NOVEDAD DISCOGRÁFICA

Txarango: "Todo el mundo puede cambiar su proyecto vital"

El grupo ha vinculado las canciones de su tercer álbum, 'El cor de la terra', a 14 entidades sociales a las que cederán la mitad de sus derechos

txarango 2016bernatalmirall-2

txarango 2016bernatalmirall-2 / periodico

ESTER TORRAS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las canciones de Txarango llegan cada vez más lejos. Tres años después de 'Som Riu', el grupo del Ripollès vuelve con su tercer álbum, 'El cor de la terra'. Un "cuaderno de viaje" que recoge las vivencias de su paso por Palestina, Senegal y los campos de refugiados de Grecia. Convertidos en una cooperativa de músicos, y con sus canciones "colectivizadas", los componentes de Txarango presentarán su trabajo más solidario este sábado en el festival Strenes de Girona antes de emprender una gira que pasará por los prinicipales festivales del país.   

Han pasado tres años desde el último disco. ¿Por que han hecho esperar tanto a sus seguidores?

Alguer Miquel: No queríamos hacer esperar a nadie. Normalmente los grupos siguen un ciclo natural de dos años y nosotros ya llevábamos cinco giras seguidas. Queríamos parar un año y hacer un disco a fuego lento preguntándonos dónde estamos.

Definen 'El cor de la terra' como un "cuaderno de viaje". ¿Qué lugares visitan en el disco?

A. M.: Hay tres viajes clave. Primero, a Palestina, donde hicimos un montón de amistades y vimos que a pesar de la ocupación militar hay un pueblo alegre. Después fuimos a inaugurar un centro cultural en Senegal que apadrinamos hace unos cuantos años. Allí tuvimos la sensación de estar descubriendo la tierra madre, la esencia de nuestra especie. Y, por último, los viajes a los campos de refugiados a lo largo del año.

'Benvinguts al llarg viatge', el río que nunca se estanca de 'Som Riu'... ¿Es el viaje una parte inherente de Txarango?Sergi Carbonell: Todo viaje nos ha llevado a crecer en muchos aspectos, tanto los habituales de una gira como estos de carácter más social. Es muy importante para el grupo y para nosotros, y eso ha influido mucho en nuestras canciones.

¿Qué simbología esconde un título como 'El cor de la terra'? 

A. M.: Si la tierra tiene un corazón y está viva, nosotros somos sus hijos y, por tanto, todos somos hermanos. El 'cor' puede tener dos lecturas: como latido, música y sentimiento, y como coro, porque este es un disco muy coral. Queríamos que el grupo tuviera una incidencia clara, y por eso decidimos colectivizar nuestra música.

¿Cómo?

A. M.: Hemos vinculado las 14 canciones a 14 colectivos amigos con los que hemos compartido partes del camino. Queríamos fortalecer una red que ya veníamos trabajando desde hace tiempo.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Alguer Miquel","position":"CaNTANTE DE TXARANGO","text":"\"La m\u00fasica te conecta con el ahora; hablamos de celebrar la vida y de que juntos podemos hacer muchas cosas\""}}A pesar de ser un disco de denuncia social, las canciones no pierden la alegría.

A. M.: Queríamos proteger la voz de Txarango de todo lo que hemos vivido y que nos ha roto. Hemos vivido situaciones muy bestias que te ponen en guerra con tu propio mundo, pero no queríamos que el disco fuera un grito enfadado o triste. La música te conecta con el ahora y queremos hablar de celebrar la vida y de que juntos se pueden hacer muchas cosas.

¿Qué hicieron en los campos de refugiados? 

S. C.: Hicimos una gira. Nos decían: "Id a aquel campo de allí porque están muy solos y es un campo muy pequeño". Y nosotros íbamos allí a tocar.

A. M.: Fuimos allí a conocerlos pero nos encontramos que la gente quería que tocáramos todo el día. Hicimos conciertos para dar apoyo a una huelga de hambre y a una concentración en contra del cierre de un centro médico. En Palestina, por ejemplo, fuimos allí con 'Pallassos en Rebel.lia', una asociación que hace activismo a través del 'clown', y vimos cómo unos niños pasaron de tener militares como referentes a payasos. ¡Pum! Acababas de girar una vida como un calcetín.

El sonido del disco es inconfundiblemente Txarango. ¿Qué novedades hay?

A. M.: Los temas de este álbum están muy llenos de arreglos. El primer disco ahora nos suena vacío. Hemos tenido mucho tiempo para hacerlo e íbamos incorporando cosas a nivel instrumental.

'Una lluna a l’aigua' fue la primera canción en salir y el resto han ido apareciendo progresivamente. ¿Por qué así? 

A. M.: Hacemos dos lanzamientos por día, uno por la mañana y otro por la noche. Si escuchas todo un disco de golpe te quedas solo con lo que te ha creado al principio. De esta forma, cada canción se trata con la importancia de un 'single'. No es que 'Una lluna a l’aigua' represente todo el disco, de hecho es una canción que tiene unos sonidos que no vuelves a encontrar, pero es una bomba de alegría.

Otra novedad son las colaboraciones. ¿Cómo surgen? 

A. M.: Las tres que hay, Manu Chao, Jarabe de Palo y The Cat Empire, son de tres grupos muy diferentes con un gran bagaje internacional. 'Mil ocells' ya la teníamos grabada, pero cuando se la enseñamos a Pau Donés le encantó tanto que hicimos la colaboración.

S. C.: Estuvimos con The Cat Empire cuando actuaron en Razmatazz hace tres meses y ya teníamos la colaboración en mente, pero no tuvimos tiempo de grabar. Cuando volvieron a Australia, empezaron a grabar 'Som foc'.

¿Su música puede cambiar el mundo?

A. M.: No con el disco, pero sí con todo el proyecto, que ya nos está cambiando a nosotros. Llevamos un año de activismo que ha desembocado en la campaña 'Casa nostra, casa vostra'. Fue muy especial ver a medio millón de personas en las calles de Barcelona o tocar en el Palau Sant Jordi con un amigo sirio al que conocimos en los campos de refugiados. Más que en cambiar el mundo, creemos que todo el mundo puede cambiar su proyecto vital.