La memoria (perdida) de 'Star Wars' en Barcelona

El Grauman’s Chinese Theater de Hollywood acogió, la noche del lunes, la ‘première’ mundial de ‘Star Wars: el despertar de la fuerza’, con multitudinaria alfombra roja y devotas legiones de fans acampadas a las puertas del local desde hacía semanas. La puesta de largo, por supuesto, no podía ser en otro cine: el Grauman’s Chinese Theater, con su aire de gran pagoda roja, con sus dragones y perros de fu, había sido una de las 32 salas de Estados Unidos en las que se estrenó la primera entrega de la saga, ‘La guerra de las galaxias’, el 25 de mayo de 1977. Y semanas después, visto el gran éxito de la película, había recibido la visita de Darth Vader y C-3PO para dejar impresionadas las huellas de sus pies sobre el cemento fresco, siguiendo una vieja tradición del cine que todavía perdura.

‘La guerra de las galaxias’ se estrenó en Barcelona algunos meses después, el viernes 4 de noviembre de 1977. Los fans de la saga galáctica de una cierta edad (precincuentones o más) recordarán en qué sala vieron la película. Así de fuerte fue el impacto emocional que dejó en una generación de jóvenes la imagen del Acorazado Estelar Clase Ejecutor persiguiendo a la pequeña corbeta coreliana de la princesa Leia. Los ojos como platos. Pero si hoy quisieran repetir la experiencia,  llevados por la nostalgia o el fetichismo, no podrían hacerlo: los cines de Barcelona que estrenaron ‘La guerra de las galaxias’ aquel viernes de otoño de hace 38 años cerraron las puertas hace tiempo, hace mucho tiempo…

Un cartel publicitario de la época recuerda que los dos primeros cines que estrenaron la película fueron el Nuevo Cinerama (Paral·lel, 63-65), cerrado en 1988 tras una deprimente agonía, con incendio final incluido, y el Montecarlo (Provença, 280), clausurado en el 2000. “Hoy viernes tarde, estreno en España. ¡El mayor fenómeno de la historia del cine!”, destacaba, con notable alarde tipográfico, la publicidad del filme, ciertamente visionaria. No tanto como la crítica que Antonio Martínez Tomás publicó, cuatro días después, en La Vanguardia: “Parece, según la propaganda, que varios centenares de miles de personas la han visto en todo el mundo (…). El interés de la película no responde, sin embargo, a la expectación que ha despertado. (…) Como exploración del futuro, George Lucas no ha inventado nada. O poca cosa”.

TRES SESIONES Y MATINAL LOS FESTIVOS

En la cartelera de aquel fin de semana, además de ‘La guerra de las galaxias’, se podía ver, por ejemplo, ‘Aeropuerto 77’, ‘Delicias turcas’, ‘La espía que me amó’, Rocky’ o ‘Carrie’. Y mucho cine carnal: “El eroticón’, ‘El Decamerón’, ‘Adulterios medievales’ ‘Miedo al escándalo de una mujer casada’.

‘La guerra de las galaxias’, durante su primer fin de semana de exitosa exhibición, podía disfrutarse en tres sesiones: 16.00, 18.45 y 22.20 horas. Y los festivos, en (jubilosa) sesión matinal, a las 10.45 horas. Los precios iban entre las 110 y las 125 pesetas, según fuera diario o festivo. Posteriormente, la película se proyectó también en más cines de la ciudad, como los igualmente desaparecidos cines Fontana (Gran de Gràcia, 175), cerrado en 1988, Aquitania (avenida de Sarrià, 33), inactivo tras la marcha de la Filmoteca al Raval en el 2011, y Paladium (Rambla del Caçador, 2), que bajó la persiana en 1983.