Ruper Ordorika: «Hay talento que no recibe recompensa»

El cantautor vasco ofrece este miércoles dos actuaciones en la sala Jamboree

El cantautor vasco Ruper Ordorika.

El cantautor vasco Ruper Ordorika. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A la que nos despistamos, el cantautor de Oñati (Guipúzcoa) tiene dos discos que aún no había mostrado en Barcelona: uno de versiones, Azukre koxkorrak (Poco azúcar), y otro con piezas propias, Lurrean etzanda (Recostado en el suelo). Hoy corrige el tiro en Jamboree, donde actuará en solitario (20.00 y 22.00 horas).

-Desde que comenzó su carrera, en 1980, siempre se ha movido con bandas. ¿Por qué ese paso?

-Alguno de los conciertos que me han dejado huella son de músicos de banda actuado en solitario. Y luego, ahora muchos lugares, locales pequeños o en pueblos, no se pueden permitir traer a bandas.

-¿En qué músicos piensa?

-En Lou Reed, a quien vi una vez en solitario en el Bottom Line, de Nueva York, o en Elliott Smith. En otro orden, vi hace poco a Paco Ibáñez y me encantó la fuerza de sus canciones.

-¿Paco Ibáñez?

-Sí, uno de mis primeros recuerdos es verle cantar en el frontón de San Juan de Luz, con Maxime Le Forestier. En casa se escuchaba mucho.

-Actuar en solitario, ¿conecta con su fondo folk, que mostró en sus discos con el grupo Hiru Truku?

-Todo la música popular conecta con el folk. Para mí, la canción previa a la radio es fuente inspiradora, y si tiras a lo básico te acercas a ella.

-Parece un músico poco permeable a influencias, pero en su disco anterior se dedicó a adaptar canciones vascas, de Xabier Lete a Kortatu.

-A raíz del homenaje a Mikel Laboa me di cuenta de que entraba en otro terreno y que la gente conectaba. Lo hice con reparo, pero funcionó bien. Incluso en canciones que haces no porque pienses que sean buenas, sino porque significan algo para ti.

-¿Una canción importante y una buena canción no son lo mismo?

-Por un lado afirmaría eso, aunque si pasa a ser una canción importante es que es buena. Este es un arte primitivo, difícil de definir... Bueno o malo, depende. Cada uno tendrá su criterio, pero convertirlo en dogma es complicado: todos recordamos canciones que no quisiéramos...

-Estaba pensando en su versión de la popular Sarri, Sarri, de Kortatu.

-Ahí hay un poco de humor dada mi relacion con Sarri (el poeta Joseba Sarrionandia). Yo con esa canción pensé en viajar hasta el mento, la música anterior al reggae, y hacerla muy pausada. Sí, a veces eliges canciones no porque sean las mejores.

-Con Sarri compartió inquietudes literarias a finales de los 70.

-¡En el siglo pasado! En el grupo Pott. Nos unió una especie de panfleto que hicimos con Bernardo Atxaga, Jon Juaristi... 

-Luego se situó cerca del rock radical trabajando con Hertzainak. ¿Vislumbraban una normalización de la música en euskera?

-Más que normalización, modernización. En la lengua vasca siempre ha planeado la idea de lengua ancestral, no urbanizable.

-¿Las cosas han ido a mejor?

-No lo creo, pero tampoco a peor. Hay una producción muy amplia en euskera. La pregunta es más bien si hay público, y no solo en la música en esa lengua. Hay un talento que no recibe recompensa suficiente.