Conmovedora recreación de la música de 'Titanic'

La OBC y el coro Amics de l'Unió brillan, junto a un gran Clara Sanabras, en la interpretación de la banda sonora del filme

Una imagen de 'Barcelona Titanic Live'.

Una imagen de 'Barcelona Titanic Live'. / periodico

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / BARCELONA

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"Ha sido un honor actuar con ustedes esta noche", concluye uno de los músicos de la orquesta del 'Titanic' despidiéndose de sus compañeos después de seguir tocando mientras la nave se hunde en el Atlántico Norte tras chocar con un iceberg. Fue también un honor para la OBC, el Cor Infantil Amics de l’Unió y la magnética soprano Clara Sanabras abrir, el viernes, la tercera edición del ciclo de música de cine de la sinfónica barcelonesa con la banda sonora del filme de James Cameron. Pasadas las 12 de la noche, y después de tres horas y media largas en el Auditori, un público todavía sacudido por el impacto de la proyección de la película con la orquesta en directo, expresó su entusiasmo con aplausos y silbidos de admiración para los 130 participantes en la velada.

No se podía haber hecho un mejor homenaje a James Horner, autor de más de 100 composiciones de éxito para el celuloide -entre ellas ‘Avatar’, ‘Braveheart’ o ‘Aliens’- fallecido hace un año en un accidente de avioneta. La música cumplió más que nunca con su papel de  multiplicadora de emociones hasta el punto de que, más allá de unas contenidas risas en pasajes que se prestaban a ello en esta epopeya romántica de Jack (Leonardo DiCaprio) y Rose (Kate Winslet) en medio de la catástrofe, la sala mantuviera un silencio escrupuloso en medio de la creciente tensión del relato. El director holandés Ernst van Tiel logró que la OBC y la coral, reforzados por el  instrumentista de música celta Eric Rigler (gaita y flauta irlandesa), dieran con la tecla de la creación de estados anímicos que requiere una historia de tan sensible voltaje. Fue muy descriptiva la cuerda, cumplieron los metales y aportó eficaz contundencia la percusión.

DELICADEZA

La perfecta coordinación con las imágenes y las voces de los protagonistas de la trama  fue otro de los aciertos de este magno espectáculo. Las melodías interpretadas en el filme por la noruega Sissel Kyrkiebo encontraron atmósferico acomodo en la voz envolvente, éterea y de bellos acentos agudos de Sanabras, que en su calidad de multiinstrumentista reforzó momentos del concierto con su guitarra. Resultó sugerente su diálogo con Rigler en '¡Hymn to the sea¡', en una línea muy Enya, y soberbia su interpretación de ‘My heart will go’, el single que inmortalizó Céline Dion.

Fue un gran remate para una música delicada y conmovedora, poderosa en los momentos  dramáticos pero nunca empalagosa. Un nuevo éxito en este formato para la OBC y un coro de verdad, no como el sintetizado del largometraje, a la espera de las próximas entregas con las bandas sonoras de Alexandre Desplat, en diciembre, y de 'El señor de los anillos: las dos torres', en febrero

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