Salen a subasta dos autorretratos de Bacon nunca vistos

Los expertos sabían de su existencia, pero habían perdido el rastro de los cuadros. Ahora, casi 40 años después de que fueran pintados, el público podrá contemplar por primera vez dos autorretratos realizados por Francis Bacon. Las pinturas van a ser exhibidas en las sedes de la firma Sotheby's, en Londres y Nueva York, antes de ser subastadas en la capital británica el próximo 1 de julio. Cada una de ellas podría alcanzar en la puja los 20 millones de euros.

Autorretrato fue pintado en 1975, cuando Bacon se encontraba en un momento culminante de su carrera. Por entonces había cumplido 66 años, pero en la pintura parece mucho más joven. El artista estaba obsesionado con su apariencia física, solía utilizar maquillaje y teñirse el pelo. Opina el especialista internacional de Sotheby's, Oliver Barker, que Bacon trató deliberadamente de «aparecer lo más fotogénico posible», mejorando su imagen y «pintándose con una apariencia mucho más joven». En Tres estudios para autorretrato, de 1980, el pintor, que para entonces tenía ya 71 años, aparece con los ojos semicerrados, presintiendo quizás la inevitabilidad de la muerte. El tríptico tiene «una cualidad fílmica», señala Baker, «con la acción desarrollándose ante nosotros, en tres espacios diferentes», mostrando, «niveles de angustia y preocupación psicológica». «A lo largo de su vida, Bacon se cuestionó realmente la existencia humana. Eso nunca ha sido tan fundamental como en este autorretrato».

La salida a la luz de las dos pinturas es, según Baker, «un momento realmente extraordinario» para los coleccionista de arte. «El marchante Fine Art tiene un archivo fotográfico y ambas pinturas aparecen en un libro de autorretratos de Bacon, pero aparte de haber sido reproducidas en libros, no las habíamos visto. Sabíamos que existían, pero simplemente no teníamos idea de dónde podrían estar». Bacon es hoy el artista más cotizado del mundo. Un tríptico en el que aparecía su amigo, el retratista Lucian Freud, se vendió hace dos años en Nueva York por 105 millones de euros, una cifra no superada hasta ahora.