CRÓNICA

Un vibrante sarao barroco

La Sonorosa agita el Teatre de Sarrià con el hilarante espectáculo musical '¡Todos se burlan de mí!'

Todos se burlan de mi   de la companyia La Sonorosa

Todos se burlan de mi de la companyia La Sonorosa / periodico

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Teatre de Sarrià sigue deparando sorpresas en su programación de espectáculos musicales que van de la ópera a otros formatos. La última ha sido el fresco, vibrante e imaginativo sarao barroco '¡Todos se burlan de mí!' de La Sonorosa, formación derivada de la compañía WorkinGOpera que plantea nuevas formas de reconstruir e interpretar el repertorio ibérico de los siglos XVII y XVIII. Los componentes de esta agrupación, formada por músicos y cantantes con carreras ligadas a grupos de prestigio de música antigua y teatro, han estrenado una propuesta de carácter cómico que ilustra la moda de tocar la guitarra "a lo español" en los circuitos cortesanos franceses de principios del siglo XVII.

La puesta en escena mezcla la música cantada e interpretada instrumentalmente, siguiendo rigurosos criterios históricos, con el teatro y el baile. La acción se desarrolla en la sala de estar de una dama española que vive en París y recibe la inesperada visita de un grupo de músicos de su tierra comandados por Luis de Briceño (en uno de cuyos textos, junto a otros de Etienne de Moulinie, está inspirado estética y musicalmente este espectáculo). Estos intérpretes, que acceden al escenario por el centro de la platea, desbordan una hilarante sátira con las guitarras y un violín en confrontación con la música de un laúd, en principio más apreciado por las cortesanas.

DEFENSA DE LA GUITARRA

El pícaro y bien interpretado despliegue de versos, cantos y danzas está entre las virtudes de este montaje. Una novia exigente, un casado indignado, una dama que se acusa a sí misma de incumplir los 10 mandamientos, una mujer insaciable y muchas otras estampas acompañan al protagonista (encarnado por el desinhibido y sólido barítono Sebastián León) en su empeño de defender a la guitarra de los que se burlan de su sonido. "Ya no quiero cantar más / por el sujeto que tomo, / que si se burlan de mí, / yo me burlaré de todos", desgrana.

La dirección escénica de Jordi Pérez Solé y la musical del guitarrista Edwin García se ensamblan para conseguir un desarrollo muy ágil de la trama. La elección del vestuario y la iluminación juegan a favor de una propuesta que tiene recorrido si acaban de pulirse pequeños detalles de dicción. En esta alegre farsa destaca también el buen color de voz y vis cómica de la soprano Anaïs Oliveras y el nivel de Belisena Ruiz (tiorba y guitarras), Jacob Lenson y Xavier Soler (guitarra), Stanislas Germain (laúd y guitarra), Pavel Amilcar (violín) y Anna Romaní (danza). Una original propuesta de un grupo con prometedor futuro escénico.