Van Voss describe en "La última guerra" la conexión entre pasado y presente

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Según el escritor holandés Daan Heerma van Voss, hay "cosas del pasado que explican el presente" y eso es, precisamente, lo que ha querido demostrar en su última novela, "La última guerra", con la que invita a reflexionar sobre cómo la historia se repite y cómo los prejuicios condicionan a la sociedad.

"Es necesario hablar de la historia para que no se repita de nuevo", dice en una entrevista con

"Cuando yo crecí en los noventa, nadie hablaba de la II Guerra Mundial porque era pasado y, por eso, yo quise crear un personaje que, además de hablar de cómo hay que hacer las cosas después de lo ocurrido, se preocupara también por el pasado", señala el holandés, que también es periodista y que, a sus treinta años, ya tiene otros cuatro libros publicados.

En "La última guerra" hay tres espacios temporales: un primero que hace referencia a la actualidad; otro que ocurre hace quince años y un último que traslada al espectador hasta la II Guerra Mundial, momento histórico que se detalla a través de la experiencia del protagonista de la novela, Abel Kaplan, en el campo de concentración de Auschwitz.

"Creemos que la historia está lejos, pero la historia terminó esta misma mañana", opina el novelista, que también ha hecho hueco entre las páginas de su último trabajo para abordar temas cotidianos como las relaciones de pareja o para relatar problemas atemporales como el acoso escolar.

El libro "va" sobre la repetición de la historia y sobre cómo el modo en el que se percibe a los extraños "nunca cambia" y el bullying sigue el mismo patrón, pero a pequeña escala, porque trata de alguien que molesta a otro que es inseguro, explica Van Voss.

Esa es también, dice el escritor, "una buena metáfora" de lo que ocurre hoy día con la sociedad porque, desde su punto de vista, "hay gente que está siendo maltratada y que intenta escapar", como sucede con los refugiados.

"En muchos casos, la gente piensa que los refugiados son víctimas a los que tienen que salvar y ni lo son ni quieren serlo", sostiene el holandés, que intentó con la novela "jugar a ese juego entre culpables e inocentes" en el que no se sabe bien quién es quién hasta el final del libro: "Así es como funciona la vida", dice.

La misión de la literatura no es, según Van Voss, destruir los prejuicios o indicar "cómo deben comportarse las personas", pero está convencido de que "la buena ficción te hace reflexionar y examinar" y eso es lo que ha pretendido que el lector haga mientras lee "La última guerra".