FESTIVAL DE MÚSICA

Toti Soler: «Ovidi Montllor fue para mí como un hermano sabio»

El guitarrista y compositor abre este sábado la 20ª edición de Barnasants dedicada al cantautor de Alcoi

El músico Toti Soler, que hoy abre el festival Barnasants, durante la entrevista.

El músico Toti Soler, que hoy abre el festival Barnasants, durante la entrevista.

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Barnasants abre este sábado su 20ª edición conmemorando una cifra igual de redonda, el 20º aniversario de la muerte de Ovidi Montllor. Un recital de Toti Soler, su cómplice durante dos décadas, con la voz de Gemma Humet y los recitados poéticos de Joan Massotkleiner, pone el pórtico del festival esta noche en el Auditori Municipal de Terrassa.-Fue en 1967 o 1968. Me llamó Pi de la Serra para participar en su primer epé. En seguida sintonizamos: venía a casa, nos dejábamos discos, íbamos a ver el Barça… Más tarde hablamos de hacer bolos juntos. Yo ya había estado en Sevilla y Morón de la Frontera estudiando guitarra…

-¿Recuerda cuando conoció a Ovidi Montllor?

-Mientras sus contemporáneos quedaban fascinados por la guitarra eléctrica, usted la colgó y se fue a estudiar flamenco a Andalucía.

-Yo venía de la clásica, pase un tiempo con la eléctrica y luego descubrir el flamenco fue impresionante. Cuando vi a aquellos artistas descubrí una técnica fabulosa; aquellos rasgueados, aquellos golpes...

-Eso se aprecia en el álbum A Alcoi (1974), basado en la voz y la guitarra. ¿Empujó a Ovidi a apostar por aquel sonido desnudo?

-Fue natural, consecuencia de los recitales que llevábamos haciendo los dos juntos. A Alcoi y A l'Olympia marcan esa época. Luego trabajamos con otros músicos, como Toni Xuclà.

-Ovidi, ¿era un buen músico?

-Era un actor y un cantautor, y sus músicas son sencillas pero deliciosas. Para hacer una canción bonita no hace falta haber hecho la carrera de música. La canción es un género directo, sencillo, y Ovidi tenía elegancia, trabajaba las letras y seleccionaba bien los poemas.

SEnDHomenatge a Teresa, sobre una mujer transtornada por la guerra.

-Creo que fue una de sus primeras canciones, después de La samarreta. Parte de una historia que había oído de pequeño.

Coral romput (1979), con textos de Vicent Andrés Estellés.-Esos discos que parecen imposibles son los que al final tienen más vigencia en el tiempo. No es un disco de escucha fácil pero es una maravilla.

-Da la sensación de que no consideraba los riesgos: el doble de poesía y guitarra 

-¿Por qué dejó de grabar discos en los años 80 y 90?

-Porque todo se vino abajo. Él había pronosticado que la llegada de la democracia no sería beneficiosa para la cultura y la música, que se fueron a hacer puñetas. Las discográficas se fueron, desaparecieron los estudios, parecía que solo había espacio para un cantautor, un pintor…  No hace falta decir nombres.

cançó por dar una falsa imagen de salud de la escena?-No digo nombres, ¡lo dice usted! (ríe) Pero hubo uno al que le tocó la lotería. Luego, otro que miraba hacia las Américas... Pero, en fin, ser catalán trae problemas. Yo antes actuaba en toda España, y ahora ya no. Antes voy a Francia o Suiza.

-¿Se refiere a Llach, cuyo recital del Camp Nou, en 1985, fue criticado por sectores de la 

-¿Consecuencia del proceso soberanista o es una tendencia anterior?

-Hace años que la noto. El Cervantes me ha llevado por medio mundo, hay que reconocerlo, aunque los directores eran catalanes y eso podía influir. Aparte de eso... Los responsables políticos tanto de allí como de aquí han cometido graves errores con la cultura. Casi me molestan más que los económicos, porque la cultura es lo más importante.

-¿Donde vería a Ovidi ahora, tocando en manifestaciones, a lo Paco Ibáñez, o recitales en el TNC?

-Seguramente iría a las manifestaciones pero como uno más. No le gustaría estar con la pancarta. Ovidi era reivindicativo y había sido militante del PSUC, pero con el tiempo se quedó como simpatizante; un asunto del que no volvimos a hablar.

-No todos le querían en su tierra valenciana.

-Tenía un escudo del Barça en el coche y cuando íbamos a Valencia lo tapaba con una multa falsa. ¡Si no, le pinchaban las ruedas!

-Sale de la Esmuc, como Sílvia Pérez Cruz, con quien también hago recitales. Están saliendo voces buenas, sobre todo chicas. Aunque no las sigo a todas: escucho sobre todo mi música y la clásica. Y el silencio, porque hay mucho ruido alrededor que no te deja ni pensar. Por eso mi música cada vez es más lenta. Estoy preparando una continuación de Vida secreta; se titulará Temes i transparències. Y eso que hace un año pensaba que tendría que dejarlo todo...

-En Barnasants actúa con una voz emergente, Gemma Humet.

-¿Qué le ocurrió?

-Tenía los brazos hecho polvo, problemas con las cervicales, ya no podía terminar un recital. Pero fui a parar al doctor Cugat, que operaba a jugadores del Barça, y aquí estoy, es como un milagro. Hace un año estaba aterrorizado, pensaba qué podía hacer: he cotizado poquísimo, no me puedo jubilar...

-¿Para qué puede servir reivindicar a Ovidi Montllor en el 2015?

-Para recuperar su música. Las cosas auténticas, buenas, siempre tienen continuidad. En él perdí a un hermano, un hermano sabio.