Bailaora

«Si no sales en televisión, no existes»

La bailaora Sara Lezana, en la platea del Teatre Tívoli donde recala este verano con 'Carmen'.

La bailaora Sara Lezana, en la platea del Teatre Tívoli donde recala este verano con 'Carmen'.

MARTA CERVERA
BARCELONA

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Sara Lezana (Madrid, 1948), actriz y bailaora que rodó Los Tarantos con Carmen Amaya y Antonio Gades, regresa a Barcelona conCarmen. El montaje recala en el Teatre Tívoli.

-¿Qué tiene de particular esta Carmen del Ballet Flamenco de Madrid?

-Creemos erróneamente que la historia de Carmen, escrita por Prosper Merimé y llevada a la ópera por Bizet, la conoce todo el mundo. Mi coreografía hace hincapié en que se entienda todo lo que ocurre pese a la síntesis que necesariamente requiere un espectáculo que fusiona la música de Bizet con el flamenco, con músicos jondos en directo.

-¿Qué personajes interpreta?

-Al tabernero Bastia, que he convertido en mujer, y a un personaje que me he inventado. Es una alegoría de la muerte, tema muy presente en la obra desde el principio. Carmen fue una de las primeras mujeres en reivindicar la libertad y todo el mundo ve en ella la historia de una mujer pobre, de principios del siglo XIX, que quiere vivir libre y acaba mal.

-Regresa a Barcelona en pleno Año Carmen Amaya. ¿Le ha preparado algún homenaje?

-Es que yo siempre le he rendido homenaje, desde que la conocí cuando a los 14 años rodéLos Tarantosde Rovira Beleta, con ella y con Antonio Gades. Siempre he hablado de ella porque era la más grande, y no solo como artista sino como persona. Carmen Amaya fue una embajadora del arte. Abrió muchísimas vías al flamenco. Por desgracia mucha gente joven ni la ha conocido ni se ha preocupado por ello, una lástima.

-A usted hay quien la conoce más como actriz que como bailaora. ¿Le importa?

-Yo empecé haciendo teatro. Después me dediqué a hacer películas y televisión. De mayor he dirigido ópera, zarzuela y ballet. Pero vivimos en una época en la que si no sales en televisión, no existes. En cultura, artes y educación todo ha cambiado para peor en este país.

-¿Tan mal lo ve?

-Vamos para atrás. Con la derecha hemos retrocedido 30 años. Estamos como en la época de Franco: reposición de la religión como asignatura, freno al aborto, recortes en cultura... Los poderosos quieren que la gente no piense, para variar. Y los teatros van mal, el aumento del IVA en cultura nos ha machacado.

-Siempre queda ir al extranjero.

-Eso era más fácil antes que ahora. Yo estuve con la primera compañía que actuó en Japón, en el año 1966. Allí el flamenco causa furor. Pero desde hace años ellos mismos han desarrollado sus propias academias y organizan sus propios festivales. Hay más competencia y vamos a peor. Cada vez invitan menos a compañías grandes porque es un gasto enorme. La crisis afecta a todo el mundo.

-El Ballet Flamenco de Madrid está formada por 25 bailarines. ¿De dónde proceden?

-De todas partes. No todos son de Madrid. Hay andaluces, catalanes, manchegos, bailarines del norte. Ésta es una de las pocas compañías independientes donde no destaca una figura sino un grupo de jóvenes salidos del conservatorio que descubren todo su inmenso potencial en escena.