Una triple crisis

Caída de ventas, recorte de oferta, de estructura, de gastos y de personal, desconcierto a la hora de saber qué tipos de libros tienen aún futuro, concentraciones para ganar tamaño y proliferación de sellos alternativos de nuevos editores mientras nombre s míticos se despiden, indignación ante la decisión de gran parte de los lectores de dejar de pagar por leer on line... La crisis en el sector editorial es múltiple: es de consumo, es de modelo y es generacional.

PLANETA Y PRH

El duopolio toma posiciones

En volumen bruto, los grandes cambios se están produciendo en los dos grandes grupos que intentan ganar peso en la gran guerra fría entre las empresas editoriales y las tecnológicas al mismo tiempo que adelgazan su estructura ante la caída del mercado. Lo primero, pensando en América. Lo segundo, en España. Por un lado, Planeta se ha queda el 100% del Círculo de Lectores, abandonado por Bertelsmann, y avanza en la integración de Grup 62 y Tusquets. Por el otro, Penguin Random House incorpora los sellos de Prisa Alfaguara, Taurus, Suma, Aguilar... Por debajo de estos movimientos, los costes laborales aún están por comprobar.

EL RELEVO GENERACIONAL

Las jubilaciones

del año 2017

Llega el momento del relevo de editores que representan una manera de entender el oficio. Jorge Herralde dejará Anagrama en enero del 2017 y aunque aún no tiene sucesor como director editorial, Oriol Castanys ya colabora en la futura integración del sello en Feltrinelli. Beatriz de Moura, con Tusquets avanzando, con su mudanza a la Diagonal, en la plena integración en Planeta en el 2017,  pasa los trastos a Juan Cerezo. La agente Carmen Balcells anuncia un acuerdo con su contrincante Andrew Wylie, pero sigue sin concretarlo... y en otras editoriales o grupos, el estado de salud de sus propietarios las abocan también a más o menos inminentes conmociones.

AJUSTAR LA OFERTA

La montaña rusa de RBA y Salamandra

Estos días, las editoriales están haciendo públicas sus programaciones para otoño. En general, se puede percibir un drástico recorte de la oferta en los sellos con un perfil más literario. Pero este ajuste a la realidad del mercado no es homogénea. Ejemplo de contención, en Planeta:  los tres libros al mes de Seix Barral o Destino. De diversificación: Salamandra reduce a cuatro las novedades de narrativa pero lanza una nueva oferta de novela gráfica y libro ilustrado (cinco novedades) y novela negra (tres), con el fichaje de Nic Pizzolato (True detective); Ediciones B crea una nueva colección de novela histórico-romántica, BN. De expansión: tras un recorte radical, con bajas y eliminación de colecciones enteras, y con Jordi Martí ahora a los mandos, RBA vuelve a ampliar su producción, pero con más énfasis en el libro práctico y el libro infantil y juvenil.

EL GRAN JUEGO

La guerra entre Amazon y Hachette

Pero mientras los grupos editoriales mueven piezas para simplemente sobrevivir o, en el mejor de los casos, ganar un tamaño que les permita sobrevivir en un mercado global, miran de reojo (como los editores de todo el mundo) la guerra entre Amazon y Hachette, un episodio que puede determinar cuál será el balance de poder entre las empresas editoriales y el gigante del comercio electrónico, y hasta qué punto pueden convertirse en un intermediario prescindible. Tras meses de discusiones, el desacuerdo sobre los márgenes de beneficio (pese al secretismo de ambos, se supone que Amazon quiere ampliar su porcentaje del 30% al 50%) y los precios de venta (que querría mantener siempre por debajo de los 10 dólares) salió a la luz después de que la web pusiera trabas (existencias mínimas, servicio lento, eliminación de la opción de precompra) a los autores del cuarto grupo editorial de EEUU. Las ofertas para atraerse a los autores damnificados, ofreciéndoles todo el importe de la venta del libro mientras dure el contencioso, no han tenido éxito, y las críticas de estos parecen que podría estar empujando a la compañía de Jeff Bezzos a un acuerdo.