CRÓNICA

Talento folk-rock evidente

Angel Olsen convence en La [2] de Apolo

JUAN MANUEL FREIRE
BARCELONA

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La cantautora folk-rock Angel Olsen, originaria de Misuri, se ha ganado en pocos años una reputación inmejorable entre amantes de los sonidos de raíces y melómanos exigentes en general. El martes, en su primer show en sala en Barcelona, remarcó su condición de nuevo gran valor de la música estadounidense. Según confesó, acababa de pasar por un resfriado, y no estaba al cien por cien de sus posibilidades, pero apenas se notó.

Olsen arrancó con un tiro seguro, Free, canción sublime sobre el enamoramiento: «A veces tengo que tomarte en mis brazos / Empujar tu corazón contra el mío / Ya lo sabes, cada día significa un poco más». Ecos de los años 50, de Roy Orbison a Patsy Cline. Uno de los hallazgos del revelador Half way home (2012), en el que pasaba sin problemas del susurro a algo cercano al canto tirolés.  Pero la artista viene a presentar su siguiente disco, Burn your fire for no witness (2014), de aire más agresivo, grabado con banda completa (aquí también la tiene). Y el ambiente gana en electricidad con Lights out y Stars , doblete ganador.

MEJORES MINUTOS DEL AÑO / Acrobat -una de sus canciones bandera- sonó más borrosa de la cuenta, pero la artista lo compensó con una excelente versión del Dreams de Fleetwood Mac y, más tarde, tomas intensas de Sweet dreams (muy PJ Harvey), May as well y el que puede ser su corte más ruidoso hasta la fecha, Forgiven/Forgotten, dos de los mejores minutos musicales del año. Para el bis reservó delicias como Iota y una delicada Tiniest seed.