CELEBRACIÓN EN LUZ DE GAS

Pi de la Serra, fiesta con ira

Callejero y áspero 8Quico Pi de la Serra, la noche del pasado martes, en Luz de Gas.

Callejero y áspero 8Quico Pi de la Serra, la noche del pasado martes, en Luz de Gas.

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No quería un homenaje, pero lo que ocurrió el martes por la noche en Luz de Gas se le pareció mucho. A veces, las cosas pasan porque tienen que pasar, aunque uno se obstine en pintarlas de otra manera. Y en su 70º aniversario de vida (y 50º de carrera), Pi de la Serra no ofreció un recital normal, sino que a su alrededor desfilaron amistades con las que compartió micrófono, focos y, suponemos, alguna porción del pastel en forma de guitarra que sus amigos le entregaron.

El Quico más genuino, que entabló terrosos diálogosbluesísticos con la guitarra de Amadeu Casas y la armónica de Joan Pau Cumelles, fue objeto de continuas interferencias por parte de la decena de invitados, pero de eso se trataba. El primero de ellos, Tortell Poltrona, llegó para quedarse y aportó su voz aM'agrada el blues, declaración de principios para encarrilar la noche. El protagonista presentó una pieza nueva,Flor de clavell, y la comitiva siguió su curso con Marc Parrot, que cantóAnuncis per paraules, y Sanjosex, que dio una agitada vida propia aPassejant per Barcelona, la canción que ambos compartieron hace dos años en Sant Cugat.

«POSTAL SONORA» / Javier Krahe trajo una canción suya,Piero della Francesca, y la sorpresa llegó con un mensaje en vídeo de dos afamados amigos, Serrat y el ciudadano Sabina, que cantaron a su salud una estrofa deAra que tinc vint anys.«Una postal sonora, como diría Escamilla», apuntó Serrat. Se unieron al homenajeado, uno a uno, Cesk Freixes, el pianista Josep Maria Borràs y el tándem Carme Canela & Laura Simó en un agradable y sensualSuaua tres bandas. Y Roger Mas en una contenida toma deLa vida senzilla.

Sonó laCançó conjuntural que estrenó ante los indignados de la plaza de Catalunya, con citas a los recortes, «la passivitat i la resignació». Un Quico callejero y áspero que volvió a asomar decididamente en la recta final de la noche. Miquel Gil dio un plus de poderío vocal a la históricaL'home del carrer, y las estrofas deLa cultura («No cal que us capfiqueu, us repeteixo / que abans s'ha de menjar, jeure i pair; / després, ja en parlarem si en teniu ganes / que ningú s'ha ferit per no llegir»)fueron celebradas en la sala con los honores de un clásico.

De ahí, al manifiestoJo sóc Francesc Pi de la Serray la siempre actual, vigente y simpáticaSi els fills de puta volessin no veuríem mai el sol, fin de fiesta con todos los convocados sobre el escenario. Sin ánimo de ofender sensibilidades.«I si algú se sent al·ludit / i té ales, que no voli!»