CRÓNICA

Rod Stewart, el 'entertainment'

El cantante británico revivió sus clásicos en un vistoso 'show' en Cap Roig

Concierto de ROD STEWART en el Festival Jardins de Cap Roig en Calella de Palafrugell.

Concierto de ROD STEWART en el Festival Jardins de Cap Roig en Calella de Palafrugell. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / CALELLA DE PALAFRUGELL

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El rock puede darse mucha importancia y fundirse con la trascendencia, o bien asociarse con la diversión, la excitación y las emociones terrenales. En esa segunda categoría, sin complejos, se ha situado siempre un Rod Stewart que, a los 71, se siente fenomenal repasando las páginas doradas de su vida en espectáculos vistosos, un poco kitsch, un poco disparatados, llenos de 'hits', como el que este sábado ofreció en Cap Roig.

Estrella de rock con todas las letras, no demasiado vista en nuestros escenarios (su última visita fue hace 11 años en el Palau Sant Jordi), Stewart no vino a presentar un repertorio nuevo con el que pretendiera reinventarse,a lo Tom Jones, sino a reafirmar sus logros de cinco décadas. Con, quizá, un punto añadido de desenfreno. Era fin de gira, como apuntó al poco de comenzar, cuando informó de que «este concierto consta de 21 canciones, dura una hora y media y luego podéis ir a tomar una cerveza». 'That's entertainment'.

La introducción, a cargo de la banda, con la instrumental 'Soul finger', éxito de The Bar-Keys en los 60, puso el contador en el kilómetro cero del soul. El cantante irrumpió con otro clásico negro, 'Having a party', y siguió con un par de esas canciones que tuvieron una primera vida en el rhythm'n'blues y que años después él llevó al 'mainstream' del pop: 'Some guys have all the luck' y 'This old heart of mine'. Banda con presencia femenina multitarea: media docena de chicas listas para el canto, el baile y la ejecución de instrumentos como el violín, el arpa, la guitarra y la percusión. Que en 'Can't stop me now' lucieron minifaldas con la bandera escocesa, en honor al padre del cantante, en quien se apoyó, dijo, en sus inicios. «Cuando en las compañías no me hacían caso por culpa de mi nariz, mi pelo y mi ropa». Abundancia de baladas y medios tiempos: 'Tonight's the night'. 'Forever young', de Dylan, y 'Downtown train', de Waits.

BALONES FUERA

Stewart lució su voz rota de toda la vida en un punto razonable de desgaste y exhibió sus aficiones futbolísticas procediendo a chutar varias decenas de balones al público mientras evocaba a su remota banda The Faces en 'Stay with me'.

Tras una pausa llegó el momento de 'Maggie May' y de revivir en versión acústica 'First cut is the deepest', 'I don't want to talk about it', 'Ooh la la' (de nuevo The Faces) y 'Have I told you lately' (Van Morrison). Rod, el baladista institucional del rock'n'roll, y Rod, el coleccionista de 'hits' que, entre los 70 y 80, viajó del romanticismo a la lujuria de la 'disco musi'c: 'Baby Jane', la rockera 'Hot legs' (más balones), 'Sailing' y un bis en el que puso a prueba el interrogante de su vida, 'Da ya think I'm sexy?' Cap Roig asintió con gusto.