VIÑETAS QUE AÚNAN INFORMACIÓN, ENTRETENIMIENTO Y DIDACTISMO

Bocadillos de economía

Tres cómics y un manga de 'El capital' de Marx acercan crisis y plusvalías al lector de a pie

'ECONOMIX' 3 Un revelador cómic que lleva por subtítulo: 'Cómo funciona le economía (y cómo no).

'ECONOMIX' 3 Un revelador cómic que lleva por subtítulo: 'Cómo funciona le economía (y cómo no).

ANNA ABELLA
BARCELONA

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Ante la Gran Depresión americana de los años 30, los economistas decían: «A la larga, cualquier crisis se marcha por donde ha venido» y «la economía mejorará a largo plazo». Esto llevó al economista británico John Maynard Keynes a responder con el primerchistemacroconómico de la historia: «Y a largo plazo todos estaremos muertos». De esta anécdota se hacen eco los recientes títulos que, ahora que la economía está en boca de todos pero pocos comprendemos todos sus entresijos, han llegado oportunamente a nutrir la nómina de cómics que la traducen a un lenguaje inteligible y sin complejos, y con altas dosis de didactismo, humor y entretenimiento. De hecho, siguen la senda que viene transitando el catalán Aleix Saló (Españistán,Simiocracia,Europesadilla), aunque sin tanta vena satírica y más divulgativa, tres libros que llegan de Estados Unidos: el completísimoEconomix(Lunwerg), de Michael Goodwin e ilustrado por Dan E. Burr, y los dos volúmenes firmados por Yoram Bauman y el dibujante Grady Klein -Introducción a la macroeconomía en viñetaseIntroducción a la microeconomía en viñetas(Debate)-. A ellos se suma todo unbestselleren Japón (120.000 ejemplares vendidos): la versión manga deEl capitalde Karl Marx (1818 - 1883), que publica Herder, traducido del japonés y adaptado al orden de lectura occidental, para comodidad del no habituado al cómic nipón.

Con dibujos del equipo de ilustradores de la editorial japonesa East Press C., esta versión de Kosuke Maruo logra transmitir el mensaje de la obra original de Marx, que vuelve a la palestra por su ahora tan necesaria búsqueda de alternativas al sistema capitalista, que él tanto criticó y tan bien diseccionó, en su deseo de una sociedad más justa e igualitaria, en pro del socialismo. A través de viñetas en las que aparecen tanto Marx como Engels (que acabó el libro tras la muerte del primero) y narrando la vida de un artesano quesero que inicia un proceso de industrialización gracias a un inversor capitalista, se explican conceptos como la plusvalía, el valor del dinero, la compra-venta de la fuerza de trabajo, el funcionamiento de los bancos, la ley de la oferta y la demanda...

En el manga, Engels apunta ya en el siglo XIX que la «recesión y la crisis siempre planean sobre la sociedad capitalista». Bauman, doctor en economía medioambiental en la Universidad de Washington, que hace unos días visitó Madrid (ver página siguiente), explica enMacroeconomía«cómo crecen y cómo se desploman las economías». Aunque es optimista sobre el fin de la pobreza en el siglo XXI, no lo es tanto sobre la crisis mundial, que ve como un profundo agujero del que costará salir, y cree que es un error la política de recortes porque impide el crecimiento. De ahí el famoso pez que se muerde la cola: a menos ingresos, la gente gasta menos y las empresas reducen beneficios, cierran y despiden a más trabajadores y la economía se hunde.

SUELDOS ALTOS / Tanto Bauman, como Goodwin enEconomix, recurren a las fuentes originales. A premios Nobel y economistas, como Malthus, David Ricardo, Keynes, Marshall, Marx y Engels, y reivindican las ideas de Adam Smith, quien en el siglo XVIII defendía los salarios altos (que se lo digan hoy a la patronal) porque, decía, van en beneficio del conjunto de la sociedad y rompen el citado ciclo nefasto, ya que, al estar bien pagados, los obreros pueden consumir más y convertirse en motor de la economía, además de ser «más activos, diligentes y competitivos». «Ninguna sociedad puede florecer y ser feliz si la inmensa mayoría de sus miembros (los trabajadores) son pobres y miserables», afirmaba. Ya entonces Smith denunciaba que los grandes capitalistas engañaban a los gobiernos y presionaban a los políticos para establecer leyes que les favorecieran. «Los grandes capitalistas no deben ser los gobernantes de la humanidad», advertía...

Además de aclarar a los simples mortales qué son y cómo funcionan cosas como el PIB, los tipos de interés, la inflación, las pensiones o los salarios pegajosos (los que suben durante una expansión y se quedan pegados, tardan en bajar, en recesión), estos cómics también alertan del impacto de la economía en el medio ambiente o aconsejan «no poner todos los huevos en la misma cesta» en materia de inversiones y depósitos.

El recorrido histórico, sobre todo enEconomix,es exhaustivo. La revolución francesa, la industrial, la rusa, elcrackde 1929, las dos guerras mundiales, la guerra fría, la crisis del petróleo... hasta la actual, aunque tanto Bauman como Goodwin, adolecen del prisma americano y no profundizan en la crisis de Europa.

Bauman ve en el cómic «una poderosa herramienta de comunicación». Goodwin va más allá. «La información es solo el primer paso. El mundo necesita más que nunca, que pasemos a la acción».