Venecia, abierta a todo

Títulos de prestigio que acapararán nominaciones en los próximos meses, grandes nombres del cine de autor actual y directores instalados en la periferia de las periferias cinematográficas. En suma, un poco de todo. La Mostra de Venecia abre este miércoles su 72ª edición dispuesta a despejar sospechas acumuladas a lo largo de un pasado reciente en el que el nivel artístico no siempre estuvo a la altura. A continuación un repaso a lo más destacado de su programación.

LA HISTORIA HECHA CUENTO Buena parte de la artillería pesada del festival son ficciones basadas en sucesos y personajes que poseen entrada en la Wikipedia. Dentro del concurso, por ejemplo, destacan el drama The danish girl, en el que Eddie Reymane da vida a una de las primeras personas de la historia en someterse a un cambio de sexo; Rabin, the last day, reconstrucción del asesinato del que fuera primer ministro israelí Isaac Rabin a cargo de su paisano Amos Gitai; y El clan, de PabloTrapero, que rememora una serie de crímenes cometidos por Arquímedes Puccio y su familia que sacudieron Argentina a principios de los 80.

También fuera de la competición el arte se inspira en las hemerotecas. En Spotlight Michael Keaton encarna al reportero del Boston Globe que hace algo más de una década destapó un escándalo de abusos sexuales en el seno de la iglesia católica. Black mass nos trae a Johnny Depp en la piel del mítico gánster James Bulger, y la encargada de abrir este miércoles el certamen es Everest, con un gran reparto con Jake Gyllenhall, Josh Brolin y Keira Knightley, y que recrea el drama de un grupo de alpinistas que en 1996, mientras trataban de ascender el pico más alto del mundo, se enfrentaron a la madre de todas las tormentas de nieve.

RELATOS SALVAJES Durante los próximos 10 días Venecia será un mundo cruel. Los ejércitos de niños soldados africanos son el asunto principal de Beasts of no nation, de Cary Fukunaga, uno de los títulos más esperados de la competición -ojo a la interpretación de Idris Elba en la piel de un señor de la guerra-,y el thriller Remember, de Atom Egoyan, echa mano de un tema socorrido pero siempre eficaz: el nazismo.Fuera de la competición veremos El desconocido, trepidante intriga de Dani de la Torre que encierra a Luis Tosar en un coche lleno de explosivos, y La calle de la amargura, que relata la muerte de dos luchadores enanos a manos de unas prostitutas. Es lo nuevo del mexicano Arturo Ripstein, a quien el festival además concede un premio en honor a medio siglo de carrera.

GÉNERO PARA GURMETS La competición veneciana aparece trufada de historias con vocación de serie B reconvertidas en nutriente para amantes del cine de autor. Seis años después de Yo soy el amor, el italiano Luca Guadagnino mecla romance, thriller y drama psicológico en su nuevo largo, A bigger splash: Tilda Swinton, Ralph Fiennes y Dakota Johnson atrapados en una espiral de celos, pasión y peligro. También mezcla géneros Marco Bellocchio en Sangue del mio sangue, que toma material propio de un drama de época –una aristócrata del siglo XVII obligada a hacerse monja que, a causa de sus escarceos amorosos dentro del convento, dará con sus huesos en la cárcel- y le añade un giro vampírico. Y, en Equals, el estadounidense Drake Doremus se sirve de los actores Kristen Stewart y Nocholas Hoult para reinventar el melodrama, en concreto ambientándolo en un futuro en el que las emociones han sido erradicadas.

CINCO PERROS VERDES Al festival de Venecia se le puede criticar por varios motivos, pero ir a lo seguro no es uno de ellos. La competición de este año muestra una voluntad de riesgo que ya habrían querido para sí las de Cannes o Berlín. La ejemplifican cuatro títulos: 1. Francofonia, de Aleksander Sokurov, que ha sido rodada íntegramente en el Louvre parisino y promete ser el tipo de experimento visual que el ruso ya ofreció en El arca rusa; 2. Anomalisa, de Charlie Kaufman, primera incursión en el cine de animación de uno de los guionistas más intrépidos del cine americano; 3. 11 minutos, de Jerzy Skolimowski, un ejercicio de narraciones paralelas que acompaña a varios personajes durante 660 segundos; y 4. Heart of a dog, o las reflexiones de la performancer Laurie Anderson sobre las muertes de su perro, su madre y su marido, Lou Reed. Y añadamos a esta lista de ficciones francotiradoras otra que también medita sobre la pérdida: Zero, ambicioso cortometraje que Ridley Scott y Michael Fassbender le han producido al manresano David Victori.

EN HONOR A LA VERDAD No aspiran al León de Oro, pero eso no impedirá que este año los documentales acaparen miradas. Noah Baumbach y Jake Paltrow firman a medias De Palma, en el que el cineasta Brian de Palma reflexiona en profundidad sobre su vida y su obra. En Janis, la estadounidense Amy Berg recuerda a la malograda rockera Janis Joplin, y de música muy distinta -la copla, la zamba, la chacarera- se nutre lo nuevo de Carlos Saura, Zonda, folclore argentino. Por último, la guinda del pastel la pone In Jackson Heights, paseo por uno de los barrios más racialmente diversos de Nueva York a cargo de Frederick Wiseman, considerado el mejor documentalista vivo.