La versión de 'Soy leyenda' que jamás veremos

Se edita 'Las criaturas de la noche', el guion censurado e inédito que Richard Matheson hizo de su famosa novela

Una imagen del escritor de ciencia ficción y terror norteamericano Richard Matheson

Una imagen del escritor de ciencia ficción y terror norteamericano Richard Matheson

ELENA HEVIA / BARCELONA

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Es paradójico que para situar a Richard Matheson casi siempre se deba echar mano del cine. Así Matheson sería el autor de la novela que propició esa joyita cinéfila que es 'El increíble hombre menguante' o del cuento que sirvió de base a 'El diablo sobre ruedas', el debut de Spielberg en la dirección. No parece importar que el unánimemente considerado maestro popular de la literatura de ciencia ficción y el terror haya sido el gran renovador del género en los años 50 -junto a Ray Bradbury o Robert Bloch- y que abriera de par en par una puerta por la que años más tarde circularía Stephen King y buena parte de los terrores contemporáneos. El cine siempre pesa más.

La paradoja es que Matheson, creador de imágenes de gran impacto en su literatura, no creía haber tenido excesiva suerte con las adaptaciones cinematográficas de su obra maestra, 'Soy leyenda'. Es sabido: sigue las solitarias y cotidianas penurias del último superviviente en un mundo en el que una plaga ha transformado a los hombres en vampiros.  Las tres películas, de un modo u otro, traicionaban el original. «No sé por qué Hollywood sigue fascinado por mi libro  cuando nunca se han preocupado por filmarlo tal y como lo escribí», se quejaba el autor.

Ahora, un año después de la muerte de Matheson, el sello Minotauro en la edición conmemorativa del 60 aniversario de la novela aporta a modo de 'bonus track' el guion cinematográfico que el propio autor realizó en 1957 -tres años después de la aparición del libro- y que nunca llegó a rodarse porque chocó contra la susceptibilidad de la censura estadounidense complicando su distribución.

Truculencias

El filme frustrado, que trasladaba la acción de Los Ángeles a Inglaterra, iba a ser producido por la  británica Hammer, que albergó las puestas al día de clásicos como Frankenstein y Drácula y, dirigido por Val Guest, un artesano de la casa. La lista de las objecciones de la censura -se especifican junto al guion- se ceba en las palabras malsonantes  -inconcebibles entonces eran los 'fucks' en la pantalla-, pero sobre todo en las escenas explícitas de terror gore en las que los vampiros -y especialmente las vampiras, no hay que olvidar que Robert Neville, el protagonista, práctica una castidad forzosa- muerden y destrozan cuerpos a mansalva.  Así la Hammer vendió el proyecto a su distribuidor en Estados Unidos y en algún momento se barajó la posibilidad de que la película pudiera ser realizada por Fritz Lang, todo un experto en colocar a sus personajes en situaciones extremas y en darles entidad en su soledad.  Una lástima, no pudo ser.

El guion de Matheson fue totalmente reescrito por William F. Leicester y acabó siendo filmado en Italia con Vincent Price como protagonista, en uno de esos errores fatales de 'casting' que junto a una evidente escasez de medios no contribuyeron a hacer de la película un producto memorable. Price, uno de los actores más carismáticos del género, para quien Matheson había escrito varias películas que dirigiría Roger Corman, no convenció al escritor,  «con la excepción de un par de escenas conmovedoras». Tampoco, el final crístico que hace de la sangre del protagonista inmune al virus  vampirizante una ansiada comunión salvadora.  No hay religiosidad en Matheson que, descreido, se preguntaba con no poca ironía:  «¿Un vampiro musulmán también retrocedería ante la cruz?».

Pero mucho menos le gustó al autor la versión setentera protagonizada por Charlton Heston, en plan macho alfa, metralleta en mano, a la caza de unos psicópatas albinos denominados 'la familia' directamente inspirados en los Manson por entonces en boga. Y eso que Heston se había enamorado de la novela gracias a una recomendación de Orson Welles durante el rodaje de 'Sed de mal'.

La tercera intentona es el 'blockbuster' 'Soy leyenda' protagonizado por Will Smith y localizado en un impactante y desértico Nueva York que reflejaba bien la angustiosa desolación original para luego perderse en su resolución final. «La verdad es que me gustó bastante. No era mi obra pero me pareció bien terminada», reconoció el autor.

Sin embargo, la película que más y mejor ha bebido de 'Soy leyenda', la novela, no reconocía el nombre de Matheson en los créditos. 'La noche de los muertos vivientes' de George A. Romero puso  aparentemente el kilómetro cero en ese apocalipsis zombie que tanta fortuna ha cosechado en ficciones actuales como 'The walking dead' o 'Guerra mundial Z'. Pero fue  Matheson el que echó a rodar ese temor. Un día vio  la película de Romero en televisión y se dijo. «No sabía que habían vuelto a filmar 'Soy leyenda'. Dicen que es un homenaje, lo que significa que no tiene que pagarte los derechos de tu libro».