La gran noche de Abel Folk y Rosa Novell

Noche de emociones y sueños cumplidos. El Romea vibró con el estreno de L'ultima trobada L'ultima trobadade Sándor Márai, adaptada y dirigida por Abel Folk, a la vez protagonista del montaje. El actor y director ha conseguido recrear con fidelidad la esencia del texto del escritor húngaro. Él fue el gran protagonista de la première junto a una hipnótica y corajuda Rosa Novell, que regresó a los escenarios tras superar una enfermedad muy grave que le ha dejado sin visión. La actriz se enfrentó a la intensa recreación de su corto papel con altura interpretativa y una impecable dicción. Jordi Brau completó un elenco de primera.

Novell fue largamente aclamada, sola y junto a sus compañeros, con el público puesto en pie al término de la función hasta el punto de que, con los ojos humedecidos, le resultó difícil contener la emoción. Desde una aparente fragilidad acreditó su dominio de la escena ya fuera sentada, de pie o acompañada en su recorrido por el escenario. Fue una más que convincente Niní, la ama de llaves y niñera de Henrik (Abel Folk). En el pasaje descriptivo de la Polonesa de Chopin, creado especialmente para ella, se ganó a pulso los cálidos aplausos de la sala. Pero el más que merecido homenaje a la carismática intérprete no puede dejar de lado la buena resolución de esta producción que narra la historia del reencuentro de dos amigos 41 años después de que se separaran bruscamente dejando en el aire un secreto misterio y una pregunta que Henrik (Folk) quiere resolver para encontrar en la respuesta la fuerza liberadora que le permita morir tranquilo.

Él no se ha movido de su castillo de Hungría, mientras que Konrad (Brau) huyó de sus fantasmas refugiándose en Singapur. Folk se vacía con sus monólogos, pero Brau le da una expresiva réplica. En el relato emerge la que fuera esposa de Henrik, hace tiempo fallecida. Es el elemento clave del triángulo amoroso que centra la historia y sus consecuencias.

La traición, la pasión, la conspiración y el honor aparecen en este inquietante thriller. Folk (soberbio) acierta en el tratamiento de esta reflexión, llena de sentimientos y pasiones, sobre la amistad y la naturaleza humana. Quizás le sobran, por innecesarias, algunas apelaciones al público que en ningún caso desvirtúan su gran trabajo.