El Sant Jordi más largo

Los puestos de Sant Jordi, instalados ya el sábado en la plaza de la Vila de Badalona.

Los puestos de Sant Jordi, instalados ya el sábado en la plaza de la Vila de Badalona. / JOAN PUIG

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Este será un fin de semana de tensión futbolística para unos. De serias preocupaciones por lo que el electorado francés le puede hacer a Europa. También para otros será un domingo de escapada, o de sol en la playa. Pero para todos será la 'diada' de Sant Jordi, la fiesta que aúna la celebración en la calle y el amor por los libros, y con ellos la reflexión y la ficción, el compromiso y la evasión. Caiga en domingo, en lunes, o en cualquier día de la semana. Aunque el Sant Jordi dominical, el primero desde el año 2006, sí ha tenido de momento un efecto. Prolongar el efecto de la ‘diada’, algo que ya se ha notado durante la semana, no solo en ventas sino con una programación intensiva de actos literarios, como la Nit del Drac anoche en el Born, y que ha sido evidente este sábado en unas librerías ya abarrotadas, o en ciudades, como L’Hospitalet y Badalona, donde los puestos salen antes a las calles o donde desembarcaron autores en masa, como Girona.

Toda esta semana se ha convertido en el Sant Jordi más largo… aunque por otro lado se acabará de forma precipitada, por culpa del Real Madrid-Barça. “Contamos con que mañana quizá no haya tanta gente, que la afluencia de compradores se habrá distribuido y esponjado, aunque cuando se hagan cifras globales el resultado final será bueno. Debería ser así cada año, sería todo mucho más racional. Aunque una hora antes del partido ya contamos con que la gente desaparecerá”, vaticinaba ayer Eduard Fernández, librero en la Casa del Libro del paseo de Gràcia.

AUTORES INTERNACIONALES

Por Barcelona desfilarán todos los autores locales (menos algunos declarados en rebeldía, como Andreu Martín) pero también una nutrida representación de escritores llegados desde otros países (R. J. Palacio, Olivier Berdaut, Ben Brooks, James Rhodes, Siri Hustvedt, Petros Márkaris, Sarah Lark, Ian Gibson, Paul Preston, Donna Leon, Valerio Massimo Manfredi, Jorge Zepeda) que suelen convertirse en embajadores internacionales de la ‘diada’. Pensando en la candidatura de Sant Jordi como patrimonio inmaterial de la humanidad, se cuenta con seducir también los representantes de la red de ciudades literarias de la Unesco que han sido invitados por el Ayuntamiento de Barcelona. Aunque también los barceloneses tendrán muchos incentivos extra para pasear, como las jornadas de puertas abiertas en prácticamente todos los edificios históricos de la ciudad.

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LOS MÁS VENDIDOS

A las 7 de la tarde, promete el Gremi de Llibreters, se ofrecerá una información que suele ser polémica: las listas con los libros más vendidos durante la jornada. Este año, precisa el secretario técnico del gremio, Marià Marín, la información se adelantará y afinará: las listas se elaborarán a partir de las ventas reales en 170 establecimientos recogidas en la red Libridata a lo largo de toda la semana hasta la misma noche del sábado, más la habitual encuesta orientativa a las librerías al final de la jornada. Aunque el balance definitivo no se podrá hacer público hasta el día 27.

Las ventas de las últimas semanas permiten prever con relativa certidumbre cuáles son los libros con más posibilidades de ser los más vendidos: en catalán un pulso entre Jaume Cabré y Xavier Bosch en el apartado de ficción, seguidos de Sílvia Soler, Rafel Nadal, Pilar Rahola, Jordi Basté, Albert Espinosa y Care Santos, y Carles Capdevila y Roger Vinton en no ficción; y en castellano descuellan Fernando Aramburu, David Trueba, Javier Cercas, Albert Espinosa, Elisabet Benavent y Carlos Ruiz Zafón, más Pau Donés en no ficción. Aunque no se debe olvidar que los libros que entran en tales listas, recuerda Marià Marín, “solo han sumado en los últimos años el 5% de las ventas, y nunca habían pasado del 10%”.

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ORDENAR LA CALLE

Aunque desde los atentados con vehículos en Francia y Alemania las grandes concentraciones en la calle se han convertido en motivo de alerta para las fuerzas de seguridad, el dispositivo previsto no incorporará medidas drásticas y será muy similar al desarrollado durante la Cabalgata de Reyes, con agentes de paisano entre el público, policía con armas largas en puntos estratégicos y la colocación de coches patrulla modo de barrera física. Las unidades especiales también estarán activadas.

En el caso de Barcelona, la Guardia Urbana y Protección Civil han emprendido otra actuación, en este caso para gestionar la ocupación pacífica de la calle, con la intención de impedir la venta de rosas sin licencia municipal que han denunciado amargamente los floristas (ayer algunas vendedoras callejeras ya  anunciaban “la rosa de oferta” a tres euros) y de asegurar el esponjamiento en la disposición de los puestos callejeros de venta de libros, ampliando como compensación los espacios ocupados en la Diagonal, en la calle Còrsega y en el paseo de Sant Joan, dedicado especialmente al lector infantil y a las librerías del llamado triángulo friki. Además de los más confortables ‘sant jordis’ alejados del centro, como en la Rambla de Poblenou o la plaza de la Vila de Gràcia. Y no solo habrá este año libros y rosas: también varios miles de voluntarios recogiendo firmas de apoyo para el Pacte Nacional pel Referèndum.