno Mediterráneo, entre otras. Gritos de «¡guapo!» procedentes del anfiteatro salpimentaron la actuación.

Una de las sorpresas fue la presencia de la cantante israelí Noa, invitada a interpretar a dúo con el cantante Es caprichoso el azar. Romanticismo a flor de piel en esta canción grabada por ambos hace unos años y que figura también en el cuádruple álbum del 50º aniversario de su carrera, Antología desordenada. Después, Noa cantó en solitario un pupurrí de sus éxitos, incluida una versión de El cant dels ocells, e hizo, en catalán, un encendido elogio de Serrat. Hoy será el turno de Sílvia Pérez Cruz y probablemente se produzcan nuevas apariciones en sus galas barcelonesas.

Por supuesto, no faltaron las coreadas Paraules d'amor y Cantares. Serrat se mostró eufórico ante una noche de sentido homenaje: «Ha sido una noche fantástica. Y miren si les quiero que hoy podría estar en casa viendo la final de la Copa América o viendo a Bob Dylan, y aquí estoy, pasándomelo a lo grande». Por suerte, para los que todavía no han podido disfrutar de las citas de esta larga gira, que se inició en febrero en Montevideo, quedan cuatro conciertos más en el Grec.