Tom McCarthy: «La Iglesia está envenenada de poder»

El director presenta 'Spotlight', que recrea una investigación periodistica sobre abusos sexuales de la Iglesia

El director Tom McCarthy, ayer en Venecia.

El director Tom McCarthy, ayer en Venecia.

NANDO SALVÀ / VENECIA

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El director de ‘The station agent’ presentó fuera de concurso ‘Spotlight’, que recrea la investigación periodística que en el 2002 destapó un escándalo de abusos sexuales por parte de Iglesia. 

-¿Por qué cree que es importante hacer esta película ahora?

-Porque en general habla de abusos por parte de las instituciones, ya sean estas religiosas, educativas, financieras o legales. Y eso es una constante en nuestra sociedad. Todos conocemos el caso de Bill Cosby, ¿verdad? Que es un violador se sabe desde hace décadas, y nadie escribió sobre ello. Los tentáculos del poder son muy largos.

-Usted nació en Boston. Debe de conectar de forma muy personal con esta historia.

-En efecto. Me educaron como católico, y en la universidad conocí a compañeros que habían recibido abusos, o tenían hermanos que los habían recibido. Cuando se hizo público que iba a hacer la película, empecé a recibir cientos de llamadas de gente que quería dar su testimonio. Ya no soy católico pero conecto con el catolicismo en un sentido espiritual. No con la institución, ojo: creo que la Iglesia está envenenada de poder.

-¿Y qué hay de los abusos? ¿Cree que son un problema del pasado?

-No, porque no nació hace décadas sino que tiene siglos de antigüedad. No es cuestión de unas pocas manzanas podridas y por eso no basta con apartarlas. Es un cáncer. Y la iglesia aún no se ha hecho cargo de las víctimas. De todos modos, creo que el papa Francisco es un hombre interesante. Soy bastante optimista.

–Spotlight podría fácilmente haber caído en el sensacionalismo, ¿es consciente de ello?

-Sí, por eso quisimos presentar los hechos de forma periodística. Cuando los reporteros empezaron a investigar sabían que se trataba de algo importante, pero no creo que imaginaban el alance que tendría. Al final, la película es un homenaje a la profesión periodística, que se está perdiendo y es una tragedia. Es un poco un testamento. En mi país la industria periodística ha perdido entre un 50 y un 60 por ciento de sus puestos de trabajo, para siempre. He querido mostrar los beneficios que acarrea tener una prensa libre poderosa, algo que ya no existe ni en mi país ni en muchos otros.