ESTRENOS DE LA SEMANA

'Spotlight', periodismo de otra época que aspira al Oscar

La película de Thomas McCarthy relata la investigación del equipo de reporteros del 'Boston Globe' sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica

De izquierda a derecha: Michael Keaton, Liev Schreiber, Mark Ruffalo, Rachel McAdams, John Slattery y Brian d'Arcy James, dando vida a los reporteros de 'Spotlight'.

De izquierda a derecha: Michael Keaton, Liev Schreiber, Mark Ruffalo, Rachel McAdams, John Slattery y Brian d'Arcy James, dando vida a los reporteros de 'Spotlight'. / periodico

OLGA PEREDA / MADRID

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Está ubicada en el año 2001, pero 'Spotlight' es una película de época. ¿Acaso no es de otra época que un periodista pase meses detrás de una noticia? Los protagonistas de 'Spotlight' no tuitean. Llaman a sus fuentes, se entrevistan con ellas. Acuden al juzgado, luchan por la noticia, la contrastan, consultan en la hemeroteca recortes de prensa. Hacen periodismo. Del que importa. 'Spotlight' toma su nombre de la sección de investigación del 'Boston Globe', cuyos reporteros sacaron a la luz el encubrimiento sistemático de la Iglesia católica de innumerables casos de pederastia perpetrados por más de 70 sacerdotes locales a lo largo de más de 30 años. Un bombazo informativo que conquistó el Pulitzer y que dio pie a descubrir casos similares en más de 200 ciudades de todo el mundo. Loa cinematográfica del reporterismo profesional, 'Spotlight' es una de las cinco películas que aspira a conquistar el Oscar.

Sutil y nada épica, la película no hace sangre fácil con los verdugos (los sacerdotes pederastas). Lleva la firma de uno de los directores con más talento para mostrar el lado humano de cualquier historia complicada: el actor, guionista y cineasta Tom McCarthy, autor de dos maravillas como 'Vías cruzadas' (2003) y 'The visitor' (2007). Para escribir el guion reclutó a Josh Singer ('El ala oeste de la Casa Blanca'). McCarthy y Singer investigaron a fondo el caso y realizaron entrevistas a la plantilla del 'Boston Globe', a las víctimas de los abusos, a los abogados… El guion, de hecho, es toda una defensa de los periodistas y de los periódicos de la época del papel.

PEGADOS A LOS PERIODISTAS

Los actores hicieron lo mismo con sus personajes reales. Michael Keaton, Mark Ruffalo y Rachel McAdams pasaron muchos días con los periodistas que destaparon un escándalo que puso entre la espada y la pared a una institución por aquel entonces todopoderosa en Boston: la Iglesia católica. "Cuando vi a [Michael] Keaton interpretándome casi me caigo de culo. Lo hacía a la perfección: mi voz, mis expresiones faciales, mis gestos. Lo ha clavado", afirma Walter Robinson, el jefe de la sección 'Spotlight' al que da vida Keaton.

"Hay películas que haces por otra gente. Y otras, como 'Spotlight', que haces por ti. Hay un montón de víctimas que han sufrido abusos sexuales por culpa de una institución [la Iglesia católica] que debería saber que esa no es forma de actuar", afirma Mark Ruffalo, que se pone en la piel de Mike Rezendes, otro de los miembros de la sección de investigación del 'Boston Globe'. Antes de que comenzaran los ensayos, el actor se pegó literalmente durante cinco días al periodista para ver su trabajo de cerca. Una vez que comenzó el rodaje, el reportero también se pasó por el 'set'. "Me ponía un poco nervioso tenerlo allí, viéndome trabajar, porque quería hacerle justicia de verdad", admite Ruffalo.

Si el personaje de Ruffalo pone el acento en la investigación legal, el de Rachel McAdams (Sacha Pfeiffer) se especializa en llamar a las puertas de las víctimas de los abusos sexuales y conseguir que, por primera vez en sus vidas, hablen de lo que ocurrió. Pfeiffer es una de esas periodistas ‘raras’ que sabe preguntar con respeto y escuchar con atención y que, a día de hoy, todavía mantiene contacto con muchas de aquellas víctimas. "Empezamos hablando por correo electrónico. Luego, por teléfono. Y, al final, cogí un tren y me pasé un fin de semana con ella en Boston. Le pregunté todo. Desde si solía llevar reloj hasta cómo vestía, cómo de largas tenía las uñas o si comía en casa o en la redacción", subraya la actriz.

SU PRIMER DÍA DE TRABAJO

Los reporteros iniciaron la investigación cuando, en su primer día de trabajo, el director del 'Boston Globe' -un judío recién desembarcado en la católica ciudad- así lo reclamó. Había leído el fin de semana una pequeña columna en la que se mencionaban casos de pederastia y pidió a su equipo que hurgara ahí. Liev Schreiber interpreta a Marty Brandon, el máximo responsable del diario, que actualmente trabaja en el 'Washington Post'. "Cuando le conocí personalmente entendí mejor los apuros por los que están pasando muchos periódicos hoy día. De hecho, es una de las razones por las que me gusta tanto esta película: es una verdadera defensa de la profesión. Marty [Brandon] y todos los reporteros de esta historia son héroes para mí", elogia Schreiber, al que le hizo mucha gracia el cartel que el director tenía en su despacho: "No soy majo ni cariñoso". No lo era. Pero supo rodearse de los mejores para hacer lo que mejor sabía hacer: periodismo. De otra época.

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