tú y yo somos tres

Salón Toñi, masajes con praliné

ferran Monegal

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Acaba de inaugurar <b>Toñi Moreno</b> nuevo salón en A-3 TV. Se llama '<i>El árbol de tu vida'</i>. No es un programa de entrevistas. Es convocar a un invitado y evocar su vida tranformándola en un praliné digno de los mejores confiteros. Han tenido el acierto de que el programa lo haya inaugurado Antonio Banderas. ¡Ah! Es un colosal 'entertainer', además de un seductor de primera. Simpático, ocurrente, muy humano y tremendamente inteligente. O sea, ese Banderas estupendo que ya vimos hace unos meses con <b>Bertín Osborne</b> ('<i>Mi casa es la tuya'</i>, T-5), pero ahora arropado con más toneladas todavía de sacarina y edulcorantes a granel. Toñi le iba sacando cajitas llenas de recuerdos, que si las chapas con las que jugaba de pequeño, la guitarra con la que aprendió a tocar -que resulta que era de Federico García Lorca y Banderas sin saberlo-, las fotos de su infancia malagueña, sus primeros pinitos como actor... Y toda esta hermosa y emotiva bandeja de profiteroles, Toñi la iba salpicando con invitados que iban entrando por la puerta. Amigos de Banderas, como Loles León, Imanol Arias, Sara Baras o el torero Enrique Ponce. Naturalmente, todo este pastel se fue horneando al son de incrustaciones musicales dulces, muy dulces, al estilo de lo que también suele hacer Bertín Osborne. Hombre, yo creo que Antonio Banderas se merece una consideración, estamos de acuerdo. Tiene una trayectoria profesional para sacarse el sombrero. Pero si además del masaje Toñi le embadurna con una pasta blanda de almendras y avellanas confitadas, y azúcar caramelizado, que es la base del praliné, resulta que ya no es Banderas, es un Ferrero Rocher. Hace 54 años, en 1963, en TVE ya hacían algo similar bajo el título 'Esta es su vida'. Pero su presentador, Federico Gallo -singular periodista que acabó atraído por la política y llegó a ser gobernador civil de Albacete, de Murcia y de Barcelona-, Gallo, les decía, nunca se transformó en pastelero, aun siendo su programa muy afable y bondadoso.

La audiencia del 'Salón Toñi' ha sido buena, un 14,5% de cuota de pantalla. O sea, que se podría argumentar que lo que la audiencia queremos es praliné, mucho praliné. A mí me parece que el gran tirón ha sido gracias a Banderas. Pongas donde lo pongas, atrae enormemente. Pero vayan con cuidado con las toneladas de azúcar caramelizado que en este programa dispensan. Hay peligro de que se expanda la diabetes.