Sanjosex: «El mercado es el 1% de mi pensamiento»

Carles Sanjosé abre este viernes con su grupo el ciclo EnciSAT!, en el Sant Andreu Teatre (21.00 horas). Un recital singular en el que mezclará su repertorio con adaptaciones de músicos que le han influido: de Serrat a Beck pasando por Bassekou Kouyaté.

-Las versiones son un modo de expresar la creatividad, pero también pueden lanzar un mensaje: «yo vengo de aquí». ¿Es esa su intención?

-Sí, es decir: esas son mis influencias aunque no se noten. El riff de No hi ha mirades es africano. Si esa canción la tocamos cerca de la de Bassekou la gente lo recibe y entra más en la música. Porque, a veces, entra más en las canciones que en la música.

-¿A qué se refiere?

-Al lenguaje musical más que a la letra u otros aspectos. El ritmo, las armonías, la esencia musical. A veces eso cuesta más de entender. Pero lo haremos de una manera divertida.

-Se atreven con una pieza de Paco de Lucía.

-No es suya, se trata de un fandango de Huelva, Almonte, del disco Zyryab. Cogemos las partes principales y las convertimos en algo nuestro. No pretendemos hacer lo imposible.

-Claro, porque es una música técnica y rítmicamente es tan potente y elevada, y con el tiempo se ha profesionalizado tanto, que ha acabado haciéndose muy culta, al nivel del jazz. Pero nosotros no hacemos flamenco, cogemos un fandango y lo convertimos en algo distinto.

-Cuando se habla de flamenco, quizá especialmente en Catalunya, hay un tono de respeto distante. Parece que no sea un género popular, sino una forma cultural más bien intimidante. ¿Tiene esa sensación?

SEnDCançó de matinada, que habla de un pueblo, para explicar el costumbrismo. La había tocado al principio con el grupo. De Pau Riba, Conxita Casas por la actitud. Mi canción Puta tiene ese punto irreverente. Yo no podría hacer una versión de Lluís Llach. No forma parte de mi mundo.

-Incorpora a Serrat y Pau Riba.

-¿Por qué Seven days, de Dylan, una canción semioculta de su obra?

-No quería hacer una de las famosas. Eso es lo que auténticamente ha influido a Sanjosex. Me gusta su profundidad, mientras que la letra no es muy brillante, y ya está bien así.

-Está terminando el ciclo de su cuarto disco, Festival (2014), con el que se ha dirigido al público de un modo más directo y enérgico. ¿Balance?

-Me ha gustado expresar cierta alegría en Festival, pero ahora me doy cuenta de que no he llegado tanto al corazón de la gente. Yo mismo noto que no me llega tanto.

-¿Volverá un Sanjosex intimista?

-Quizá tengo ganas de que todo fluya un poco más. Pero aún no sé cuándo haré un nuevo disco. No quiero sentirme prisionero de eso.

-Actuó en Canet, festival que se saldó con un lleno mientras otros, PopArb o Pròxims, han cerrado. ¿Cuál es su percepción?

-Ahora me preguntan bastante por estas cosas y no sé si soy el más indicado para opinar: al fin y al cabo, soy un músico que va a tocar donde le dicen. No soy programador. Pero le responderé. Creo que todo son ciclos y que es normal que haya cambios, y que no hay que caer en ningún alarmismo. Ahora quizá funcionan más los grupos que tocan música festiva, pero quizá volverá a cambiar. Yo no iría más allá. Lo importante para mí es hacer buenas canciones y recitales: el circuito, el mercado, es el 1% de mi pensamiento. ¡O el 0,5%!