Savall rechaza el Premio Nacional de Música

El violagambista critica la falta de interés y de inversiones en educación y cultura por parte del gobierno de España

Jordi Savall

Jordi Savall / Marti Artalejo

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Un día después de recibirlo, Jordi Savall ha rechazado el Premio Nacional de Música que otorga el Ministerio de Cultura, que va acompañado de 30.000 euros. El polifacético violagambista catalán había sido distinguido por su dedicación a recuperar y difundir un rico patrimonio musical olvidado.

Aunque Savall agradece profundamente el reconocimiento al jurado del premio y al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, el cñelebre músico ha explicado a través de una carta dirigida al Ministro Wert, responsable del área Educación y Cultura, que renunciar a él para "no traicionar sus principios y sus convicciones más íntimas". El hecho de que la distinción provenga de Ministerio de Cultura, "principal institución del Estado español responsable del dramático desinterés y de la grave incompetencia en la defensa y promoción del arte y de sus creadores" le ha llevado a tomar esta decisión.

PATRIMONIO EN EL OLVIDO

Con su renuncia quiere llamar la atención sobre "los insuficientes los esfuerzos e inversiones que dedican al mundo de les Artes y de la Cultura en general, y en particular, por mantener en el olvido una parte esencial de nuestra cultura: el patrimonio musical hispánico milenario".

Savall lamenta en su carta la política cultural y el menosprecio que reciben los músicos y artistas. Y acaba recordando: "La ignorancia y la amnesia son el final de toda civilización, ya que sin educación no hay arte, y que sin memoria no hay justicia. No podemos permitir que la ignorancia y la falta de conciencia del valor de la cultura por parte de los responsables de las más altas instancias del gobierno del Estado español erosionen la labor de tantos músicos, actores, bailarines, cineastas, escritores y artistas plásticos que ostentan el estandarte de la Cultura y que no merecen, sin duda, el tracto que reciben ya que son los auténticos protagonistas de la identidad cultural del país".

El músico espera que su renuncia al premio se entienda como "un acto revulsivo en defensa de la dignidad de los artistas y que pueda, tal vez, servir de reflexión parar imaginar un futuro mejor y con más esperanza para futuras generaciones".