Retratista de compositores clásicos

desde finales de los 80, Frank Scheffer (Venlo, Países Bajos, 1956) amasa una filmografía importante sobre la clásica del siglo XX, un área menos cubierta por el documental musical que el rock'n'roll. Tras algunas películas sobre cine y temas socioculturales, en 1985 dirigió un videoclip para Clan Of Xymox, tras el que le ofrecieron rodar uno para Lou Reed. Scheffer declinó la oferta. «Un vídeo era básicamente promoción y tu pieza caducaba en cuanto se pasaba la época del disco; un año y medio a lo sumo», explica el cineasta. «Yo quería hacer películas sobre música que tuvieran otra resonancia».

El festival In-Edit ha reunido este año una muestra de estas películas en un ciclo-homenaje con títulos -hasta mañana se puede cazar alguno- sobre Cage, Varese y Stockhausen, entre otros. El objetivo de Scheffer no es tanto traducir a estos músicos en imágenes como transportar su forma de componer al cine. «Sé que no son películas fáciles, pero tienen su recompensa. Esta música no es entretenimiento, sino que busca tocar el espíritu y transformarlo».

En el primer santoral de Scheffer hay, sobre todo, autores esencialmente cinematográficos: Tarkovski, Pasolini, Coppola. De este último, sobre todo, La conversación, «por su tratamiento del sonido». Fue a conocer a Walter Murch -diseñador sonoro de Coppola en aquella película o Apocalypse now- para rodar el documental Zoetrope people en 1982. «Para mí es un compositor moderno», asegura.

Pero el encuentro que cambió su vida fue con el experimental John Cage. «Fue Marina Abramovic quien me recomendó ir a verle. Yo quería hacer un filme sobre Elliott Carter y ella consideró interesante contraponer a estos dos autores. Entrevisté a Cage durante una hora sin saber gran cosa de él. Expandió mi mente, cambió toda mi forma de ver las cosas». Además del filme sobre Carter/Cage, Time is music (1988), su primer gran documental sobre música, Scheffer acabó trabajando con Cage en otros diversos proyectos.

Más allá de esta gran influencia, Scheffer ha dirigido piezas sobre Frank Zappa («parecía un rockero pero era un experimentador»), Karlheinz Stockhausen (sobre su Cuarteto de cuerda para helicóptero) y Nader Mashayekhi, el compositor iraní que se propuso, como relata Gozaran: Time passing (2012), acercar la clásica y contemporánea occidental a su país natal. «Esta película abrió una nueva etapa en mi carrera. Me había propuesto hacer ficción, pero advertí que la clásica no acababa en Europa y Estados Unidos. Debía completar el retrato. Por eso ahora estoy rodando en China una película sobre el compositor Guo Wenjing».