El Salón del Cómic congrega las primeras colas de visitantes

El pabellón 8 de la Fira de Montjuïc es ya un animado hervidero de visitantes y las colas de fans que esperan con ejemplares bajo el brazo a que sus autores preferidos les firmen, y dibujen, empiezan a serpentear en algunos estands delSalón del Cómic. 

A la espera de las más que previsibles, el sábado y en las próximas horas, de Aleix Saló con su nuevoSimiocracia y su nominadoEspañistán, y del veteranoFrancisco Ibáñez con su nuevo Mortadelo y Filemón, ahora en catalán, en el expositor de Norma, los incondicionales rendían ya tributo a mediodía al maestro del cómic eróticoMilo Manara. Su fila de seguidores competía con la una de las figuras españolas ya consagradas,Juanjo Guarnido, que el año pasado se llevó el premio al mejor dibujo conBlacksad, un homenaje al género negro de Marlowe y Chandler protagonizado por gatos y otros animales humanoides.

La cola para Craig Thompson

Pero la cola más larga era para el autor deBlankets yHabibi (nominada este año a mejor obra extranjera). Un exquisito y amabilísimo  Craig Thompson se disponía a sacar sus rotuladores ante una cuarentena de personas que ya le esperaban. Pero además de Azagra y Kim, deEl Jueves, o J.M Fonollosa y susMuertos revivientes, los amantes de los superhéroes se mantenían expectantes ante el expositor de ECC, la nueva editorial barcelonesa que se ha quedado con los derechos para publicar las creaciones de la poderosa DC Comics. Mientras Jesús Merino dedicaba sus dibujos en los nuevos ejemplares deSuperman el británico Mark Buckingham (Hellblazer,Sandman) daba una pequeña charla.

Los dibujantes chinos

Quienes también atraían a un buen número de aficionados erantres dibujantes de la delegación de China, el país invitado este año en el Salón, que mostraban sus aquí bastante inéditas dotes con el objetivo de crear un puente cultural entre Oriente y Occidente. El joven Benjamin (1974), seudónimo de Zhang Bin, trazaba espectaculares retratos armado con un arsenal de rotuladores fosforescentes de diversos colores.

Aunque hay que decir que este dibujante, que ha trabajado para Marvel, habitualmente usa pintura digital con un lápiz y una tableta gráfica y software de edición de imágenes. Lo flanqueaban el guionista y pionero de la historieta china Chen Weidong (1969) y la joven Wu Yang, con el seudónimo de Lotulist, con su estilo romántico y temas de leyendas y mitos tradicionales chinos.

Según Chen Weidong, estar presentes en la cita barcelonesa del cómic "representa una oportunidad para los autores chinos de que sus mejores obras sean conocidas por los lectores occidentales". En cuanto a los temas más habituales del cómic de su país, Benjamin explica que "además de mostrar una sociedad urbana, de grandes ciudades, donde los jóvenes tienen muchos problemas para vivir, se da mucha importancia a los sentimientos de los personajes, el mundo interior de cada uno".

En ello coincide Chen Cheidong, quien añade "que el tema político no interesa tanto": "El cómic está orientado más hacia un público de entre 10 a 20 años y por tanto sus contenidos no necesitan estar tan controlados. Lo que más destaca es mostrar a los jóvenes cómo mejorar su mentalidad y hay muchas obras para que la gente que trabaja mucho pueda divertirse y relajarse con ellas".

Homenaje a 'El Víbora'

El jueves el Salón cerraba con un entrañable homenaje a Josep Maria Berenguer, fundador deEl Víbora y editor de La Cúpula. Mientras el historietista Max y el editor Joan Navarro recordaban anécdotas acumuladas en años de trabajo con él, Gilbert Shelton, (Los fabulosos freak brothers) uno de los máximos referentes del cómicunderground estadounidense que tanto cuidó Berenguer en su catálogo, se emocionaba recordando al que llamó "su amigo".