Salvador del Solar: "Quería hablar a Perú como sociedad"

El veterano actor peruano Salvador del Solar (Lima, 1970), que se dio a conocer en 1999 como el protagonista de 'Pantaleón y las visitadoras', se estrena detrás de la cámara con 'Magallanes', un 'thriller' dramático con la historia reciente de Perú como telón de fondo. Después de reunir incontables premios en festivales (y de ser nominada al Goya a la mejor película iberaomericana del 2015), la cinta acaba de llegar a las salas españolas.

¿Ser director es algo que entró siempre en sus planes? ¿O es una inquietud reciente? Siempre me despertó interés y curiosidad, pero hasta hace poco no me lo planteé. De 'Magallanes' solo quería escribir el guion. Tratar de contar una historia a través del cine, hacer ese ejercicio. Mi esposa me acabó diciendo: "¿Por qué no diriges tú la película?". Y el amigo director para el que la escribía [Aldo Salvini], al ver que la tenía tan clara en mi cabeza, también me dijo: "Esta película es tuya".

Una vez que se propuso dirigir, ¿se fijó mucho en el trabajo del director en sus rodajes como actor? Sí, me pasó. Justo antes de la preproducción, rodé la película 'El elefante desaparecido'. Era el protagonista. Se suponía que debía estar concentrado en mi trabajo, pero estaba todo el rato pendiente del director, ¿sabe?. Me fijé en que mientras componía los planos ya pensaba en el montaje. Dirigir impone, pero confié en el poder de la historia. Y en rodearme de gente que supiera lo que hacía.

En la película, todos los actores están espléndidos. Ese apartado lo tenía por la mano. Con los actores hablo un mismo idioma. Por otro lado, todos eran grandes actores, empezando por la pareja central: Damián Alcázar y Magaly Solier. Pero hasta el papel más pequeño, el menos relevante en apariencia, estaba en manos de alguien con una trayectoria.  

La música también tiene un gran peso, en particular en una bella escena en lo alto de una colina. Ese es uno de esos momentos en que agradecí estar bien rodeado. Con una actriz como Magaly, un director de fotografía como Diego Jiménez ['Todos tus muertos'] y un compositor como Federico Jusid ['El secreto de sus ojos'] solo puede quedar algo bello. Nunca dejaré de decir que el cine es un arte colaborativo.

Parece un 'thriller' sobre un criminal aficionado, pero acaba adquiriendo una resonancia histórica demoledora. Al principio, lo importante es la trama. Eso ayuda a que el público se enganche. Parece que lo esencial es la trama y luego, de forma casi abrupta, se revela el peso de la historia. El eslogan dice: "Todos tenemos un asunto pendiente". Es una frase que quiere hablar a cada individuo, pero también a los peruanos como sociedad.

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Es un retrato de personajes, pero, en cierto modo, también de un país y las heridas abiertas de una guerra popular. Sí, pero el objetivo, ante todo, era contar la historia de dos personas, del criminal y de la mujer quechua a la que quiere ayudar con sus delitos. Si te planteas, desde el principio, hacer algo más general, se puede perder el sabor de los personajes.

¿Fue complicado encontrar financiación para hacer una película con ese trasfondo tan incómodo, el de las atrocidades perpetradas por los soldados bajo el pretexto de la lucha con Sendero Luminoso? El proceso llevó algunos años. Como dice, cuando presentas una historia como esta ante unos productores, no se matan por financiarla. Todo el mundo se inquieta un poco. Nuestro primer apoyo fue estatal. Después entraron coproductores de Argentina, Colombia y Perú. En el 2014 ganamos el premio Cine en Construcción” del festival de San Sebastián... Ha acabado siendo una coproducción peruano-colombiano-argentina-española, ¡protagonizada por un mexicano!

¿Qué es lo próximo para usted? La primera semana de junio empiezo a trabajar como actor en '2091', una serie futurista de Fox para Latinoamérica. Dirigir es algo que no quiero dejar de lado y, ahora mismo, estoy en etapa de desarrollar nuevas ideas.